Bertel Thorvaldsen está considerado como uno de los mayores artistas daneses de la historia y uno de los grandes nombres de la escultura neoclásica.
Con esta premisa, visitar el Museo Thorvaldsen de Copenhague es algo que debéis plantearos en la capital de Dinamarca. Especialmente, si el arte está entre vuestras prioridades.
En nuestra opinión, el Museo Thorvaldsen es uno de los lugares que ver en Copenhagen. En su momento, incluso lo incluimos también en este artículo sobre los 80 mejores museos de arte de Europa.
BERTEL THORVALDSEN
Es posible que el nombre de Bertel Thorvaldsen os suene a poco. La verdad es que hasta que visité Copenhague por vez primera, yo tampoco recordaba haber oído nada de él.
Lo cierto es que este artista (sobre todo escultor, pero también pintor) nacido en Copenhague, se marchó a Roma a buscarse la vida, bien pronto (a los 27 años). En Italia fue donde labró gran parte de su obra, pues en la Ciudad Eterna vivió durante más de 40 años.
En Roma, Bertel Thorvaldsen se convirtió en uno de los grandes referentes del estilo neoclásico. Algo así como el Antonio Cánova escandinavo. Incluso el Vaticano le encargó el monumento funerario de Pío VII
Su fama le reportó numerosos encargos en todo el Viejo Continente, incluyendo los llegados de algunas casas reales, de manera que Thorvaldsen se convirtió en uno de los más reputados artistas de su época.
NOTAS PRÁCTICAS PARA VISITAR EL MUSEO THORDVALDSEN
El Museo Thorvaldsen de Copenhague se localiza en el centro de la ciudad, a dos minutos a pie del Palacio de Christiansborg.
El museo se puede visitar de martes a domingo, de 10 a 17 horas, excepto los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero. El precio de la entrada es de 110 DKK para los adultos, siendo gratuito para los menores de 18 años.
EL MUSEO THORVALDSEN DE COPENHAGUE
Aunque Bertel Thorvaldsen no regresó a su Dinamarca natal hasta muy mayor, los daneses siempre le tuvieron en gran estima.
En este sentido, Thorvaldsen fue acogido como un héroe cuando regresó en 1838 a Dinamarca. Él mismo donó parte de su fortuna y sus obras, para la construcción de un museo en Copenhague.
El Museo Thorvaldsen fue uno de los primeros de Europa en diseñado explícitamente con el motivo de ser museo. El propio Bertel Thorvaldsen está enterrado en el patio del museo.
El Museo Thorvaldsen nos muestra buena parte de la producción artística de este artista, incluyendo también numerosos modelos. Gran parte de su obra se basa en la representación de la mitología griega, aunque también de la literatura clásica.
No faltan en el museo las obras de encargo, con numerosos bustos de la burguesía y la aristocracia europea, desde princesas rusas hasta el mismo Luís I de Baviera.
También encontramos en el Museo Thorvaldsen de Copenhague el modelo para la estatua de Clemente VII para el Vaticano, la del enorme Copérnico de Varsovia o la de la estatua ecuestre del príncipe Józef Poniatowski, que también se localiza en la capital polaca.
E incluso un precioso autorretrato, que muestra a Bertel Thorvaldsen en actitud severa.
Sin embargo, las obras más delicadas que podemos disfrutar en el Museo Thorvaldsen son las neoclásicas: las Tres Gracias, el Mercurio, el Adonis, el Cupido Triunfabte o el Jason. Con su obra, Thorvaldsen encarnó el ideal clásico incluso más que Antonio Cánova.
La verdad es que el Museo Thorvaldsen es uno de los mejores que ver en Copenhague y ofrece la posibilidad de conocer buena parte de la obra del que está considerado como uno de los grandes artistas del periodo neoclásico.