Los Museos Vaticanos (así, en plural) son uno de los complejos museísticos más extensos del mundo entero (y desde luego, el más importante de los mejores museos de Roma).
Aunque podéis visitar los Museos Vaticanos por libre (eso sí, hay que adquirir anticipadamente las entradas), una buena manera de recorrerlos es de la mano de esta visita guiada en español (requiere reserva previa).
Sus colecciones incluyen un fabuloso recorrido por la Historia del Arte, que abarca desde obras maestras del Arte Egipcio hasta obras de algunos de lo más destacadas artistas del siglo XX, en la colección de Arte Contemporáneo.
En este artículo te vamos a contar las que, para nosotros, son las 10 mayores obras maestras de los Museos Vaticanos. Desde luego, se trata de una lista absolutamente personal. Una más de las muchas que podréis encontrar en la red, de manera que habrá quien encuentre a faltar aquella obra de Leonardo o aquel original romano que no podría faltar en una lista de obras maestras de los Museos Vaticanos. Y seguro que tendrán razón.
También os comentaré cómo visitar los Museos Vaticanos, porque a menudo se presta a error, el hecho de que el conjunto incluya más de una quincena de museos distintos.
TABLA DE CONTENIDOS
COMPRAR LA ENTRADA PARA EL MUSEO VATICANO
Si vais a visitar los Museos Vaticanos tenéis dos posibilidades: por libre o en una visita guiada. Eso sí hay que comprar las entradas para los Museos Vaticanos de manera anticipada si os queréis ahorrar las kilométricas colas o, incluso, si no os queréis quedar sin poderlo visitar.
VISITA POR LIBRE. podéis comprar la entrada anticipadamente (actualmente obligatorio). Compradlas con bastantes días de antelación, porque se suelen terminar.
VISITA CON UN GUÍA EN ESPAÑOL. Con esta visita guiada que hay que reservar anticipadamente, conoceréis conoceréis los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro de la mano de un guía en español. Desde luego, vais a conocee todas las grandes obras maestras de los Museos Vaticanos.
CÓMO VISITAR LOS MUSEOS VATICANOS
Como dije, los Museos Vaticanos son un conjunto de museos (más de 15). Eso sí, todos estos museos se visitan con una única entrada conjunta. De esta manera, podremos ver desde un museo dedicado íntegramente al arte egipcio, a otro centrado en el arte etrusco, una pinacoteca donde están representados buena parte de los grandes maestros del arte occidental o el fabuloso Museo Pío Clementino, donde encontraremos varias de las obras maestras de los Museos Vaticanos y del Arte Universal, incluyendo obras clásicas.
Sin embargo, el tiempo es finito para casi todos los viajeros y la verdad es que pasarse más de tres o cuatro horas seguidas en los Museos Vaticanos podría ser una temeridad. Entonces, ¿cómo visitar los Museos Vaticanos?
Veréis que el acceso al conjunto de museos es único. Sin embargo, hay un momento en que deberéis iniciar la visita a uno de los museos. Y a partir de este, los distintos Museos Vaticanos se van sucediendo de manera consecutiva, hasta llegar a las Estancias de Rafael y posteriormente, a la Capilla Sixtina.
Después de la Capilla Sixtina, el recorrido sigue en un continuum por las Sala de los Papiros y el Museo Cristiano.
Finalmente, la Pinacoteca queda fuera de este recorrido casi continuo, de manera que podréis acceder a ella antes o después de haber pasado por este circuito de museos.
Nosotros empezamos la visita con el Museo Gregoriano Egipcio. Otra posibilidad es empezar con el Museo Gregoriano Etrusco que posteriormente lleva al Gregoriano Egipcio. Pero esto va a suponer, seguro, al menos media hora más de visita.
Empleamos aproximadamente unas tres horas para visitar los Museos Vaticanos. Suficiente, a nuestra manera de ver, para no terminar saturados entre tantas obras de arte. Desde luego, lo ideal sería dedicarle 3 o 4 tardes, pero eso no suele ser posible para la práctica totalidad de solos visitantes. A no ser que vivas en Roma, claro.
LAS 10 OBRAS MAESTRAS DE LOS MUSEOS VATICANOS
Ahora sí, empiezo con las que son nuestras 10 obras de arte favorito en los Museos Vaticanos.
1. LAOCOONTE Y SUS HIJOS
Nuestra favorita entre las obras maestras de los Museos Vaticanos. Este conjunto está considerado como uno de los grandes momentos del arte clásico y ocupa un lugar destacado en el Museo Pío Clementino.
Es un original griego, probablemente del siglo I, y está atribuido a los escultores griegos Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas. Representa la muerte, víctima de la estrangulación, por serpientes marinas de Laocoonte.
2. HERMES DEL BELVEDERE
Esta obra fue encontrada en 1540 cerca del Mausoleo de Adriano (es decir, del Castel Sant’Angelo). Durante bastante tiempo se creyó en una representación de Antinoo, que ha pasado a la historia como el amante del Emperador Adriano. Sin embargo, desde hace ya un tiempo se considera que se trata de Hermes, que por cierto es el dios griego de las fronteras y de los viajeros que las cruzan.
Esta obra está considerada una copia romana de un original griego, que sería una obra de Praxíteles, en bronce.
3. APOXIOMENO
Otra de las grandes obras maestras de los Museos Vaticanos y de la Historia del Arte es este Apoxiomeno del Museo Pío Clementino, que también es una copia romana del siglo I de un original griego, probablemente del siglo IV aC. En este caso, el original habría sido un bronce de Lisipo, aunque en un primer momento se pensó en Policleto.
El Apoxiomeno representa a un atleta con el estrígil en su mano izquierda, que era algo así como una rascadera utilizada por los atletas para limpiarse el cuerpo del sudor, la arena y el aceite. Parece que este momento era todo un ritual para el atleta que había completado su actuación.
4. AUGUSTO DE PRIMA PORTA
Entre las obras maestras de los Museos Vaticanos no faltan varias estatuas de generales y emperadores romanos, como no podría ser de otra forma.
Una de las más bellas es este Augusto de Prima Porta, encontrado en Villa Livia en 1863. Se trata de un retrato de cuerpo entero de Octavio Augusto triunfante, vestido de militar y con una muy ornamentada coraza.
5. SARCÓFAGO DE SANTA ELENA
Elena de Constantinopla fue la madre del Emperador Constatinto y está considerada santa para las iglesias católica, luterana y ortodoxa. Fue enterrada en el mausoleo que su hijo Constantino mandó construir en Roma como lugar para su propia sepultura, pero que fue finalmente fue utilizado para su madre.
El Sarcófago de Santa Elena es una obra de pórfido rojo de la primera mitad del siglo IV, aunque lo que podemos ver en la actualidad es producto de la restauración llevada a cabo en el XVIII, después de que el sarcófago quedase dañado en un incendio del XIV.
En el sarcófago encontramos múltiples figuras en alto y bajorrelieve, predominando las de carácter militar, donde los romanos someten a los bárbaros. Un tema poco habitual como sarcófago para una figura femenina, por lo que se piensa que originariamente habría sido pensado para otro componente de la familia real.
6. LA ESCUELA DE ATENAS
Varias de las mejores obras maestras de los Museos Vaticanos las encontramos en las Estancias de Rafael, ya de camino a la Capilla Sixtina.
La Escuela de Atenas es una pintura al fresco que ocupa la totalidad de una de las paredes de una de las estancias del Palacio Apostólico. En concreto, la habitación conocida como Stanza della Segnatura. La Escuela de Atenas fue pintada entre 1510 y 1512, ocupa 5 metros de alto por casi 8 de ancho, y representa los orígenes del pensamiento occidental. La particularidad es que Rafael pinta rostros de artistas contemporáneos para representar a los clásicos de la filosofía. Platón, por ejemplo, es representado como Leonardo, Heráclito como Miguel Ángel y Apeles como el propio Rafael.
7. LA TRANSFIGURACIÓN, DE RAFAEL.
Pasamos ahora a algunas de las Obras Maestras de los Museos Vaticanos que encontramos en la Pinacoteca. Una de las más celebradas es la Transfiguración, una pintura de 1527, obra de Rafael Sanzio.
Se trata de una pintura al óleo sobre tabla, de grandes dimensiones (405 x 278 cm) , encargada por el cardenal Julio de Médicis para la catedral de Narbona. Sin embargo, nunca llegó a exponerse allí.
La tabla se divide en dos partes. En parte superior de la pintura se representa el momento de la Transfiguración de Jesucristo en el monte Tabor. En la parte inferior de la pintura, observamos a los Apóstoles intentando liberar a un niño poseído por los demonios o epiléptico. Solo la llegada de Jesucristo, permite el milagro.
8. DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ, DE CARAVAGGIO.
En ninguna ciudad del mundo podemos visitar tantos Caravaggio como en Roma (si os gusta este pintor, os interesará esta Ruta de Caravaggio y Bernini por Roma). En la Pinacoteca Vaticana encontramos este Descendimiento de la Cruz, conocido a veces como Santo Entierro. Este óleo sobre lienzo fue pintado hacia 1602, según parece, inspirándose en algunas obras de Miguel Ángel, incluyendo su célebre Piedad.
Como indica su nombre, la pintura representa el momento del Descendimiento de la Cruz, con San Juan y Nicodemo sosteniendo el cuerpo sin vida de Cristo.
9. LA CREACIÓN DE ADÁN, DE MIGUEL ÁNGEL.
Y ahora sí, llegamos a la Capilla Sixtina, aunque probablemente la visitaréis antes que la Pinacoteca, si seguís el recorrido habitual del museo.
Aquí encontramos varias de las obras maestras de los Museos Vaticanos y, en realidad, de la Historia del Arte. Una de las más memorables es la pintura que representa la Creación de Adán, que forma parte del fresco de la bóveda de la Capilla Sixtina. Es, desde luego, una de las más famosas de la historia, pero solo una pequeña parte de una composición que ocupa el completo del techo de la Capilla Sixtina, incluyendo 300 figuras en unos 500 metros cuadrados de pintura al fresco.
10. EL JUICIO FINAL, DE MIGUEL ÁNGEL.
Tampoco puede faltar en esta lista la pintura al fresco que ocupa el ábside de la Capilla Sixtina y que representa el Juicio Final. Fue terminada en 1541, 30 años más tarde que La Creación de Adán.
Se trata de una pintura al fresco enorme, que representa el tema del Juicio Final según el Apocalipsis según San Juan. Miguel Ángel tardó cuatro años en terminar la obra.
Y hasta aquí esta lista personal que incluye 10 de las obras maestras de los Museos Vaticanos, uno de los lugares imprescindibles que ver en Roma.