Las 4 mejores excursiones de 1 día desde Lisboa

Lisboa, la capital portuguesa, es una ciudad que merece, al menos, de un par o tres de días para ser disfrutada. Pero más allá de los múltiples lugares y monumentos que hay que ver en Lisboa, también merece la pena dedicarle una o dos jornadas a conocer sus alrededores.

Es este post os contamos 4 lugares que visitar desde Lisboa en excursiones de 1 día. Todas ellas son fáciles de realizar tanto en transporte público como mediante excursiones organizadas desde Lisboa en español.

4 EXCURSIONES DESDE LISBOA

Vamos con varios de estos lugares más accesibles desde Lisboa y que merecen una visita.

1. SINTRA

La número 1 entre las mejores excursiones desde Lisboa es la que nos lleva a conocer la cercana población de Sintra, Patrimonio de la Humanidad.

Una tour de 1 día que podéis realizar mediante una excursión en español que incluye los mejores palacios de Sintra y también la población de Cascais.

No es de extrañar que Sintra fuera escogido como lugar de descanso por la monarquía lusa, pues la benignidad del clima imperante en la zona permitía disfrutar de unos veranos mucho más suaves que los de Lisboa.

Ya os hablamos de los lugares que hay que ver en Sintra en este post.

Pero como mínimo hay 2 lugares que merece la pena visitar en vueestra excursión de 1 día desde Lisboa. El primero es el ecléctico Palacio da Pena, mandado construir por Fernando II en tiempos en que el Romanticismo venido de Alemania parecía ser el nuevo estilo imperante. Se trata de uno de los castillos más curiosos y originales de todo el continente y la visita estrella de Sintra.

El segundo lugar imprescindible es la Quinta da Regaleira, un fabuloso palacete romántico envuelto en mucho misterio.

Otros lugares que podéis visitar en Sintra son el Castillo de los Mouros, en lo alto de una colina y desde el que se disfruta de unas fenomenales vistas de la Sierra de Sintra, o el Palacio Nacional de Sintra, en el centro de la población, de blanco inmaculado y que dispone de algunas estancias verdaderamente formidables como el famoso Salón de los Blasones, donde 72 escudos representan algunas de las familias más importantes de la Portugal del siglo XVI.

2. CASCAIS Y ESTORIL

Cascais y Estoril solo distan unos 4 kilómetros una de otra. Es aquí donde se puede disfrutar de algunas de las más bonitas playas cercanas a la capital lusa, de manera que se trata de una de las excursiones desde Lisboa preferidas por los lisboetas, particularmente, durante los fines de semana de verano.

Podéis llegar allí en tren. Sin embargo, merece saber que lla excursión completa a Sintra también incluye la visita de Cascais.

Quizá sea la Playa do Tamariz la más bella de Estoril y la Playa de Conceinçao la más famosa de Cascais, pero la verdad es que los arenales se suceden entre las dos poblaciones. Eso sí, la temperatura del agua nada tiene que ver con el más cálido Mediterráneo.

La playa Tamariz, por cierto, se encuentra justo enfrente del Casino de Estoril, uno de los más famosos y antiguos de Europa. En esta época en que visitar y probar casinos y nuevas webs de entretenimiento online parece ser más habitual, quizá pueda ser bonito entrar en este lugar mucho más glamuroso. Esto sí, sin llegar al nivel del Casino de Montecarlo, desde luego.

Al final de esta misma playa encontraremos el mal llamado Castillo de Estoril. Su denominación real es el de Chalet Barros que fue alzado a finales del siglo XIX semejando una fortaleza medieval.

3. PALACIO NACIONAL DE MAFRA

Situado a unos 40 kilómetros de la capital de portuguesa, el Palacio Nacional de Mafra supone una de las excursiones de un día desde Lisboa más comunes y fáciles de realizar.

Este palacio, a menudo es conocido como El Escorial portugués, y fue un regalo de Juan V el Magnánimo a su mujer María Ana Josefa de Austria, hija de Leopoldo I de Austria, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, cuando ésta le dio descendencia.

Con el nacimiento de su primera hija, Bárbara de Braganza, que llegó a ser reina consorte de España al casarse con el futuro Fernando VI, se iniciaron las obras del palacio. En realidad, unos años más tarde. Se trató de una ardua tarea que se completó en solamente 13 años, siendo inaugurado en 1730.

El Palacio, que contiene una importante basílica y un no menos destacado monasterio, está considerado una de las joyas del barroco portugués, aunque en realidad Mafra no se comportó jamás como la primera residencia de la familia real portuguesa sí no más bien como una residencia veraniega.

Durante la visita al Palacio de Mafra se pueden recorrer varias de sus dependencias, incluida su fabulosa biblioteca, una de las más maravillosas de Europa y que dispone de unos 40.000 libros.

4. PALACIO NACIONAL DE QUELUZ

Aún más cercano a Mafra se localiza el Palacio Nacional de Queluz. Se sitúa a unos 20 kilómetros de Lisboa en dirección oeste de manera que una excursión de un día desde Lisboa permite visitar Queluz y luego dirigirse a Estoril y Cascais, por ejemplo.

Este palacio fue mandado construir a mediados del siglo XVIII por Pedro III, cuando era aún infante. El Palacio, aun no siendo tan exuberante como otros palacios barrocos de Europa, se convirtió en sede de la monarquía portuguesa que ostentaba la Casa de Braganza, particularmente tras el terrible terremoto que asoló Lisboa en 1755.

Si Mafra es conocido como el Escorial portugués, Queluz recibe el apodo del Versalles portugués. Sin embargo, y aunque para su decoración se contó con algunos de los mejores arquitectos del momento, la comparación resulta a todas luces exagerada.

Ello no quiere decir que la visita al Palacio de Queluz se convierta en una de las mejores excursiones desde Lisboa y verdaderamente dejarlo de visitar sería un error.

Dorados, grandes columnas, mármoles, preciosos frescos, ostentosas arañas que cuelgan de los techos y bellas pinturas y tapices es lo que encontraremos en este palacio que está considerado el momento culminante del barroco portugués.

Al igual que en Versalles, y también salvando las distancias, el Palacio de Queluz también dispone de unos bonitos jardines que merecen igualmente una visita.