Visita al Coliseo de Roma sin colas (y al Foro Romano y Palatino).

La visita al Coliseo de Roma es una de las imprescindibles de la Ciudad Eterna. Se trata de uno de los más bellos monumentos de la Antigua Roma que han llegado a nuestros días. La verdad es que 2000 años después de haber sido alzado, el Coliseo de Roma sigue impresionando a todo aquel que lo visita.

En este post os vamos a contar cómo es visitar el Coliseo de Roma y como comprar entradas para el Coliseo sin colas, puesto que uno de los problemas más importante de esta visita es que para visitar el coliseo suelen formarse unas colas tremendas, a menudo bastante mayores a una hora. Algo que también pasa, por cierto, al visitar el Vaticano, como ya te contamos en este post.

De hecho, en mi última visita a Roma me acerqué al Coliseo hora y media antes de cerrar (pensando que ya no habría colas) y no pude entrar al mismo. Tuve que regresar al día siguiente. Eso sí, comprando la entrada al Coliseo con anticipación para no repetir decepción.

VISITAR EL COLISEO DE ROMA SIN COLAS

Merece la pena saber que es posible saltarse las enormes colas del Coliseo de Roma. Una posibilidad es adquirir con anticipación un tour guiado en español.

Esta visita tiene una duración de unas 3 horas, se realiza con un guía especializado en arqueología y con ello está incluida la visita al Coliseo de Roma sin colas, pero también la entrada sin colas al Foro Romano y al Palatino, dos visitas que resultan también imprescindibles.

Si queréis bajar a la arena del Coliseo de Roma, hay que pagar unos euros más. El acceso se restringe a grupos de 25 personas y lo podéis mirar aquí. Desde luego es una visita más completa y siempre de la mano de un guía en español.

Durante la visita al Coliseo de Roma podréis disfrutar desde distintos puntos de las graderías de las vistas que se tenían de la arena. Podréis entrar y salir por los vomitorios como se os antoje. Podéis visitar libremente lo que se conocer como primer y segundo anillo.

Si no habéis reservado el tour guiado al Coliseo en español y sin colas, tenéis la posibilidad de alquilar una audioguía que tiene un coste de 6€. Si has reservado el tour en español no te hará falta.

Eso sí, para visitar el tercer anillo o gradas superiores del Coliseo de Roma, desde el que se tiene una perspectiva más elevada y global hay que adquirir la entrada que lo contempla y con la que se permite visitar la arena y el complejo mundo subterráneo que había en el subsuelo del Coliseo de Roma. La verdad es que merece la pena, aunque cuesta uno euros más.

Visitar el Coliseo de Roma sin colas y de la mano de un guía en español, es la mejor maravilla de conocer esta maravilla de la arquietura mundial.

EL COLISEO DE ROMA EN ALGUNOS DATOS.

El Coliseo de Roma es el enorme anfiteatro construido en la capital del Imperio Romano allá por el año 70 dC, en época del Emperador Vespasiano. En aquel tiempo, el Coliseo de Roma era conocido como Anfiteatro Flavio, pues Vespasiano fue un emperador de la dinastía Flavia.

Se trata del mayor anfiteatro alzado jamás, el cual daba cabida hasta a 50.000 espectadores. Para dar aforo a tan numeroso público se alzaron hasta 50 filas de graderías.

Los espectadores entraban al recinto por alguna de las 50 puertas de acceso. Más aún, gracias a sus vomitorios, el Coliseo de Roma podía ser evacuado en solamente tres minutos, algo que no logran muchos de los estadios deportivos de la actualidad.

Más allá de albergar a tantos romanos ávidos de disfrutar de las célebres luchas de gladiadores, estos son algunos datos que nos hacen entender su monumentalidad. Las dimensiones del Coliseo de Roma son de 189 metros de longitud por 156 metros de ancho.

Es decir, se trata de una superficie ovalada, como es habitual en los anfiteatros romanos. 700.000 toneladas de piedra fueron necesarias para construir este recinto que en su momento disponía de unas cubiertas móviles que permitía la protección en los días soleados.

EL FORO ROMANO

Después de visitar el Coliseo de Roma, toca entrar en el Palatino. Tienes que saber que la entrada es combinada, de manera que después de visitar el Coliseo puedes utilizar el mismo ticket para entrar al Foro Romano, que queda justo enfrente.

Si habéis contratado la visita al Coliseo de Roma sin colas y en español, el mismo guía os acompañará al Foro Romano, donde completaréis la visita (en total son unas tres horas).

Lo que entendemos por Foro Romano no es más que uno de los muchos foros que encontramos en la ciudad de Roma. Sin embargo, se trata del más importante y de obligada visita. Fue el centro de la vida pública durante la época más esplendorosa de la Antigua Roma y se extienden desde el Coliseo hasta la Colina del Capitolio.

Aquí se ubicaba el centro público, tanto civil como religioso. De esta manera podemos encontrar vestigios tales como mercados, el senado, basílicas (como la Basílica Julia y la Basílica Emilia) o varios templos, entre los que destacan los templos de Rómulo, Vesta o Saturno.

Todo ello nos puede hacer entender el esplendor que tuvo en la antigüedad este vasto territorio. Os aconsejo que si visitáis este lugar en verano os llevéis un botellín de agua y un gorro, pues el sol suele caer a pico y la verdad es que el riesgo de deshidratarse o de insolación no es poco.

También en el Foro Romano podemos ver varios de los célebres Arcos de Triunfo que tanto gustaba erigir a los emperadores romanos. El primero lo encontramos, en realidad, entre el Coliseo de Roma y la entrada del Foro. Se trata del Arco de Constantino, que para muchos es el más bello que jamás se haya alzado. Conmemora la victoria de este Emperador en la Batalla de Puente Milvio y fue alzado en el año 315, tres años después de la contienda. Sin embargo, se trata del más moderno de los que podemos visitar en Roma.

Ya dentro del Foro Romano podemos visitar también los arcos del triunfo de Tito y de Septimio Severo. El de Tito fue construido en el año 82 y conmemora la victoria de Jerusalén en el año 70. Fue alzado por su hermano Vespasiano, en el año 82 y es mucho más simple que el Arco de Constantino, pues dispone de un solo arco.

El de Septimo Severo, se encuentra en medio del Foro Romano, tiene ya tres arcos y fue alzado a principios del siglo III para conmemorar las victorias frente a los partos.

EL PALATINO

Tras visitar el Coliseo de Roma y el Foro Romano, queda subir a la Colina del Palatino. La visita también está incluida en el billete de visita al Coliseo de Roma sin colas.

Desde aquí disfrutaréis de unas perfectas vistas sobre el Foro Romano (probablemente las mejores que podéis obtener, porque la Colina del Palatino queda unas decenas de metros por encima del Foro). Pero, además, el Palatino tiene varios lugares del interés.

En realidad, la Colina de Palatino fue ocupada allá por el año 1000 antes de Cristo, de manera que probablemente fue el primer lugar de Roma que dispuso de una población establecida. Sin embargo, fue durante la época republicana cuando la colina se llenó de viviendas, mansiones y palacetes de la clase romana adinerada.

Algunos de los edificios más suntuosos y mejor conservados son la Domus Flavia, la Casa de Livia, cuyos frescos y mosaicos recuerdan a los que se pueden visitar en Pompeya, o la Casa de Augusto. Sin embargo, para visita la Casa de Livia hay que adquirir las entradas con bastante antelación y no está incluida durante la visita regular al Foro Romano y el Palatino.

También sorprende encontrarse en la Colina del Palatino, un hipódromo, que recuerda al Estadio Máximo que hay en la parte baja de la ciudad, aunque de menores dimensiones. También se puede visitar los vestigios del Palacio Tiberiano así como las Jardines Farnese, que esta riquísima familia construyó en el siglo XVI.

Por último, si os gusta la Antigua Roma, merece la pena echar un vistazo al Museo del Palatino, cuya entrada está también incluida en el billete de acceso. Podréis encontrar aquí algunas piezas de importancia que se han encontrado durante las excavaciones al Palatino. Sin embargo, este no se encuentra entre los mejores museos de Roma, a nuestro parecer.

DATOS PRÁCTICOS PARA VISITAR ROMA

En fin, esto es lo que da de sí la visita al Coliseo de Roma, el Foro Romano y el Palatino, algunos de los monumentos estrella de la capital italiana y que os recomiendo que no os perdáis.