
El País Somba es una de las regiones más interesantes que visitar en Togo y Benín. Tuvimos la oportunidad de visitar a los Somba durante nuestro viaje por estos dos países.
Los Somba están formados por varios subgrupos que reciben distintos nombres en Benín (como los batammariba u otammari) y Togo (los tamberba).
Sin embargo, estos subgrupos tienen la característica común de vivir en viviendas fortificadas especialmente interesantes, conocidas como tatas. Es por este motivo que comúnmente se los conoce como Tata Somba.
En este sentido, el País Tata Somba de extiende a ambos lados de la frontera togo-beninesa, al oeste de la población de Nanitingou, que es desde donde abordamos la visita a este lugar.
El País Somba fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, aunque solo por lo que hace referencia a la vertiente togolesa del mismo. Designación algo controvertida, porque la verdad es que las Tata Somba (las viviendas) y la cultura de este pueblo es prácticamente igual en ambos lados de la frontera.
LAS CASAS TATA SOMBA
El mayor motivo para visitar los Tata Somba es el de tener la oportunidad de conocer las viviendas fortificadas de dos pisos, verdadero orgullo del País Somba.
Las tatas, que así se llaman estas construcciones, están edificadas en adobe, sobre una base más o menos rectangular a la que se añade en las esquinas, una serie de torreones redondeados culminados con techos de paja. Las hay de gran tamaño y de más pequeñas.
La verdad es que el diseño fortificado de las Tata Somba recuerda algo a las sukala que pudimos conocer al visitar el País Lobi en Burkina Faso.
La tata está organizada de la siguiente manera: en la parte baja hay un espacio para los animales y otro para guardar enseres. También hay una habitación que desempeña las funciones de cocina.
Desde el espacio inferior, que es muy oscuro, hay una escalera de madera que permite acceder a la terraza de la Tata Somba. Un entramado de vigas de madera sostiene este verdadero piso superior aterrazado.
En la azotea encontramos dormitorios y graneros. A menudo se utiliza también como secadero del grano.
Lo cierto es que estas construcciones están bastante más elaboradas que las cabañas de base circular que utilizan otros pueblos de la zona, como los taneka o los peúl.
LA VISITA AL PAÍS SOMBA Y LAS TATA SOMBA DE BENÍN Y TOGO
Dedicamos un día entero a visitar los Tata Somba, primero en Togo y luego en Benín. Es decir pasamos por la frontera terrestre para ir de Benín a Togo y luego regresar (más de media hora en cada ocasión)
Pasamos por decenas y decenas de tatas a lo largo de varios kilómetros. Algunas se localizan de forma más o menos aislada y otras formando pequeños núcleos poblacionales.
Lógicamente, como entrar en una tata no otra cosa que acceder a la vivienda de una familia, nuestro guía tiene acordadas unas familias que permiten el acceso de viajeros.
Visitaremos tres Tata Somba en Togo y dos más en Benín. También visitaremos tres tatas contiguas, que desempeñan las funciones de muy básico museo etnográfico.
Las tatas visitadas son todas similares a las descritas anteriormente, aunque algunas presentan alguna ornamentación en las fachadas.
Como los Tata Somba de Benín y Togo son un pueblo básicamente animista, frente a cada vivienda se instalan algunos altares de fetiches. También en el interior encontraremos algunos de ellos, con restos de pintura y de animales muertos.
En cada visita, los integrantes de la familia nos reciben, aunque también los niños de los alrededores acuden a nuestra llamada.
El lugar, con bastante vegetación, incluyendo siempre varios baobab, resulta de lo más interesante.
Alrededor de las tata encontramos campos de cultivo, pues el pueblo Tata Somba se dedica básicamente a la agricultura, aunque también al pastoreo. Sin embargo, es este un huerto doméstico, aunque los Tata Somba utilizan huertos comunales para la agricultura mayor.
Además, como dije, cada familia dispone de varios animales como gallinas o cerdos.
Algunas de las personas que conoceremos al visitar el País Somba tienen escarificaciones muy suaves en las mejillas (y en ocasiones en la nariz), aunque la verdad es que no son muchas.
Estas cicatrices no son solo ornamentales, si no que hacen referencia a la tribu a la que pertenecen.
Además, el Pueblo Somba no se muestra tan hospitalario como el pueblo holi, por ejemplo, que hemos visitado durante el viaje. Los adultos se muestran especialmente esquivos con las fotografías, aunque los niños sí que nos piden que los retratemos.
En cualquier caso, visitar los Tata Somba de Benín y Togo es una de las mejores experiencias que tendremos durante el viaje.