El Parque Nacional Hlane de Esuatini (formalmente, Parque Nacional Real Hlane) es una de las mejores reservas de animales de Esuatini, un pequeño reino hasta hace pocos años conocido con el nombre de Swazilandia.
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Después de visitar el Parque Nacional Kruger, cualquier reserva de animales puede quedar empequeñecida ante la magnitud del parque sudafricano.
Sin embargo, el Parque Nacional Hlane de Esuatini tiene algo que no tienen ni el Kruger ni ningún Parque Nacional del mundo: una densidad de rinocerontes que convierten a esta reserva, en un auténtico paraíso para el que es uno de los animales más amenazados del mundo.
CÓMO VISITAR EL PARQUE NACIONAL HLANE
Estuatini es un pequeño reino (su extensión es menor que la de la Comunitat Valenciana) que queda a medio camino de la ruta entre el Kruger y la población de Santa Lucía, dos paradas obligadas de nuestro ruta en coche por Sudáfrica.
Con esta premisa, resultaba una muy buen idea visitar el Parque Nacional Hlane, una reserva que por ser bastante pequeña (unas 300.000 hectáreas), resulta perfecta para ser recorrida en pocas horas.
Aunque se puede visitar el Parque Nacional Hlane por libre, reservamos dos game drive (se pagan en recepción). Es decir, dos safaris en camión con los rangers del parque. Uno para el atardecer y otro para el amanecer.
Además, aunque para visitar el Parque Nacional Hlane hay que pagar una entrada (bastante barata, 85 ZAR por persona y día), cuyo acceso está incluido en la Wild Card de los parques de Sudáfrica, por lo que nosotros no tuvimos que abonar nada adicional.
Comentar que aunque la moneda nacional de Esuatini es el lilangeni, también se puede pagar en rands sudafricanos (que tienen el mismo valor).
EL WATERHOLE DEL PARQUE NACIONAL HLANE
Nosotros realizamos 3 safaris en el Parque Nacional Hlane de Esuatini. Dos de ellos con los rángers y un tercero, por libre.
Sin embargo, antes de realizar los safaris por el parque quedamos sorprendidos con el enorme waterhole existente frente al campamento.
Allí, a escasamente cien metros del chalé donde dormiríamos esta noche y a cincuenta del restaurante, descansaban una decena de rinocerontes blancos.
La verdad es que esperábamos encontrar rinocerontes en el Parque Nacional Hlane, ya que es conocida su altísima población, aunque el número existente parece ser un secreto guardado celosamente, a fin de no alentar la caza furtiva.
Sin embargo, una cosa es avistar algunos rinocerontes y la otra que, a los cinco minutos de llegar al campamento, ya habíamos visto diez.
Y en la parte más posterior de la charca, tres jirafas pastaban tranquilamente.
Además, varios nyalas, tanto machos como hembras (su dimorfismo sexual es muy curioso), merodeaban tranquilamente el campamento. Por la noche, en el waterhole, los hipopótamos sustituyeron a los rinoceronces.
LOS SAFARIS DEL PARQUE NACIONAL HLANE
Además de visitar el Parque Nacional Hlane por libre, reservamos dos safaris: el del atardecer y el del amanecer.
Cada uno de ellos tiene una duración aproximadamente de dos horas y se realiza en un pequeño camión para 6-8 plazas. Además del conductor, el safari guiado incorpora un guía naturalista que nos va explicando lo que se va viendo.
La verdad es que merece la pena reservar los safaris guiados. Más allá de que con el guía naturalista la experiencia mejora, solo con los game drive del parque se puede acceder a la amplia zona donde se encuentran los leones.
Dicho esto, comentar que ambos game drive son bastante similares, de manera que si hacéis diana con el león durante el game drive del atardecer, quizá os podáis ahorrar el del amanecer.
Durante los safaris guiados pudimos avistar varios rinocerontes (tres por la tarde y tres más por la mañana), además de muchos nyalas, facoceros, cebras, impalas, antílopes acuáticos, ñus y hasta un gran varano monitor.
Y sí, también avistamos leones. 1 en el game drive del atardecer y dos más en el game drive del amanecer. Ambos, machos. Y también un elefante.
VISITAR EL PARQUE NACIONAL HLANE POR LIBRE
Como os dije, también es posible visitar el Parque Nacional Hlane por libre, de manera que después de realizar el safari del amanecer, realizamos un safari de un par de horas por nuestra cuenta, con nuestro coche de alquiler.
Aunque en un principio pensábamos dedicarle solamente un pequeño rato, la verdad es que nos fuimos animando y realizamos un recorrido de lo más completo, siguiendo el mapa que te entregan en el mismo parque. Durante el safari por libre pudimos avistar hasta doce rinocerontes blancos.
Hubo un momento de tensión, incluso, porque mientras dos rinocerontes nos cerraban la pista por delante, tres más se acercaron por detrás. Finalmente, no fue a más y los dos primeros se apartaron suficientemente para que pudiésemos pasar el coche.
Además de los rinocerontes vimos varios facoceros y ungulados más, como en los game drive con los rangers.
La verdad es que salimos muy satisfechos de los safaris por el Parque Hlane de Esuatini. Aunque también vimos algunos rinocerontes en los parques sudafricanos en Kruger y luego los veríamos en el Parque Hluhluwe y en el Parque del Humedal de iSimangaliso), nunca podíamos imaginarnos de poder avistarlos en esta cantidad, aquí en el Parque Nacional Hlane.