Qué ver en Burdeos en 2 días. Este va ser el tiempo que vais a requerir para recorrer la capital mundial del vino, la novena ciudad en población de Francia y una ciudad que en los últimos años se ha situado como uno de los más destinos más interesantes del país galo.
Los nuevos proyectos no paran de sucederse en esta bellísima población alzada gracias al uso casi exclusivo de la porosa piedra calcárea que, una vez pasada por el tamiz de las restauraciones llevadas a término en los últimos lustros, luce más que nunca.
Proyectos como la innovadora Ciudad del Vino de Burdeos (importante comprar las entradas por anticipado a precio de taquilla, para no perderse la gran atracción de la ciudad) o el original Espejo de Agua de la plaza de la Bolsa han situado a Burdeos en el escaparate mundial de destinos privilegiados. Todo ello para una ciudad, no lo olvidemos, que puede presumir de haber dado nombre a un color, el burdeos.
Varias iglesias, enormes plazas, puertas medievales o elegantes museos son solo algunos de los lugares más importantes que hay que ver en Burdeos. Sin embargo, no debe faltar durante un paseo por esta ciudad, dedicarle un generoso tiempo al buen comer y al buen beber.
No podría ser de otra manera para una ciudad trufada de tiendas gourmet, vinotecas de todo tipo y que dispone de una excelente oferta gastronómica en forma de bistrós y restaurantes.
Burdeos, situado a orillas del río Garona, solo unos pocos kilómetros antes de que éste vierta sus aguas al Atlántico se ha convertido, con todo merecimiento, en la ciudad de moda del sur de Francia.
Y, además, supone un excelente punto de partida para realizar varias excursiones por sus alrededores. Por ejemplo, a la Duna de Pilat, la más alta de Europa, o a la medieval población de Saint-Émilion, que forma parte (al igual que Burdeos) del Patrimonio de la Humanidad y que es motivo de peregrinaje para los amantes de la viticultura, al poseer más de 850 productores de vino pese a albergar únicamente unos 2500 habitantes.
Para recorrer los lugares más importantes que ver en Burdeos necesitaréis dos días. Pero, como digo, reservad un mínimo de dos jornadas más para poder conocer sus alrededores. No os arrepentiréis.
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DÓNDE DORMIR EN BURDEOS
HOTEL DES 4 SOEURS. Dormir en el centro de Burdeos es posible en este hotel, que es uno de los más históricos de la ciudad, en un edificio del siglo XVIII y que lleva prestando su servicios desde hace más de 100 años.
Este hotel ha sido renovado y presenta una habitaciones bastante amplias (nosotros tuvimos una triple) y dispone de wifi gratuito. Lo mejor sin embargo, es la situación, en pleno centro, y a 5 minutos andando de varios de los lugares más importantes que hay que ver en Burdeos y al lado de la oficina de turismo.
10 LUGARES QUE VER EN BURDEOS
Estos son los lugares más interesantes que hay que visitar en Burdeos. Contad con dos jornadas para ello. Por ejemplo, para recorrer la Ciudad del Vino deberéis contar con un mínimo de dos horas y media.
1. PLACE DE LA COMEDIE. LA ÓPERA DE BURDEOS Y EL GRAN HOTEL.
Empezamos nuestra visita por la Place de la Comédie, que se encuentra a 50 metros de nuestro hotel y a 100 de la oficina de turismo (aquí os proporcionarán un mapa de la ciudad). El espacio recibe este nombre por albergar el Gran Teatro de la Ópera. De estilo neoclásico, que domina la plaza y resulta francamente escénico.
Minerva, Venus, Juno y nueve ninfas se sitúan en lo alto de la cornisa de esta fachada neoclásica. Es una obra de Victor Louis y fue inaugurado en 1780, en el momento de máximo esplendor de la ciudad. Las 12 columnas de orden corintio que sostienen la cornisa resultan francamente impresionantes.
Justo enfrente, al otro lado de la plaza, se ubica uno de los hoteles más importantes y lujosos de Burdeos. Se trata del Grand Hotel. De su fachada se encargó también el mismo arquitecto: Victor Louis.
No hay que perderse en esta plaza una de las obras de arte contemporáneo más importantes que hay que ver en Burdeos. Se trata de la obra Sanna, de Jaume Plensa, ofrecida a la ciudad por un mecenas particular después de que la obra hubiera estado expuesta en Burdeos de forma temporal y durante unos pocos meses de 2013.
2. PLACE DE LA BOURSE
Bajamos por Cours de Chapeau Rouge para encontrarnos, enseguida, con el frente fluvial. A escasos metros se ubica la más importante de las plazas que hay que ver en Burdeos.
Se trata de la Place de la Bourse. O sea, de la Bolsa. Fue creada en este momento de máximo desarrollo de la ciudad, en pleno neoclasicismo, cuando Burdeos se convirtió en capital mundial del vino y sus caldos eran exportados al mundo entero.
En medio de la plaza, destaca la fuente de las tres gracias, pero lo más espectacular es el armónico conjunto de edificios que le sirven como telón de fondo, pues la plaza está únicamente urbanizada en uno de los tres lados.
Los más pequeños, sin embargo, disfrutan bastante más con el gran espejo de agua que con la arquitectura palaciega de la plaza. Un conjunto de surtidores rellenan un enorme espacio oscuro situado al otro lado de las vías del tranvía, justo enfrente del río Garona.
El resultado, al dejar de funcionar los surtidores, es una fina capa de agua que convierte el espacio en un grandísimo espejo que refleja los edificios de la plaza. Se trata, dicen, del espejo de agua más grande del mundo y la verdad es que regresaremos en varias ocasiones, durante nuestra estancia en Burdeos, para disfrutar de este curioso reflejo.
3. CITÉ DU VIN DE BURDEOS
Sabido es que Burdeos es la Ciudad del Vino. No podría faltar, por lo tanto, un museo dedicado a ello.
Sin embargo, la Ciudad del Vino es mucho más que ello. Se trata de un enorme complejo que abrió sus puertas en 2016 en un edificio precioso de moderna factura, situado orillas del Garona. Es una obra de contorsionadas formas, diseñada por el estudio francés XTU Architects, dirigido por Anouk Legendre y Nicolas Desmazières.
La Ciudad del Vino de Burdeos es un lugar interactivo donde descubrir todo aquello que rodea al mundo de la viticultura. Historia del vino, geografía, variedades de vides, distintas maneras de cultivar el vino y otros muchísimos aspectos de interés acerca de las vides y los caldos es lo que encontramos en este lugar que, con todo merecimiento, es uno de los lugares que hay que ver en Burdeos de forma obligada.
Un lugar donde disfrutar con los cinco sentidos del mundo del vino y cuya visita termina con una cata de alguno de los famosos caldos de Burdeos que se sirve en la octava planta y que va incluida en el precio de la entrada.
Contad un mínimo de un par de horas para disfrutar como se merece de esta Ciudad del Vino de Burdeos, pero por poco que es os gusten los vinos no dejéis de visitarla.
4. PORTE CAILHAU
Como tantas otras ciudades, Burdeos fue una urbe amurallada durante la edad media. La modernidad se llevó por delante aquellas venerables murallas. Sin embargo, algunas de las puertas de la misma se han conservado. Una de las más bellas que hay que ver en Burdeos es, precisamente, esta Puerta de Cailhau, a la que llegamos en cinco minutos desde la plaza de la Bolsa.
En la actualidad queda encajonada entre edificios pero ello no le resta espectacularidad al que es uno de los monumentos imprescindibles del Burdeos. Carlos VIII preside la puerta. Sin embargo, si no te fijas bien podrías llegar a pensar que la estatua en cuestión representa a una virgen.
Subimos hasta el cuarto piso, pues la entrada está comprendida en la tarjeta turística de Burdeos, aunque la exposición que hay en su interior nos deja un pelín fríos.
5. SAINT-MICHEL
Nuestro siguiente destino nos lleva hasta una de las grandes iglesias que hay que ver en Burdeos de forma obligada. Y es que Saint-Michel forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad como integrante de los Caminos de Santiago franceses.
Llegamos a ella tras pasar por delante de la Puerta de Bourgogne, que queda justo enfrente del Puente de Piedra del que luego os hablaré. La iglesia de San Miguel fue alzada a partir del siglo XIV en estilo gótico.
La verdad es que se trata de un templo de proporciones bastante importantes, aunque algo achaparrado. En el interior nos llama la atención un conjunto de vidrieras bastante modernas, pero que encontramos muy originales. Como muchos templos de peregrinación, Saint-Michel dispone de deambulatorio en su cabecera.
Sin embargo, si algo convierte a Saint-Michel en uno de los monumentos que hay que ver en Burdeos es su campanario que, por cierto, no se construyó en la misma iglesia si no de forma separada. La flecha, que así la llaman en Burdeos, alcanza los 114 metros. Os aseguro que las vistas desde lo alto merecen la pena y alcanzan toda la ciudad.
Ten la plaza donde se ubica la Basílica de San Miguel como en los alrededores, encontramos bastantes restaurantes étnicos a muy buenos precios.
6. GROSSE GLOCHE
Buscamos el Cours Victor Hugo, uno de los más animados de la ciudad y donde se encuentran un buen número de restaurantes y vinotecas. En cinco minutos, porque el centro de Burdeos es una ciudad construida a escala humana, llegamos al Grosse Gloche, que es lo que ha llegado a nuestros días de otra de las puertas de la amurallada Burdeos.
Podría pensarse que Gloche significa Reloj, porque lo cierto en que un gran reloj preside cada una de las fachadas de esta puerta. Pero no, el nombre significa Gran Campana, que es precisamente lo que tenía (y tiene) esta puerta del siglo XIII. La campana en cuestión, por cierto, pesa casi ocho toneladas y es bastante posterior, pues fue emplazada en esta puerta en 1775. Subimos hasta lo alto aunque las vistas no superan, desde luego, las de la Saint-Michel.
7. CATEDRAL DE SAINT-ANDRE Y TORRE PEY-BERLAND.
Nuestro siguiente objetivo es otro de los templos que hay que ver en Burdeos y que también forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad desde 1998, como parte integrante de los Caminos de Santiago franceses. Se trata de la Catedral de San Andrés, que fue iniciada como románica aunque terminó como gótica y que resulta bastante más impresionante en su interior que en su exterior.
Curiosamente, su fachada occidental jamás llegó a completarse, aunque ello se subsana con una bonita fachada norte. En el tímpano de la portalada se esculpió el Juicio Final. Esta fachada queda enmarcada por dos altas torres.
Este lugar ha sido escenario de un par de bodas reales. La primera, entre Leonor de Aquitania y el futuro Luís VII. La segunda, entre Luis XIII y Ana de Austria. El interior del templo merece la pena. Especialmente llamativas resultan las vidrieras así como unas policromadas capillas laterales de la cabecera.
Al igual que pasa con San Miguel, el campanario de la Catedral de Saint-André está también exento. La torre se culmina con una aguja donde se sitúa la dorada imagen de Notre Dame de Aquitania. Este campanario es conocido como Torre de Pey Berland y dispone de un mirador desde donde se disfruta de otras maravillosas vistas. Eso sí, es posible que debáis esperar turno, pues solo se permite el ascenso a 19 personas al mismo tiempo.
Enfrente de la fachada occidental de la Catedral se ubica el Palacio Rohan, que en la actualidad desempeña las funciones de ayuntamiento. Por desgracia no está permitida la entrada turística para conocer su interior.
8. BASÍLICA DE SAINT SEURIN
Tenemos marcado Saint Seurin como próximo objetivo. Es la tercera de las iglesias que hay que ver en Burdeos y que forma parte del Patrimonio Mundial como integrante de las vías francesas del Camino de Santiago. Sin embargo, cuando llegamos a la iglesia no podremos entrar porque hace un par de meses sufrió un incendio en la zona de la sacristía y desde entonces permanece cerrada.
Se trata de una de las iglesias más antiguas de Burdeos y es románica. Nos debemos conformar en echar un vistazo a su exterior. Particularmente interesante resulta el pórtico historiado.
9. PLACE DES QUINCONCES
Tomando la Vía Judaica y el Cours de la Intendance regresaremos a la Place de la Comédie, donde hemos iniciado nuestro recorrido por los lugares imprescindibles de Burdeos. Sin embargo, no podemos dejar de visitar la Plaza Quinconces, que es una de las más grandes de Francia y que se ubica a no más de tres minutos desde la Ópera de Burdeos.
La verdad es que esta plaza es un espacio abierto y prácticamente desierto. En su momento se ubicó un castillo que la monarquía francesa construyó con motivo de tener controlados a los ciudadanos de Burdeos que, por lo visto, han tenido siempre fama de revolucionarios. Pero lo cierto es que donde un día se alzó el Castillo de la Trompette, en la actualidad no hay más que un enorme espacio desierto.
En este espacio vacío destaca de forma rotunda una enorme columna coronada con una imagen que representa la libertad rompiendo las cadenas. En la base, una gran fuente, especialmente querida por los lugareños, recuerda a los Girondinos, uno de los grupos políticos más activos y que se alzaron contra el antiguo régimen. Tenían su origen en la Gironda, que es la región histórica donde se ubica la ciudad de Burdeos. Todo tipo de imágenes alegóricas fundidas en bronce forman parte de un destacado programa iconográfico para el que es uno de los más bellos monumentos que hay que ver en Burdeos.
Con esta visita se cierra este recorrido circular por los lugares más bellos que hay que ver en Burdeos, una ciudad que merece un par de jornadas para ser recorrida.
10. LOS PUENTES SOBRE EL RÍO GARONA
Son siete los puentes que hay sobrfe el río Garona a su paso por Burdeos, pero estos son nuestros 2 favoritos.
El PUENTE DE PIEDRA. Es el puente más antiguo de Burdeos y fue el único en cruzar la ciudad hasta el siglo XX. Fue mandado construir por Napoleon y tiene 17 arcos, coincidiendo con las letras que contiene el nombre de su promotor: Napoleón Bonaparte.
El PUENTE CHABAN-DELMAS. Es un puente levadizo muy moderno y situado frente a la Ciudad del Vino. Fue inaugurado en 2013 y tiene la particularidad que para dejar pasar los grandes buques no se abre en dos hojas si no como se tratara de una gran plaforma en ascensor.
Comentarios:
9 comentarios en “Qué ver en Burdeos, la capital mundial del vino.”
La verdad que tiene bastante patrimonio que ver en Burdeos, la Grosse Gloche me ha encantado, espectacular esa puerta. No somos muy apasionados del vino, pero seguro que la ciudad del vino es una visita muy interesante 😀
Un saludo.
Sí que lo es. Además, da una visión muy general de toda la historia del vino y no solo centrado en el vino de Bur4deos. 100% recomendable.
Hace 20 años que visitamos (por separado) la ciudad y, para ser sinceros, no guardábamos muy buen recuerdo de ella. Tal vez sea que Burdeos ha cambiado mucho en las dos últimas décadas o que nosotros hemos «madurado» y vemos los destinos con otros ojos, pero (a través de tus palabras y fotos) nos ha parecido una ciudad bonita. ?
Como queremos hacer una ruta por Biarritz y Bayona, quizá alarguemos el viaje y lleguemos hasta Burdeos. ?
Saludos.
Tengo varias ciudades pendientes en el sur de Francia, y por supuesto Burdeos una de las que más. El gran espejo de agua ya lo había visto antes en fotos, me parece súper fotogénico. Y la ciudad del vino fashion fashion 😀
Un saludo!
Así es. Habíamos visto fotos del espejo de agua, pero hasta que no estás allí no te das cuenta de lo chulo que es. Particularmente cuando cae la noche y la Plaza de la Bourse está toda iluminada. Muy chulo.
Hola Gabi. En los días próximo publicaremos alguna excursiones a Burdeos, como a la Duna de Pilat y Saint Emilion. La zona da para 4 o 5 días sin probremas.
Un saludo.