Visitar Medina, la ciudad sagrada de Arabia Saudita, es algo que no debería faltar en ningún viaje a este país de Oriente Medio.
Seguro que si vais a viajar a Arabia Saudita sabéis que desde hace un par de años sí que es posible visitar Medina por parte de los no musulmanes (a diferencia de La Meca, donde siguen teniendo la entrada prohibida a toda la ciudad).
Además, visitar Medina es muy fácil desde Jeddah, ya que la existencia del tren de alta velocidad facilita el traslado entre ambas ciudades.
En esta pequeña guía os vamos a contar qué ver en Medina y cómo visitar esta ciudad.
CÓMO LLEGAR A MEDINA DESDE JEDDAH
Como os dije, la existencia del tren de alta velocidad permite llegar a Medina desde Jeddah en aproximadamente una hora y medio de trayecto.
Los billetes los podéis comprar en la web oficial del tren de alta velocidad de Arabia Saudita. Con la clase económica y comprado con un par de meses de antelación, a nosotros nos costó algo menos de 20 euros por trayecto.
CÓDIGO DE VESTIMENTA PARA VISITAR MEDINA
Aunque Arabia Saudita no es un país especialmente estricto en cuanto al código de vestimenta que pide a los visitantes, visitar Medina supone conocer la segunda ciudad más sagrada para el Islam, tras la meca.
Con esta premisa, lo correcto es vestir con respeto. Es decir, con pantalón largo o falda larga. Nosotros también llevamos manga larga, aunque luego vimos bastante gente que no la llevaba.
Las mujeres deben cubrirse la cabeza la entrar a las mezquitas.
¿PUEDEN VISITAR MEDINA LOS NO MUSULMANES, DE FORMA LIBRE?
Ya lo hemos respondido, aunque habrá que matizarlo.
Los no musulmanes pueden visitar de forma libre la ciudad de Medina, aunque tienen prohibido entrar al lugar más sagrado de la misma. Es decir, los no musulmanes no pueden entrar a la Mezquita del Profeta. Ni tan solo al patio.
Hay que decir que no hay ningún cartel que así lo indique. O, al menos, no lo vimos. Sin embargo, a nosotros nos paró la policía, nos pidió la documentación y nos fotografió el pasaporte. El incidente no pasó de aquí.
Sí que se puede visitar de forma libre el resto de la ciudad, incluidas las otras muchas mezquitas existentes.
TRANSPORTE EN MEDINA, CÓMO MOVERSE POR LA CIUDAD.
Aunque hay autobuses que unen los principales puntos de interés, nosotros utilizamos de forma indistinta taxis y Uber.
Los taxis tienen taxímetro. Y Uber, aunque funciona y lo utilizamos, nos dio la sensación que funcionaba bastante peor que en Jeddah y Riad.
QUÉ VER EN MEDINA EN 1 DÍA
Estos son los principales lugares que ver en Medina. Un día es suficiente para conocerlos, pues al fin y al cabo, las mezquitas (aquí se viene a visitar esto, básicamente) se visitan bastante rápido.
MEZQUITA DE LA QUBA, LA PRIMERA MEZQUITA DEL ISLAM
Nuestro primer destino en Medina es la que se conoce como la Mezquita de la Quba. Como dista unos 20 km de la estación de tren de Medina, que está a las afueras de la ciudad, tomamos un Uber (los precios, en realidad son muy similares a los de los taxis) para llegar hasta allí.
La Mezquita de la Quba fue la primera mezquita jamás construida y el cuarto lugar más sagrado del Islam según varias listas consultadas. Por lo visto, fue el propio Profeta Mahoma quien empezó a construirla, aunque terminaron sus compañeros.
Por suerte, no hay problema alguno para que los no musulmanes la visitemos, por lo que es uno de los lugares obligados que ver en Medina.
Eso sí, aunque el origen de la mezquita lo debemos encontrar en el año 622, el edificio actual es nuevo, de finales del siglo XX. De blanco impoluto, los cuatro minaretes recuerdan al estilo otomano.
De hecho, la vieja mezquita se demolió por completo, algo que para nuestra manera de entender la historia nos parece inaudito.
En cualquier caso, disfrutamos mucho de la visita a la mezquita de la Quba, que coincide en uno de los rezos diarios, de manera que nos quedamos algo apartados.
Como en todas las mezquitas, las mujeres no pueden entrar al salón principal de oración, de manera que tienen reservado un espacio minúsculo.
EL CAMINO DEL PROFETA
Aunque hace un sol de justicia, decidimos hacer a pie el trayecto que une la Mezquita de la Quba con la Mezquita del Profeta. Es conocido como el Camino del Profeta, es básicamente peatonal y no son más que algo menos de tres de kilómetros.
La verdad es que, aunque se supone que los peregrinos hacen este trayecto, bien pocos vemos. Quizá es porque es mediodía y el sol aprieta.
MASJID AL-JUMUAH, LA MEZQUITA DE LA ORACIÓN DEL VIERNES
Aunque no sean los lugares más importantes que ver en Medina, durante este paseo por el Camino del Profeta nos detenemos en dos lugares.
El primero, la Masjid Al-Jumuah, que también tiene su trasfondo histórico, pues fue, según la tradición, el lugar donde el profeta hizo por vez primera la Oración del Viernes, durante la migración de La Meca a Medina (lo que se conoce como la Hegira).
La mezquita, en cualquier caso, es bastante nueva también, pintada de color blanco, aunque con las cúpulas más azuladas y con un solo minarete. Los fieles reciben bien nuestra visita e incluso nos dan una botella de agua fresca.
CASTILLO DE LA QUBA
Unos metros más adelante, siguiendo el Camino del Profeta, dejamos a mano izquierda lo que se conoce como Castillo de la Quba o Fuerte de la Quba.
La verdad es que la fortaleza está rodeada de andamios, por lo que no podemos apreciar mucho la grandeza de sus tres pisos.
La cuestión es que la historia cuenta que fue construido por el líder Fakhri Pasha y resultó vital para defender la ciudad de los hachemitas. De esto no hace tanto, porque el Castillo de la Quba se levantó en 1915.
MEZQUITA AL-GHAMAMA
Seguimos el paseo hasta llegar a los alrededores de la Mezquita del Profeta, el lugar más importante que ver en Medina.
Aquí ya nos damos cuenta de la existencia de muchísimos peregrinos, cada uno vestido según el lugar de procedencia, pues los musulmanes visitan Medina después de llegar de todo el mundo islámico.
Después de almorzar comida rápida (en un Pizza Hut casi frente a la Mezquita del Profeta), nos disponemos a visitar algunas mezquitas existentes en este espacio.
La primera, la Mezquita Al-Ghamama, donde tampoco tenemos problema alguno para entrar.
Se trata de una mezquita también muy antigua, pues se supone que aquí realizó el profeta la Oración del Eid, por vez primera. Se trata de otro momento importante y de celebración para el mundo islámico.
Pocos años después del suceso, en 711, el Califa Umar Bin Abdul Aziz hizo construir esta mezquita, aunque esta ha sido renovada en varias ocasiones. La última, en época otomana. Esta mezquita tiene seis cúpulas y un solo minarete. Y el salón para la oración es alargado, de superficie rectangular.
MEZQUITA DE ABU BAKR
Casi junto la anterior, encontramos una mezquita algo más pequeña, conocida como Mezquita de Abu Bakr. También el Profeta y su seguidor, Abu Bakr, rezaron en este lugar. De hecho, Abu Bakr as-Siddiq, fue el sucesor de Mahoma y está considerado como el primer Califa del Islam.
Esta mezquita, como la anterior, también fue construida en tiempos del Califa Umar Bin Abdul Aziz, aunque renovada en tiempos otomanos. Como dije, es más pequeña, pues el salón de oración no es más que una sala cuadrangular de menos de 10 metros de lado.
LA MEZQUITA DEL PROFETA
Y llegamos ahora al lugar más importante que ver en Medina. Es decir, la Mezquita del Profeta.
Como ya os he dicho, aunque no vimos ningún cartel que así lo indique, en principio solo los musulmanes pueden entrar a la mezquita, así como al gran patio que la rodea.
Nosotros entramos al patio y la verdad es que a los pocos minutos nos invitaron a salir. Y eso que nos dividimos para pasar un poco desapercibidos. Pero ni por esas…
En cualquier caso, hay que acercarse hasta allí de forma obligada y vivir el momento, con centenares de feligreses llegados de todo el mundo islámico entrando y saliendo del que está considerado como el segundo lugar más sagrado del Islam.
Además, coincidimos con una de las oraciones del día, de manera que el patio de la mezquita se llena enseguida de feligreses, a fin de seguirla.
Aunque lo que vemos en la actualidad es una construcción bastante nueva, la original fue la tercera mezquita jamás construida, aunque lógicamente se trataba de solo un pequeño recinto. Fue el Profeta Mahoma quien la erigió.
En la Mezquita del Profeta están enterrados algunos de los personajes más importante de la religión islámica, ya que además de Mahoma, también se ubican las tumbas de los dos primeros califas, Abu Bakr y Omar I.
La mezquita es enorme y la plaza que lo rodea, también. De hecho, se podría decir que buena parte de la plaza es también mezquita. Lo que no podemos decir es si es bonita o no, ya que no podemos visitarla.
En el patio llama la atención los enormes paraguas que cubren del acuciante sol árabe.
Después de salir del patio, estamos un buen rato en la plaza, dando prácticamente toda la vuelta a la misma. Aunque en realidad no hemos podido entrar al punto más sagrado, se trata de uno de los momentos más emocionantes del viaje a Arabia Saudita.
MEZQUITA DE AL-QIBLATAYN
Tras la obligada visita a la Mezquita del Profeta, nos dirigimos al último lugar de importancia que ver en Medina: Mezquita de al-Qiblatayn.
Entrar y salir de la plaza de la Mezquita del Profeta en automóvil en coche no es fácil, de manera que aquí sí que os aconsejo que no pidáis un Uber si no directamente un taxi, que pasan más a menudo.
La Mezquita de al-Qiblatayn está a las afueras de Medina y otro recinto especialmente sagrado para los musulmanes.
El nombre de la mezquita hace referencia a que fue aquí donde el Profeta Mahoma recibió el encargo de cambiar la dirección de la quibla. Originalmente, señalaba la ciudad de Jerusalén. Y desde aquella revelación, la ciudad de la Meca, como sigue siendo ahora.
De esta manera, esta mezquita del año 623 llegó a disponer de dos quiblas. Sin embargo, nuevamente, poco queda de la mezquita original en esta mezquita de dos minaretes, pintada de blanco nuclear.
Tras visitar la Mezquita de al-Qiblatayn, nos dirigimos en Uber hasta la estación de tren, a fin de regresar a Jeddah.