Los monasterios son edificios habitados por comunidades de monjes. Debemos encontrar el origen de los monasterios en los primitivos ascetas que se retiraban en pos de una vida contemplativa, con escaso o nulo contacto con el exterior.
Aunque encontramos monasterios en distintas religiones, en este artículo os hablaré exclusivamente de 7 monasterios cristianos que forman parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Muchos de aquellos primeros anacoretas cristianos se juntaron formado comunidades monásticas, muchas de ellas absolutamente retiradas de la vida exterior, formando monasterios de clausura, y otras más abiertas al conjunto de la sociedad.
Estas comunidades monásticas se organizan bajo lo que se conoce como regla, que son el conjunto de normas en que se basa la convivencia de la congregación. Además, los monasterios de agrupan en órdenes monásticas, como cistercienses, jerónimos o cartujos, cada uno de los cuales sigue su propia regla.
Los monasterios cristianos se organizan bajo la orden de un abad o prior. Aunque en un origen, los prioratos dependían de abadías madre, desde el Renacimiento la diferencia entre prioratos y abadías es prácticamente inexistente.
En esta lista de 7 monasterios Patrimonio de la Humanidad, hemos incluido cenobios que perteneces a distintas ramas del cristianismo, incluyendo el catolicismo, el cristianismo ortodoxo o la iglesia protestante.
7 MONASTERIOS PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Estos son 7 de nuestros monasterios favoritos incluidos en la lista del Patrimonio Mundial.
1. MONASTERIO DE POBLET, EN ESPAÑA
El Monasterio de Poblet, localizado en la comarca tarraconense de La Conca de Barberá, es el mayor monasterio cisterciense de Europa y el más importante de los 3 monasterios que forman la Ruta de Císter de Catalunya, junto a los monasterios de Santes Creus y Vallbona de les Monges.
Impulsado por Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, a mediados de siglo XII, el cenobio fue entregado a los monjes de la abadía cisterciense de Fontfroide, casa madre del cenobio catalán.
Casi 900 años más tarde, la huella monástica sigue viva gracias a la comunidad benedictina que sigue habitando Poblet, bajo las premisas de pobreza, ascetismo, eremitismo y obediencia, características de la orden.
Además, en el Monasterio de Poblet está enterrada parte de la nobleza catalana medieval, especialmente desde que el cenobio fue convertido en Panteón Real por orden de Pedro el Ceremonioso, en 1340. Aquí yacen varios Condes de Barcelona y monarcas de la Corona Catalana-Aragonesa.
El plano del cenobio se basa en el que es conocido como plano Bernardino, habitual de los monasterios cistercienses.
La visita guiada permite conocer varias de las estancias, incluidas el que es uno de los claustros góticos más bellos de España, aunque las galerías más primitivas son aún románicas. Especial interés suscita el bonito lavatorio.
También preciosas resulta la sala capitular y no menos interesante, el refectorio, que sigue utilizándose como comedor monástico.
2. MONASTERIO DE LOS JERÓNIMOS, DE PORTUGAL
Otro de los monasterios Patrimonio de la Humanidad en Europa más interesantes es el lisboeta Monasterio de los Jerónimos, epítome del arte manuelino portugués.
El Monasterio de los Jerónimos de Lisboa se construyó a principios de siglo XVI, en tiempos de Manuel I de Portugal, para conmemorar el regreso de Vasco da Gama de su viaje a la India.
Para financiarlo, se implementó el Impuesto de la Pimienta, que gravaba las mercancías llegadas de Oriente.
Cargado de simbología que recuerda las epopeyas lusas de ultramar, este cenobio que también desempeñó funciones de Panteón Real desde 1604, nos presenta el que es uno de los claustros más maravillosos de toda Europa.
Con repetidos medallones, abundancia de cuerdas y cabos marineros o la constante presencia de la esfera armilar, al visitar el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa conoceremos el claustro que está considerado como el momento más célebre del arte manuelino portugués.
En la adyacente iglesia monástica, construida en una sola nave con planta de salón y cerrada mediante una bóveda de crucería tardogótica, encontramos las tumbas de varios monarcas lusos, incluidos Manuel I de Portugal y su esposa, la Reina María.
3. MONASTERIO DE MAULBRONN, ALEMANIA
Un segundo monasterio cisterciense incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad es el Monasterio de Maulbronn. Localizado en el estado alemán de Baden Württemberg, se trata del más importante cenobio que esta orden conserva en el país teutón.
Para algunos entendidos, este monasterio fundado en 1147, es el cenobio medieval mejor conservado al norte de los Alpes.
Mediante una audioguía se pueden ir visitando las distintas dependencias de este monasterio, que incluye también la zona dedicada a los conversos, que no tenían que cumplir ni los votos ni los preceptos de la regla de San Benito, y que eran los encargados de realizar las tareas más mundanas.
La iglesia, construida a partir de 1147, es una edificación austera, de tres naves, con crucero y ábside cuadrado, de transición del románico al gótico.
Más interesante resulta el preciso claustro del siglo XIV, que también combina elementos tardorrománicos con góticos, incluyendo una maravillosa tracería. Como en Poblet, también en Maulbronn encontramos un extraordinario lavatorio, justo frente el refectorio monástico.
Durante el recorrido se visitan también la Sala Capitular, donde los monjes de reunían para decidir los asuntos de interés para la comunidad, y el refectorio o comedor monástico.
Estos son solo 7 de los monasterios incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad (aunque, los existentes en Bucovina ya suman varios, en su conjunto). Pero no son los únicos. Otros ejemplos son el Monasterio del Escorial y el de Guadalupe en España, los Batalha y Alcobaça en Portugal, las abadías de Fontenay y Saint-Remi de Reims en Francia o los monasterios de Sanahin y Haghpat en Armenia.
Muchos otros monasterios y abadías están incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad formando parte de conjuntos históricos o de la ruta del Camino de Santiago.
4. MONASTERIO DE RILA, EN BULGARIA
Uno de los monasterios más bonitos de los Balcanes es el búlgaro Monasterio de Rila, incluido en la lista del Patrimonio Mundial en 1983.
Visitar el Monasterio de Rila desde Sofía, la capital del país, resulta obligado, de manera que no os lo podéis perder dentro de un recorrido por el país.
Situado en un paraje de belleza incomparable, este cenobio supone también uno de los símbolos más importantes del pueblo búlgaro.
Fundado por el eremita Juan de Rila en el siglo X, la tumba del santo se ha convertido en lugar de peregrinación, tanto por parte de los que profesan la fe ortodoxa como por quienes no siendo tan religiosos, entienden este lugar como un faro de la cultura búlgara.
El Monasterio de Rila ha sido reconstruido en diversas ocasiones, después de sufrir varias desgracias, incluidos asedios otomanos e incendios.
El monasterio que en la actualidad podemos visitar supone uno de los momentos culminantes del Renacimiento búlgaro, tanto por su belleza arquitectónica, como por la maravilla que suponen la gran cantidad de frescos que decoran tanto el interior de la iglesia, como el nártex de entrada.
5. MONASTERIO DE GEGHARD, EN ARMENIA
Otro de los monasterios Patrimonio de la Humanidad en Europa es el armenio Monasterio de Geghard, que es uno de los más interesantes que se pueden visitar en este país.
Lo primero que llama la atención en este monasterio es su situación: el monasterio de Geghard queda empotrado en las paredes de las gargantas Geghardatzor, mimetizado con la misma pared de la garganta, ya que fue excavado directamente en la misma piedra.
Sin embargo, aunque la capilla principal fue erigida en el siglo XIII, el complejo monástico fue fundado por Gregorio el Iluminado, ya el siglo IV, en el lugar de un manantial sagrado situado en el interior de una caverna. Incluso antes de la llegada del Cristianismo en Armenia, el lugar habría tenido importancia dentro de los ritos paganos.
La importancia de Geghard creció exponencialmente, a raíz de albergar una de las reliquias más veneradas de todo el Cristianismo: la punta de lanza que Longinos lanzo a Jesús, mientras este agonizaba en la cruz.
La vista del Monasterio de Geghard es fascinante, con algunas dependencias construidas y otras directamente excavadas en la roca. Con juegos de luz verdaderamente sobrecogedores, uno de los puntos de mayor interés es el manantial que surge de la pared, donde los fieles hacen cola antes de beber del mismo, habida cuenta de las muchas propiedades santas que al agua que emana de la pared se le supone.
6. ABADÍA DE WESTMINSTER
La Abadía de Westminster es uno de los lugares más importantes que ver en Londres, tanto a nivel histórico como artístico. Por ejemplo, desde hace casi 1000 años, la Abadía de Westminster viene siendo el lugar de coronación de los reyes ingleses y británicos, además de ser sede habitual de bodas reales y desempeñar las funciones de Panteón Real inglés.
Aquí encontramos las tumbas de varios reyes ingleses, incluidos Eduardo V o María Estuardo, Reina de Escocia.
Al visitar la Abadía de Westminster, del siglo XI, nos damos cuenta como ha ido evolucionando con los siglos, para convertirse en uno de los epítomes del arte gótico inglés. Especialmente relevante resulta la Capilla de Enrique VII o de la Virgen, del siglo XVI, considerada como un momento cumbre del estilo gótico perpendicular.
Además de visitar las tres naves de once tramos, con crucero y deambulatorio, cerradas mediante bóveda de crucería gótica cuatripartita, y la citada Capilla de Enrique VII, hay que echar un vistazo al rincón de los poetas del crucero sur, donde encontraron descaso varios poetas ingleses famosos.
La visita suele terminal recorriendo el claustro gótico principal, que fue edificado a partir del siglo XIII, y desde donde se accede a la Sala Capitular, que data de tiempos de Enrique III.
7. MONASTERIOS PINTADOS DE BUCOVINA, EN RUMANÍA
Y termino esta lista de monasterios Patrimonio de la Humanidad en Europa, con la impresionante colección de monasterios de la rumana región de Bucovina, en el norte del país, ocho de los cuales están incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad desde 1993.
Este conjunto de iglesias monásticas, fueron construidos en el lapso de un siglo, a partir del 1487, en lo que se conoce como estilo arquitectónico moldavo.
Cada uno de los monasterios tiene sus particularidades, pero el denominar común son el conjunto de frescos que ornamentan a tanto el interior como las fachadas de las iglesias. Es su conjunto son conocidos como los Monasterios Pintados de Bucovina.
Hablo de Monasterios como el de Humor, Voronet, Sucevita o Moldovita, convertidos en verdaderas obras de arte, gracias a la profusión pictórica existente, que incluye escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, pero también escenas que recuerdan conquistas militares, incluyendo el Asedio de Constantinopla, muy recurrente en varias iglesias.
Una curiosidad es que en cada iglesia monástica parece predominar un color. Por ejemplo, en Sucevita predomina el verde y en Voronet lo hace el azul.