Debéis dedicar un mínimo de 2 o 3 días para visitrar los lugares más importantes que ver en Dublín. Este es el tiempo mínimo que debéis dedicar a la capital de Irlanda, una ciudad que no es precisamente la más monumental de Europa, pero que dispone de un extraordinario ambiente juvenil, producto de esta idiosincrasia tan irlandesa de incluir la vida de pub en lo que es la rutina habitual del lugareño.
Desde luego, entre los lugares imprescindibles de Dublín nombraremos varias iglesias y otros monumentos históricos. Sin embargo, casi que las 3 atracciones más importante de Dublín están directamente relacionadas con el ambiente de los pubs, la cerveza y el whiskey. Me refiero, por ejemplo, a la visita a Temple Bar, el barrio más animado de la ciudad, el recorrido (con cata incluida) por la antigua fábrica de cerveza Guinness y a la visita a la destilería de whiskey más importante que ver en Dublín: la Jameson.
DONDE DORMIR EN DUBLÍN
HOTEL ACADEMY PLAZA. El alojamiento en Dublín, como casi todo en esta ciudad es extraordinariamente caro. Llama la atención porque ni Edimburgo ni en otras ciudades británicas hemos tenido esta sensación. Yo me alojé en el Hotel Academy Plaza, muy céntrico, a un minuto de O’Connell Street, la arteria principal de la zona de Dublín al norte del río Leffley. La habitación era amplia y el desayuno excelente.
¿SE PUEDE AHORRAR ALGO CON LA DUBLIN PASS?
Si sois de los que os gusta visitar los monumentos os recomiendo adquirir la Dublin Pass (la podéis adquirir aquí a su precio oficial y recogerla en las muchas oficinas de turismo del centro de Dublín).
En esta tarjeta están incluidos la mayoría de monumentos y experiencias que ver en Dublín. Casi con visitar la Guinness (25€) y la Jameson (17€) y las 2 catedrales, que son de pago, ya la amortizaréis. Y, además, podréis visitar otros lugares imprescindibles de Dublín como el Museo del Whiskey, la Biblioteca Marsh, la Irish Music Experience y la Exposición Dublinia, y utilizar el autobús turístico de Dublín.
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QUÉ VER EN DUBLÍN EN 2 O 3 DÍAS. LAS 10 VISITAS IMPRESCINDIBLES DE DUBLÍN.
Estas son los 10 lugares que hay que ver en Dublín de forma imprescindible:
- Guinness Storehouse.
- Jameson Destilery.
- Catedral de Christ Church
- Catedral de San Patricio
- Trinity College y Biblioteca del Trinity.
- Biblioteca Marsh.
- Grafton Street.
- Castillo de Dublín.
- Galería Nacional.
- Temple Bar.
1. GUINNESS STOREHOUSE
La Guinness Storehouse, es decir los Almacenes Guinness, no solo es una de las cosas principales que hay que ver en. Se trata de la experiencia número 1 según los viajeros que año tras año visitan la capital irlandesa. Y no es de extrañar, pues pocas marcas de cerveza son tan famosa en el mundo entero como la que fundara Arthur Guinness en 1759.
La verdad es que la visita no es barata (25€), pero os aseguro que resulta una visita de lo más entretenida. Si compráis la entrada anticipada (al mismo precio) aquí podréis realizar un tour guiado en español.
En la Guiness Storehouse os explicarán el proceso de elaboración de la cerveza, el porqué del color oscuro de la cerveza Guinness y cómo pasó a convertirse en una de las más importantes cerveceras del mundo (¿os creeréis que existen 3 plantas Guinness en África dedicadas exclusivamente a abastecer este país?). También podréis conocer la influencia e importancia de la publicidad, a partir del primer tercio del siglo XX.
La verdad es que la visita a la Guinness Storehouse es apasionante. Además, la entrada incluye una degustación a escoger entre tres cervezas distintas a modo de tasting o una pinta en el bar del sexto piso, el Gravity, desde donde se disfruta de unas maravillosas vistas de Dublín.
2. JAMESON DESTILLERY
Otra de las visitas imprescindibles de Dublín es la de la Destilería Jameson (20€ en 2019), una de las más famosas e icono del whiskey irlandés. Aunque tampoco es barata (por eso sale a cuenta comprar la Dublin Pass, que incluye tanto la Guinness Storehouse como la Jameson Destilery), os aseguro que resulta muy instructiva.
Si no vas a comprar la Dublin Pass, puedes adquirir aquí la entrada por anticipado para saltarse las colas.
Y, además, se incluyen varias consumiciones. Por una parte, una degustación de 3 whiskeys que permiten comparar el Jameson (irlandés y de triple destilación) con el whisky escocés (de doble destilación) y el bourbon americano (de destilación simple).
Al final del recorrido se incluye, también, un whiskey con lima y jengibre tamaño vaso de leche, que me resultó delicioso hasta a mí, que no me suele gustar el whiskey. Por cierto, habréis notado que escribo whiskey para la destilación irlandesa y whisky para la escocesa. No es un error, pues según los expertos (y yo no lo soy) es así como debe denominarse.
3. TEMPLE BAR
Seguimos con el tema del bebercio, que en Dublín tiene especial importancia, donde el ambiente juvenil que proporcionan los mejores pubs de Dublín es más acentuado que en ningún otro lugar que jamás hayamos visitado.
Pues dentro de la enorme densidad de pubs y bares que encontramos en toda la ciudad, es en el barrio de Temple Bar donde esta presencia es más acentuada. La calle homónima, Temple Bar, con el pub esquinero del mismo nombre, son quizá los puntos neurálgicos de la zona.
Sin embargo, los pubs se suceden cada pocos metros, de manera que la única duda que tendréis será a la hora de escoger local y escoger cerveza. Casi todos ellos, además, programan música en directo y suelen estar repletos de parroquianos. Entre mis favoritos, más allá del propio Temple Bar, están el Norseman, el Badboobs y el Oliver St. John Gogartys (delicioso su ternera con curry y arroz basmati).
Una buena manera de aprender acerca de esta cultura del pub es realizar un tour con un guía en español que os llevará por 5 de los imprescindibles. El recorrido termina con una cata de 5 cervezas.
4. CATEDRAL DE CHRIST CHURCH
Entre los lugares que hay que ver en Dublín encontramos sus dos catedrales. Porque, a falta de una, en la capital de Irlanda podemos encontrar dos catedrales ni más ni menos. La Catedral de Christ Church (o de la Santísima Catedral) es la mayor de las dos y el edificio más antiguo de uso permanente de la capital irlandesa.
Su historia se remonta a casi 1000 años de antigüedad (los celebrará en 2030) cuando un rey vikingo conocido como Barba Sedosa, mandó construirla. Buena parte de lo que nos ha llegado a nosotros corresponde a la reconstrucción gótica llevada a término durante los siglos XII y XIII, tras la llegada de los anglonormandos. Otra parte, corresponde ya a la restauración de finales del siglo XIX. Las vidrieras, por ejemplo, son todas de esta época.
Entre las obras de arte que conserva esta iglesia nos gustó especialmente el bonito baptisterio, construido con distintos tipos de mármol irlandés y un bellísimo púlpito de madera que queda justo enfrente del coro. Justo cuando la visitamos, un coro de dulces voces norteamericanas interpretaba canciones tradicionales. La verdad es que resultó un momento mágica.
5. CATEDRAL DE SAN PATRICIO
La segunda de las grandes iglesias que hay que ver en Dublín es también una catedral y lleva el nombre del patrón de Irlanda. Este templo, que es de 1220, recibe el título de Catedral Nacional de la Iglesia de Irlanda, que es una subdivisión del protestantismo. Fue alzada justo en el lugar donde san Patricio bautizaba a los conversos.
El folleto que nos entregan indica que la “Catedral sigue acogiendo con las puertas bien abiertas a las nuevas generaciones”. Se olvidan de explicar que eso es previo pago de 8 euros. Por suerte, el ticket, al igual que el de la Catedral de Christ Church, está incluido en la Dublin Pass.
La verdad es que esta iglesia resulta bastante espectacular, con su bonita sillería, sus vidrieras, un precioso púlpito de piedra ricamente tallado y un montón de estatuas de hombres de la patria, casi todas del siglo XIX y que están consideradas entre los más bellos ejemplos del estilo neoclásico irlandés.
Por cierto, Jonathan Swift, que ostentó el cargo de Dean de la Catedral durante 30 años, está enterrado aquí, además de disponer de una vitrina con varios elementos que hacen referencia a su persona, incluida su máscara funeraria. Seguro que su nombre no os dice nada. Sin embargo, además de Dean de la Catedral, parece que se desenvolvía más que bien como escritor. Suya es la obra Los viajes de Gulliver. En este link puedes comprar la entrada por anticipado para saltarte las colas.
6. BIBLIOTECA MARSH
La Biblioteca Marsh fue una verdadera sorpresa. Antes de visitar Dublín sabía de la existencia de una fabulosa biblioteca en el Trinity College. Sin embargo, jamás había oído hablar de esta biblioteca Marsh que tiene más de 300 años de historia (abrió sus puertas en 1707) y que me pareció una verdadera y poco visitada maravilla. Además, está a tres minutos a pie de San Patricio.
Fue la primera biblioteca pública de Irlanda y recuerda mucho a la biblioteca Chetham que visitamos en Mánchester. Como aquella, también la Biblioteca Marsh se sitúa en un primer piso. En la ciudad inglesa nos dijeron que esto era habitual, a fin de resguardar los libros de posibles inundaciones. Desconozco si también es el caso de esta biblioteca Marsh.
Lo cierto es que aquí se cobijan decenas de miles de libros, algunos de los cuales abarcan el periodo entre el siglo XV y el XVII.
La biblioteca se dispone en forma de dos galerías perpendiculares, en forma de L. Los libros se sitúan en estanterías de roble irlandés y están dispuestos exactamente igual que han venido haciéndolo durante los últimos tres siglos.
Parece que Bram Stoker y James Joyce eran lectores habituales en esta biblioteca. Incluso se sabe que el primero habría leído aquí varios libros sobre Transilvania, de manera que es más que probable que fuera de la biblioteca Marsh de donde hubiera tomado información para escribir su célebre novela, Drácula.
7. CASTILLO DE DUBLÍN.
Otro de los monumentos que hay que ver en Dublín de manera imprescindible es su castillo. Aunque de origen medieval, pues fue alzado por orden del Rey Juan de Inglaterra en 1204, lo que podemos ver en la actualidad son las reformas acontecidas en los siglos posteriores. De hecho, de aquella primera fortaleza se conserva una torre y poco más.
Lo cierto es que fue desde aquí desde donde se controló Irlanda por parte de Inglaterra, siendo la sede del poder político y militar de los colones ingleses, además de ser la residencia del virrey. Sin embargo, tras la independencia de Irlanda, el Castillo de Dublín pasó a manos irlandesas, convirtiéndose un uno de los lugares más importantes del nuevo estado.
La entrada está comprendida también en la Dublin Pass, de manera que no dudamos en visitarlo. Entre las varias salas que recorrimos, la más importante es la conocida como Salón de San Patricio. Se trata de una de las estancias más bellas que ver en Dublín, con sus elegantes columnas, su fastuoso techo pintado, los estandartes de la Orden de San Patricio y el Sillón Presidencial, que ha sido utilizado en las ceremonias de toma de posesión del Presidente de Irlanda desde la independencia de 1922. En su momento, esta gran estancia desempeñó las funciones de salón de baile de la corte del Virrey inglés.
Otra de las salas que más nos gustaron es la del Salón del Trono. El gran sillón real fue utilizado por Jorge IV durante su visita a Dublín de 1821.
8. GALERÍA NACIONAL.
Entre los varios museos que hay que ver en Dublín este es nuestro favorito. La National Gallery es, en realidad, una pinacoteca donde están representadas todas las grandes escuelas pictóricas del arte occidental, desde el siglo XIII hasta las vanguardias del siglo XX. Entre las estrellas de la colección Mujer escribiendo una carta, de Vermeer y La Captura de Cristo, de Caravaggio.
9. TRINITY COLLEGE Y LIBRO DE KELLS.
Probablemente, el lugar más importante que ver en Dublín sea el Trinity College con su famosa Vieja Biblioteca. Se localiza a 200 metros del Puente O’Connell en la zona sur de Dublín. Se trata del centro universitario más prestigioso de Irlanda y uno de los más reconocidos en el mundo entero y tiene su enorme campus de casi 200.000 metros cuadrados en el centro de la capital irlandesa.
El Trinity College fue fundado en 1592 por la Reina Isabel I y hasta 1783 tenía vetado su acceso a los católicos. La mayoría de edificios que podemos ver en la actualidad, rodeados de inmaculado césped, son bastante posteriores.
Sin embargo, a lo que se viene al Trinity College es a visitar la Biblioteca Vieja, el lugar más bonito que ver en Dublín y que está considerada como una de las más excelsas bibliotecas del mundo entero. Y no solo por la belleza de su alargada sala de 65 metros, si no también porque dispone de un fondo de libros realmente importantes.
Entre los libros más destacados de la biblioteca, destaca el conocido como Libro de Kells, que se expone en el primer piso de la biblioteca. Se trata de una obra con más de 1000 años de antigüedad, que contiene los 4 evangelios escritos en latín. Este libre está preciosamente ornamentado, con miniaturas consideradas entre las más bellas de la antigüedad.
En la Sala Larga de la Biblioteca del Trinity College se ubican unos 200.000 libros que se sitúan en los dos pisos de estanterías que encontramos a ambos lados del carril central. El espacio se cierra por una bóveda de medio punto. Justo enfrente de las estanterías se sitúan un conjunto de bustos de personalidades irlandesas.
En la biblioteca también se expone una de las copias originales del Acta de Proclamación de la República, de 1916, así como el arpa irlandesa más antigua que se conserva. Es del siglo XV, está diseñada en roble y sauce y, como es sabido, es el símbolo de Irlanda.
10. CÁRCEL DE KILMAINHAM
El último de los lugares que he incluido en esta lista de sitios que hay que ver en Dublín es la vieja cárcel de Kilmainham. Se trata de un lugar histórico de importancia vital para el pueblo irlandés, pues fue aquí donde fueron recluidos y ejecutados tras un juicio sumarísimo, los líderes de la Revolución de Pascua de 1916 (el Rising), que acabaría dando lugar a la creación de la República Irlandesa solo 4 años después.
Las visitas a la cárcel de Kilmainham son guiadas y tienen una duración de una hora. Durante el recorrido pasaréis por una suerte de corte de justicia, por las distintas celdas y galerías de la cárcel, por la capilla y por los patios de la prisión, donde os explicarán donde fueron ajusticiados los nacionalistas irlandeses.
Y hasta aquí esta lista de los lugares más importantes que ver en Dublín, una ciudad que sin ser la más monumental del mundo requiere de, al menos, dos o tres días para ser disfrutada en calma y, sobretodo, para gozar de un ambiente juvenil y de pubs que no tiene parangón en toda Europa.
Comentarios:
8 comentarios en “Que ver en Dublín. Las 10 visitas imprescindibles de la capital de Irlanda.”
Me encanta descubrir cosas interesantes de los destinos que ya he estado para regresar 😀 Mi pareja estuvo una temporada viviendo en Dublín y reconozco que la Biblioteca Marsh o la cárcel de Kilmainhan no estuvo entre nuestros itinerarios. De esto hace ya bastantes años, pero no me importaría volver y aprovechar para observar cómo han cambiado las cosas y esos detalles que has dejado. Gracias por compartir!
Cuando estuvimos en Dublín tuvimos la mala suerte de encontrarnos el castillo cerrado… ? Así que como tampoco visitamos la Jameson Destilery ni la biblioteca Marsh, ya tenemos excusa para volver a Irlanda. ? Eso sí, la próxima vez miraremos la Dublin Pass porque, como dices, se puede ahorrar mucho dinero con solo hacer un par de visitas…
Saludos.
Así es. Una buena excursa para regresar. Aunque cara, es una ciudad muy agradable para recorrer. Y como dices, casi que usando la Dublin Pass para 4 o 5 visitas imprescindibles ya la amortizas.
Un abrazo, chicos.
Por lo que cuentas, con la Dublin Pass entra la Guiness y la Jameson. Sabes si hay que reservar?
Gracias
No, David. Si tienes la Dublin Pass, pueder ir directamente sin tener que reservar. La verdad es que sale a cuenta si sois de visitar los lugares.
Seguro que va a disfrutar muhco de Dublín, Carina. Un beso!