Frick Collection, nuestro museo favorito en Nueva York.

La Frick Collection de Nueva York es nuestro museo favorito en La Gran Manzana si exceptuamos, claro está, el Metropolitan Museum of Art, un megamuseo que juega en la liga de las grandes instituciones museísticas del mundo entero.

Sin embargo, la relativamente pequeña Frick Collection es un museo de arte privado que recoge la colección creada a lo largo de los años por el que fuera uno de los más grandes magnates del acero en los Estados Unidos, Henry Clay Frick

Frick, que fue presidente de la Carnegie Steel Company y financiador de algunas de las líneas ferroviarias más importantes de los Estados Unidos entre el último tercio del siglo XIX y las dos primera décadas del XX, amasó una extraordinarias fortuna que invirtió, en parte, en adquirir una ingente colección de arte. Más de un siglo más tarde, sigue considerada entre las mejores de Estados Unidos y del mundo entero.

Hoy en día, la Colección Frick se puede conocer en la suntuosa mansión que el mismo empresario mandó construir en Manhattan, como residencia. A su muerte en 1919, Frick legó esta enorme construcción para la creación de un museo que albergara la totalidad de su colección artística.

Un museo que abrió sus puertas en 1935, cuatro años más tarde de que falleciera la viuda de Frick, Adelaide Howard Childs Frick, quien había conservado el usufructo de la mansión hasta su fallecimiento en 1931.

En la actualidad, sin embargo (marzo 2020), la sede histórica de la Frick Collection está siendo renovada, de manera que sus fondos han traladados a lo que se conoce como Frick Madison, una pocas manzanas al norte (luego os digo exactamente dónde), justo en el mismo edificio que hace unos años albergaba el Museo Whitney de Arte Americano.

FRICK COLECCTION. DATOS PRÁCTICOS.

Antes de hablaros de nuestras obras favoritas en la Frick Collection, os dejo con los datos prácticos para visitarla.

FRICK COLLECTION. NUESTRAS OBRAS FAVORITAS.

La Colección Frick abarca lo mejor de la pintura occidental e incluye desde muchos de los grandes maestros antiguos hasta pinturas de los más destacados representantes del impresionismo del siglo XX. Nombres como Rembrandt, Velázquez, Vermeer, El Greco, Ingrés, Van Eick, Brueghel, Van Dyck, Murillo, Goya, Manet, Degas, Renoi o Manet forman parte de la que está considerada una de las más grandes colecciones de arte privadas jamás reunida. Estos son nuestras 5 obras preferidas.

Felipe IV en Fraga, de Velázquez.

Una de las muchos retratos que pintó el más importante pintor barroco español como pintor de cámara de Felipe IV.

El Jinete Polaco, de Rembrandt.

El más importante pintor del Siglo de Oro Holandés está representado en la Frick Collection con varias obras. En este lienzo, Rembrandt retrató a un jinete con su caballo. Sin embargo, si es conocido como El Jinete Polaco, es porque la obra formó parte de la colección privada de la importante familia polaca de los Oginski. Lo cierto es que no se sabe con exactitud de la identidad del jinete en cuestión.

Retrato de Tomás Moro, de Hans Holbein.

Hans Holbein el Joven, uno de los grandes pintores del Renacimiento Germánico retrató en esta ocasión al que fuera destacado teólogo, político y humanista inglés, Tomás Moro. Parece que fue el gran humanista Erasmo, que ya había sido retratado por Holbein, quien recomendó a Tomás Moro que accediera a ser retratado por el teutón.

Retrato de Vincenzo Anastagi, de El Greco.

Aunque las obras de El Greco tienen un estilo muy particular que las hace fácilmente identificables, lo cierto es que este retrato de Vincenzo Anastagi, que era una caballero de la Orden de Malta, se aparta bastante de su linea habitual donde dominan los colores morado y azul. Incluso hay quien escribe que esta obra, con el Caballero envuelto en una armadura plateada y vistiendo pantalones de terciopelo verde, recuerda más la traza de Tiziano que la de El Greco.

Dama con criada y carta, de Vermeer.

Hasta tres Veermer podemos visitar en la Frick Collection, ni más ni menos. No está nada mal si tenemos en cuenta que las obras de este pintor holandés que han llegado a nuestro tiempo son únicamente 37.

Nuestro favorito es Dama con criada y carta, un lienzo algo mayor de los habitualmente propuestos por Vermeer, pero inscrito dentro de la habitual pintura de genero que el artista de Delft profesaba. En este caso, dos mujeres reflexionan sobre una carta recién llegada. Los ropajes nos indican claramente que una de ellas es la criada y la otra, la dama.