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Basílica de San Marcos de Venecia

Visitar la Basílica de San Marcos

La Basílica de San Marcos supone una de las visitas obligadas que hacer en Venecia.

Considerada como una de las grandes obras de arte bizantino, tanto a nivel arquitectónico como por los preciosos mosaicos que alberga, la Basílica de San Marcos de Venecia se localiza en la plaza homónima, junto al Palacio Ducal, otro lugar que nadie debe perderse en la ciudad.

En este artículo se vamos a contar qué es y cómo visitar la Basílica de San Marcos de Venecia.

CÓMO VISITAR LA BASÍLICA DE SAN MARCOS DE VENECIA

Hay un poco de galimatías en cuanto a las entradas para visitar la Basílica de San Marcos.

Para empezar, decir que hay tres tipos de entradas que permiten visitar San Marcos:

Si es la primera vez que vais a visitar San Marcos, lo ideal sería visitarlo todo. O al menos, la Basílica más el Pala d’Oro.

Podéis comprar las entradas en la taquilla, que es lo que hicimos nosotros, aunque tuvimos que hacer casi una hora de cola.

Otra posibilidad es reservar por avanzado una visita guiada en español para visitar San Marcos, que también os permitirá saltaros las colas. En este caso, tenéis estas posibilidades:

Por último, si queréis hacer un tour completo por Venecia podéis optar por este recorrido guiado en español que lo incluye todo: la visita a la Basílica de San Marcos, al Palacio Ducal y la visita guiada por la ciudad de Venecia.

BASÍLICA SAN MARCOS. BREVE HISTORIA.

Debemos encontrar el origen de la Basílica de San Marcos en una primera edificación del año 828, concebida para albergar las reliquias del Evangelista San Marcos que habían sido robadas de Alejandría.

Aquella primera construcción fue pasto de las llamas en el año 975, dando origen a lo que es la actual Basílica de San Marcos, edificada a partir del año 1063 en estilo bizantino, aunque fue modificada en los siglos posteriores, incluyendo algunas influencias góticas.

Tan importante como la estructura es el conjunto de mosaicos, considerados como una auténtica obra suprema del arte bizantino y que cubren casi por completo el interior de la basílica, incluyendo cúpulas, bóvedas y muros.

Sin embargo, muchos de aquellos mosaicos originales fueron rehechos o sustituidos a lo largo de los siglos. En ocasiones conservado el diseño original, pero otras veces adaptándose a los gustos de la época.

Artistas de la talla de Paolo Veronese, Tintoretto o Tiziano intervinieron en los diseños de los nuevos mosaicos a partir del siglo XV.

LA VISITA A LA BASÍLICA DE SAN MARCOS DE VENECIA

LA FACHADA OCCIDENTAL DE SAN MARCOS

Antes de entrar y visitar la Basílica de San Marcos por dentro, hay que echar un vistazo a su exterior. Y particularmente a su fachada occidental.

La parte inferior de la fachada occidental está dominada por cinco grandes portales que quedan empotrados.

Hay que detenerse en los mosaicos de los lunetos. Narran el traslado de las reliquias de San Marcos desde Alejandría a Venecia.

La mayoría de estos mosaicos fueron rehechos a partir del siglo XVIII. Sin embargo, el que representa la veneración de las reliquias por el Dux y su deposición en la iglesia es original del siglo XIII. Es el del Portal de San Alipio, el primero pro la izquierda.

El portar central, el mayor de todos, muestra el Juicio Final.

El registro superior incluye cinco lunetos transformados en arcos ojivales, ornamentados con una coronación gótica de finales del siglo XIV y principios del XV.

El luneto central se culmina con la imagen de San Marcos flanqueado por ángeles, mientras los 4 laterales son culminados por santos militares.

Los mosaicos de los lunetos del registro superior incluyen escenas de la muerte, resurrección y ascensión de Cristo. El luneto central es ciego.

En la terraza que separa ambos registros se situó uno de los botines de guerra más famosos de la historia. Traídos desde el Hipódromo de Constantinopla durante la cuarta cruzada, ahí podemos ver los cuatro caballos de bronce dorado. Son una copia, pues los originales están en el museo.

EL INTERIOR DE LA BASÍLICA DE SAN MARCOS

La Basílica de San Marcos de Venecia corresponde a una planta cruciforme con cinco cúpulas, que incluye un vestíbulo añadido posteriormente.  Cada cúpula descansa sobre cuatro bóvedas de cañón.

La cúpula central y la occidental son mayores. El altar se ubica en el brazo oriental del crucero. Además, los brazos laterales del crucero son más estrechos y más cortos.

La entrada al presbiterio está rematada por un gran crucifijo de bronce y plata, flanqueado por estatuas de la Virgen María, San Marcos Evangelista y los Doce Apóstoles. Detrás queda el altar mayor, con las reliquias de San Marcos.

A ambos lados del presbiterio quedan sendas capillas que están decoradas con mosaicos que narran la vida de San Marcos.

Los brazos estaban originalmente dedicados a San Juan Evangelista (el norte) y San Leonardo (el sur). Las cúpulas reflejan a ambos santos. Sin embargo, en la actualidad el altar del brazo sur está dedicado al Santísimo Sacramento.

Hay que fijarse en las distintas cúpulas, que forman un programa iconográfico maravilloso a base de mosaicos bizantinos mayúsculo.

De este a oeste encontramos:

Además de las cúpulas, también los muros y las zonas que quedan entre las cúpulas están llenas de mosaicos, formando una sinfonía dorada realmente sobrecogedora. Incluye escenas del Antiguo y Nuevo Testamento como el Paraíso, la Pasión de Cristo o varios milagros de Jesús.

PALA D’ORO DE LA BASÍLICA DE SAN MARCOS

El Pala d’Oro es el antependio que formaba parte de la decoración del Altar Mayor de la Basílica de San Marcos.

Construido en oro, plata, esmaltes y piedras preciosas durante el siglo XII, aunque algunas partes de este retablo podrían ser incluso anteriores. Se trata de una de las grandes obras de la orfebrería, del Arte de la Edad Media y del Arte Bizantino.

La figura central del Pala d’Oro es el Cristo Pantocrator que está rodeado de los cuatro Evangelistas. Además, las figuras de multiplican por doquier en esta maravilla de la orfebrería, incluyendo 12 profetas, los 12 apóstoles y 12 arcángeles, además de paneles que representan la vida y el martirio de San Marcos.

La sigueinte foto, está tomada de la wikipedia.

En total, más de tres metros de anchura que incluye casi dos mil piedras preciosas, como 320 esmeraldas, 175 ágatas o 75 rubíes.

La mala noticia es que el Pala d’Oro ya no ornamenta el altar principal de la Basílica de San Marco, si no que para verlo hay que pagar una entrada adicional que nos desvía del recorrido por la iglesia, para acceder al lugar donde está situado.

A mi entender, si es la primera vez que vais a visitar la Basílica de San Marco, merece la pena conocer el Pala d’Oro.

Visitar la Basílica de San Marcos de Venecia resulta casi obligado en la que es una de las ciudades más bonitas del mundo y a la que deberéis dedicar al menos un par de jornada.

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