En este artículo os vamos a contar qué visitar en Guadalupe en 1 escala de crucero por las Antillas Menores.
Guadalupe está compuesta por dos islas distintas que se unen en un pequeño istmo (en realidad un estrecho brazo de mar conocido como Río Salado) y que le confieren una forma general que recuerda a una mariposa.
La isla occidental es Basse-Terre, que es un poco mayor y de carácter más montañoso. La isla oriental, es Grande-Terre, más llana y árida y con muchos playas de arena blanca. Estas dos islas están unidas por sendos puentes, de manera que en cierta manera se comportan como una sola. De hecho, se habla, en general, de la isla de Guadalupe.
Si vais a realizar una escala de crucero en Guadalupe, deberéis optar por visitar una de las dos islas, ya que tiempo para todo no os dará.
Nosotros, en realidad, hicimos dos escalas en Guadalupe durante nuestro crucero de 15 días por el Caribe. La idea era dedicar la primera escala en Guadalupe a visitar Basse-Terre (y así lo hicimos) y la segunda, a visitar algunas de las playas de Grande-Terre.
Sin embargo, durante la segunda escala de crucero en Guadalupe decidimos quedarnos en la capital, Pointe-à-Pitre, para visitar con calma su museo Memorial ACTe (desde luego, el mejor museo que ver en Guadalupe y en todas las Antillas Menores), para luego regresar al crucero para disfrutarlo de día.
GUADALUPE. BREVE HISTORIA.
Antes de contaros qué ver en Guadalupe durante 1 escala de crucero os dejo con cuatro pinceladas acerca de su historia.
Como en tantas islas antillanas, antes de la llegada de los europeos, varios grupos amerindios habían ocupado estas tierras desde hacía varios milenios. Primero distintos grupos de arahuacos y posteriormente, indios caribes o kalinago, llegados del norte del continente sudamericano.
En 1493, durante su segundo viaje a América, Cristóbal Colón avistó por vez primera Guadalupe, que recibió el nombre en honor del importante monasterio extremeño. Aunque hasta 1635, Guadalupe fue una provincia española, en realidad la colonización hispana fue escasa, de manera que los caribes siguieron siendo los casi únicos ocupantes de la isla.
Los franceses llegan en 1635 y toman posesión de Guadalupe en nombre de la Compagnie des îles d’Amérique. En realidad, es aquí donde empieza la colonización europea de Guadalupe, entrando en guerra franceses y amerindios, que acaban siendo expulsados a Dominica, en 1641.
El cultivo del tabaco y, posteriormente, de la caña de azúcar, sustentó la economía local. La mano de obra procedía, básicamente, de la esclavitud, como hemos visto en otros lugares de las Antillas (por ejemplo, durante la excursión al Valle de los Ingenios desde Trinidad, en Cuba).
Aunque los ingleses llegaron a tomar Guadalupe durante algún breve periodo, la isla de ha mantenido francesa a lo largo de los siglos.
A mediados de siglo XX, Guadalupe y Martinica se convirtieron en departamentos de ultramar de Francia, creándose en 1982 la región de Guadalupe.
Guadalupe forma parte de la Unión Europea. Podría parecer obvio, al formar parte de Francia, pero hay que tener en cuenta que otras antiguas colonias pertenecientes al Reino de los Países Bajos, no forman parte dela Unión Europea. En concreto, Guadalupe es una de las 9 regiones ultraperiféricas de la Unión Europea.
QUÉ VER EN GUADALUPE DEL CARIBE, EN 1 ESCALA DE CRUCERO
Como os dije, nosotros hicimos un recorrido por parte de Basse-Terre, la isla o zona más occidental de Guadalupe. Para ello hay que alquilar un coche.
También he incluido en esta lista de lugares que ver en Guadalupe, la capital de la isla, Pointe-à-Pitre, aunque visitamos la ciudad durante la segunda escala del crucero.
He de decir que visitamos más bien pocas cosas e hicimos bastante horas de coche. En realidad, el viaje en coche por las frondosas tierras interiores de Basse-Terre, forma parte importante de la visita a Guadalupe, por la belleza del entorno y los paisajes por donde pasan las carreteras de esta isla antillana.
Este es el recorrido que hicimos:
POINTE-A-PITRE
Pointe-a-Pitre es la capital y, al menos en teoría, la ciudad más importante que ver en Guadalupe. Lo cierto es que al igual que la capital de Martinica, Fort de France, nos decepcionó bastante.
Entre los lugares que hay que visitar en Pont-a-Pitre, quizá merece la pena mencionar la bastante desangelada aunque rodeada de algunos edificios coloniales de cierto interés, Plaza de la Victoria; la Catedral Saint Pierre et Saint Paul, que en realidad no es catedral, pero que es la iglesia más imponente de la ciudad; o el mercado central, que combina las funciones de mercado de abastos con la de mercado turístico.
Lo que sí que nadie debe perderse en Pont-a-Pitre es el Memorial ACTe, que sin duda es el museo más importante que ver en Guadalupe.
Inaugurado en 2015 y con un diseño ciertamente innovador, este museo hace un repaso a la historia de Guadalupe y de las Antillas Menores en general, haciendo especial mención a todo aquello que atañe a los oscuros años donde la esclavitud fue la norma.
Merece la pena pagar los 10 euros que cuesta la entrada (y que incluye audioguía en español), porque el museo resulta de lo más interesante.
LES CHUTES DU CARBET
Ya con el coche de alquiler, hicimos un recorrido por la isla occidental (Basse-Terre). Un territorio de lo más frondoso, con algunas carreteras escénicas que nos recordaron a las de Martinica.
Uno de los espacios naturales más bellos que ver en Guadalupe son Les Chutes du Carbet. O lo que es lo mismo, las Cascadas de Carbet. Para visitarlas, hay que pagar entrada.
Se trata, en realidad, de tres saltantes de agua: la primera caída es un salto doble que alcanza, en total, los 115 metros de altura. Se necesita hora y media para llegar hasta ella desde el aparcamiento.
La segunda catarata tiene una altura de unos 110 m de altura. Esta es la de más fácil acceso, pues se llega a ella tras menos de 30 minutos de paseo desde el mismo aparcamiento.
OJO: para llegar hasta el parking de entrada, debéis poner en el GPS el recorrido que pasa por «Boutik ti -punch». De lo contrario, Googlemaps os llevará por un lugar erroneo.
La tercera catarata tiene unos 20 m de altura, pero se accede desde otro lugar distinto.
Nosotros visitamos la segunda catarata. Aunque no es la más bonita que hemos visto durante estos días por las Antillas (en Dominica, por ejemplo, las vimos de bastante más impresionantes), la verdad es que merece la pena llegar hasta aquí.
CASCADE AUX ECREVISSES
Buscamos ahora la carretera D23 que permite llegar a la costa más occidental de Guadalupe. Casi a pie de carretera encontramos la Cascade aux Ecrevisses. Es decir, de los cangrejos.
Hay un aparcamiento acondicionado para visitarla y el sendero para llegar hasta ella es corto. Además, la visita es gratuita.
Se trata de una pequeña cascada, de no más de 6 o 7 metros de altura, que cae en una poza bastante grande, donde algunos turistas de bañan. El agua está realmente fría. El entorno resulta verdaderamente bonito.
GRAND ANSE
Seguimos nuestra ruta panorámica por Guadalupe sin detenernos en el pequeño Zoo de Guadalupe o el Jardín Botánico de Deshaies (son otros lugares que pueden merecer la pena si disponéis de más tiempo en la isla), para buscar una de las mejores playas que ver en Guadalupe: Grand Anse. O sea, la Gran Playa.
Aunque es el sur de Grande-Terre el que presume de disponer de las mejores playas de Guadalupe, lo cierto es que Grand Anse es un arenal precioso y que responde a todos los ideales de playa caribeña: poca gente, arenas doradas y aguas templadas.
Invertimos una hora de nuestro tiempo en relajarnos en la playa, ante de regresar al puerto de Point-a-Pitre.
La verdad es que una escala de crucero en Guadalupe no da para más, pero creo que el recorrido realizado por Basse-Terre nos permitió comprender como es, por lo menos, el occidente de esta isla francesa.