El Parque Nacional Chobe fue el segundo gran destino que visitamos en Botswana, tras el Delta del Okavango.
Para llegar al Parque Nacional Chobe tomamos una avioneta panorámica que nos permitió sobrevolar el maravilloso Delta del Okavango, aterrizando en Kasane, población de entrada al Parque Nacional Chobe.
Nuestro alojamiento no podría ser mejor. El Chobe Safari Lodge está ubicado a orillas del río Chobe y dispone tanto de habitaciones como de cabañas individuales. Un resort de semilujo que además dispone de una piscina ideal para retomar fuerzas y que ofrece una de las mejores gastronomías de las que hemos disfrutado durante estas más de tres semanas por tierras africanas.
EL PARQUE NACIONAL CHOBE
El Parque Nacional Chobe es el segundo mayor de Botswana, tras el Parque Nacional Gemsbok que forma parte del Parque Transfronterizo Kgalagadi, que comparten Botswana y Sudáfrica.
El Parque Nacional Chobe recibe el nombre del río que lo atraviesa, con sus islas centrales y sus orillas repletas de vida animal. Sin embargo, es este uno solo de los cuatro ecosistemas que forman este espacio natural, que incluye más de 10.000 metros cuadrados.
Más allá que en Chobe se pueden encontrar los 5 grandes mamíferos (león, leopardo, búfalo, elefante y rinoceronte), el Parque Nacional Chobe es mundialmente conocido por su extensísima población de elefantes.
Se estima que la población de paquidermos supera ampliamente los 70.000 ejemplares, aunque algunas fuentes sitúan la cifra claramente por encima de los 100.000. Imposible no ver elefante en Chobe. De hecho, durante nuestro vuelo de aproximación desde el Delta del Okavango ya vimos varias manadas.
CÓMO VISITAR EL PARQUE NACIONAL CHOBE
Nosotros realizamos 2 game drive o safaris en el Parque Nacional Chobe. El primero, por la tarde del primer día, a bordo de una embarcación. El segundo, a borde de un 4×4, empezando aún de noche, con la idea de ver felinos, los animales más esquivos.
SAFARI EN EMBARCACIÓN POR EL RÍO CHOBE
El safari a bordo de una embarcación por el río Chobe fue una de las sorpresas del viaje. Si no está incluido en vuestra ruta lo podéis contratar en el mismo Chobe Safari Lodge donde nos alojamos.
A lo largo de unas tres horas, aproximadamente, pudimos disfrutar de una enorme experiencia de vida salvaje.
Manadas de decenas de elefantes paseando por las orillas y las islas del Río Chobe o centenares de nyus, cebras, impalas, búfalos o cobos de agua (de estos no habíamos visto en el Parque Nacional Etosha) pastando plácidamente, fue lo que vimos durante el paseo.
También muchos hipopótamos surcando las aguas fluviales y unos pocos agazapados en la orilla.
También vimos muchos cocodrilos apurando las últimas horas de sol en las orillas del río, varanos buscando sus madrigueras a orillas del río, jirafas controlando el espacio desde las alturas o decenas de pájaros distintos que intentábamos identificar gracias a nuestra guía de campo impresa y al saber de nuestro guía, un verdadera portento el avistamiento e identificación de animales.
Este safari por el Parque Nacional Chobe, como el del día siguiente, fue uno de los mejores momentos del viaje al sur de África. Y terminó, no podría ser de otra forma en África, con una esplendorosa puesta de sol.
SAFARI EN 4X4 POR EL PARQUE NACIONAL CHOBE
A la mañana siguiente teníamos la segunda parte del safari por el Parque Nacional Chobe. En este caso, nos levantamos a las 5 de las mañana para, antes de desayunar, empezar un safari por las pistas del parque.
Este safari se realiza en vehículos 4×4 para 9 personas. Antes de empezar, en plena oscuridad, nos repartieron las necesarias sábanas para resguardarnos del frío matutino.
El objetivo principal del safari por el Parque Nacional Chobe era el de avistar algún felino. Especialmente, leones o leopardos.
Y de veras que lo conseguimos. Tras más de media hora de seguir huellas de león en una y otra dirección (muchas de las carreteras del parque son muy arenosas, lo que facilita en seguimiento) dimos con una pareja de leones, que durante unos 10 larguísimos minutos tuvimos andando junto a nuestro 4×4.
Se trató de uno de los momentos más emocionantes del viaje. Casi que podíamos tocar su melena con solo sacar la mano del coche. Fue de aquellas ocasiones en que el tiempo parece detenerse.
Además de los leones, vimos, como no podría ser de otra forma, decenas de especies distintas incluidos elefantes, cobos de agua, girafas, cebras, nyus hipopótamos, babuinos y kudús, además de incontables (y no siempre identificables) aves. E incluso una civeta y un tejón de miel.
Sin embargo, el momento león será el que quedará por siempre más en nuestra memoria. Tras el safari matutino, regresamos al lodge para desayunar. Después el viaje nos llevaría a cruzar otra frontera. En este caso la de Botswana con Zimbabue. Nuestro próximo objetivo sería otro de los momentos culminantes del viaje: la visita a las Cataratas Victoria.
El safari por el Parque Nacional Chobe es una de las paradas imprescindibles de cualquier viaje por el sur de África.