Perú es uno de los destinos más fascinantes de América.
Situado en la costa occidental de Sudamérica, pocos países hay en el mundo que incluyan tal variedad de interés histórico, cultural, etnográfico y cultural.
Por si fuera poco, la gastronomía peruana, reconocida como una de las más ricas del mundo entero, supone un plus para un viaje a Perú.
Nosotros tuvimos la oportunidad de realizar, hace apenas un par de años, un viaje a Perú de 15 días de duración. Y os aseguro que se trata de un de los mejores que hemos tenido la oportunidad de completar.
Además, la oferta de viajes organizados a Perú es tal que, ya sea por libre u organizado, merece la pena que incluyáis al país andino entre los posible destino para las próxima vacaciones.
En este artículo comentaremos algunas de las culturas que han ocupado Perú y que es posible conocer durante un viaje al país.
LAS CULTURAS PREINCAICAS DE PERÚ
Uno de los principales atractivos de Perú es su impresionante legado histórico.
Aunque es cierto que Perú fue cuna del Imperio Inca, la civilización más poderosa de América del Sur antes de la llegada de los españoles, lo cierto es que antes de ellos fueron varias las culturas que por aquí pasaron y dejaron su legado.
Por aquí pasaron, por ejemplo, la cultura Chavín (1200–400 a.C.), conocida por su arte religioso y arquitectura monumental o la cultura Moche (100–800 d.C.), del que nos han llegado ejemplos de su cerámica realista.
Para encontrara los vestigios de la cultura Moche podemos visitar el Huaca del Sol y Huaca de la Luna, cerca de Trujillo, que son dos imponentes templos de adobe que formaron parte de la capital moche.
No menos importante resulta el Museo Tumbas Reales de Sipán en Lambayeque. Sin embargo, nosotros no pudimos ir a estos lugares, que quedaran para un segundo viaje a Perú.
Durante el viaje a Perú sí que tuvimos oportunidad de conocer la cultura Nazca (200 a.C.–600 d.C.), incluyendo el vuelos sobre Líneas de Nazca.
También los Wari y los Tiwanaku, se pasaron por aquí antes de la llegada de los incas. En la necrópolis de Sillustani, situada a poco más de 30 km de Puno, conocimos un recinto funerario que fue utilizado por los tiwanaku, los colla y los inca.
Cerca de Nazca, también hay que visitar el Cementerio de Chauchilla, un viejo camposanto preincaico que habría pertenecido a la cultura Wari, que floreció en la zona entre los siglos VII y XIII, y que realmente impresiona con su muchas momias.
Incluso en Lima podemos buscar el legado preincaico del país. La Pirámide de Huaca Pucllana, que se puede visitar, perteneció a lo que se conoce como Época Lima, que ocupó la zona allá por el 500 dC.
Esta pirámide de cima truncada estaba construida en adobes rellenos, de cantos rodados y arena.
EL PERÚ DE LOS INCAS
Si por algo es conocido Perú es por la cultura inca. Los incas fueron la civilización más poderosa de Sudamérica antes de la llegada de los españoles.
Surgida en el siglo XIII en Cuzco, ciudad de obligada visita durante un viaje a Perú, la cultura inca se extendió por gran parte de los Andes, abarcando territorios de los actuales Perú, Bolivia, Ecuador, Chile y Argentina.
Los incas practicaban una agricultura avanzada con terrazas y canales de riego y practicaban una religión politeísta, con especial veneración del Sol (el Inti).
Desde luego, Machu Picchu es su legado arquitectónico más emblemático y misterioso. De hecho, probablemente sea la posibilidad de visitar Machu Picchu lo que lleva a millones de viajeros a viajar a Perú año tras año.
Sin embargo, el legado inca se extiende mucho más allá de Machu Picchu. En el Cuzco no debemos dejar de visitar el Templo Qorikancha, que era el antiguo templo del Sol.
Y cerca, en el Valle Sagrado, lugares como Chinchero, el Parque Arqueológico de Moray con sus terrazas agrícolas en forma de círculos, las increíbles y estéticas Salinas de Maras, el antiguo centro ceremonia de Ollantaytambo o la zona arqueológica de Pisac, permiten profundizas en la cultura inca.
EL LEGADO ESPAÑOL EN PERÚ
No menos importante supuso la llegada de los españoles a partir del arribo de Francisco Pizarro y sus huestes, a partir del primer tercio del siglo XVI.
Un viaje a Perú incluye algunas de las ciudades coloniales más bonitas de América.
Lima, la capital, fue fundada en 1535. En su centro histórico sus iglesias, sus palacios con sus balcones de madera y su grandes plazas, incluyendo la monumental Plaza Mayor.
Arequipa, conocida como la Ciudad Blanca, no resulta menos espectacular, además de suponer un estupendo punto de partida para realizar una excursión al Cañón del Colca.
Arequipa combina arquitectura barroca con construcciones de sillar volcánico, lo que le ha valido la consideración de Patrimonio de la Humanidad. Además de la Catedral, las iglesias de San Ignacio y San Francisco resultan de visita obligada.
Sin embargo, la visita que más impresiona en Arequipa es el magnífico convento de Santa Catalina, una verdadera ciudad dentro de la ciudad.
Cuzco, que fue la antigua capital inca, fue reconvertida a ciudad colonial tras la llegada de los españoles, lo que resulta en una mezcla de herencia prehispánica y colonial.
La Plaza de Armas de Cuzco es una de las más bellas de América. Allí encontramos la Catedral de Cuzco, que se levantó sobre las ruinas del Palacio del Inca Wiracocha, o la barroca iglesia de los Jesuitas.
El Arco de San Pedro, la iglesia de la Merced o el Convento de Santo Domingo, también permiten seguir la huella colonial españolas en la antigua capital inca.