El Monasterio de Santo Domingo de Silos es una preciosa abadía benedictina situada en la provincia de Burgos, cuyo claustro está considerado como uno de las mayores joyas del románico en España.
Después de visitar varios de los lugares más interesantes que ver en la provincia de Soria, recorrimos el sur de Burgos, incluyendo las preciosas poblaciones de Covarrubias y Aranda de Duero. Visitar el Monasterio de Santo Domingo de Silos resultó uno de los momentos culminantes de esta ruta por el sur burgalés.
TABLA DE CONTENIDOS
DATOS PRÁCTICOS. HORARIOS Y PRECIOS PARA VISITAR EL MONASTERIO DE SILOS
Antes de hablaros de la historia y de qué visitar en el Monasterio de Santo Domingo de Silos, os dejo con los datos prácticos.
El horario para visitar Santo Domingo de Silos es:
- De martes a sábado: de 10.00 a 13.00 y de 16.30 a 18.00
- Domingos y festivos: de 12.00 a 13.00 y de 16.00 a 18.00
El precio para visitar el Monasterio de Santo Domingo de Silos es el siguiente:
- Entrada general: 4€
- Grupos y estudiantes: 3€
- Parados, peregrinos, menores de 12 años y discapacitados: gratis
Los miércoles por la tarde, se puede visitar el Monasterio de Santo Domingo de Silos, gratis.
BREVE HISTORIA DEL MONASTERIOR DE SILOS
Se sabe de la existencia de un monasterio en la situación que hoy ocupa Santo Domingo de Silos desde el siglo VII. Se habría tratado, por tanto, de un monasterio visigótico. Sin embargo, aquel primer cenobio cayó en ruina y posteriormente, casi en el olvido.
Es a partir de 1040 cuando llega a Silos el abad Domingo Manso, procedente de San Millán de la Cogolla. Fernando I, en aquel momento Rey de Navarra, da asilo al abad y le confiere la misión de volver a dar vida el antiguo monasterio, que en aquella época estaba dedicado a San Sebastián.
Es a partir de este momento que empieza a construirse la actual iglesia románica, además del maravilloso claustro, que hoy es la verdadera joya del conjunto. En honor al abad Domingo, el cenobio pasará a conocerse como Santo Domingo de Silos.
Sin embargo, la iglesia románica fue derribada en el siglo XVIII, para erigir un nuevo templo de planta barroca. Por suerte, el claustro románico de Santo Domingo de Silos no sufrió el mismo destino y ha llegado intacto a nuestros días.
Solo entre 1835, tras la Desamortización promulgada por Mendizábal, y 1880, la vida monástica fue abolida en el cenobio. Tras estos 45 años de paréntesis, Santo Domingo de Silos fue ocupado por monjes procedentes de la Abadía de San Martín de Ligugé, muy cercana a Poitiers. Ello permitió que el monasterio, entonces casi en ruinas, volviera a resurgir.
CLAUSTRO DEL MONASTERIO DE SILOS
Desde luego, se viene a visitar el Monasterio de Santo Domingo de Silos para conocer su claustro románico, verdadero momento culminante de este estilo.
En la construcción y decoración del claustro de Monasterio de Silos, intervinieron tanto artistas árabes como cristianos. No hay que olvidar que Santo Domingo se ubica a medio camino entre las tierras árabes con capital en Córdoba, que ocupaban el sur del Península Ibérica, y la ruta jacobea que pasaba al norte del Monasterio de Santo Domingo de Silos.
Este aspecto diferencia bastante el románico de Silos del que podemos encontrar en otras latitudes. Especialmente, al francés e italiano. Los capiteles vegetales, por ejemplo, son de diseño arabizante.
El claustro de Santo Domingo de Silos forma más o menos un cuadrilátero de unos 30 metros de lado y está compuesto por dos plantas.
El claustro está decorado por arcos son de medio punto que descansan sobre columnas de doble fuste con capiteles.
Destaca que en el centro de cada una de las galerías, el ritmo de columna de doble fuste se rompe. En tres de los lados, encontramos un fuste quíntuple. En cambio, en la galería norte encontramos el célebre fuste cuádruple y torsado.
En el centro del claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos destaca su mítico ciprés centenario, uno de los emblemas del cenobio. Alcanza los 30 metros de altura.
El claustro inferior es el más antiguo (a partir del siglo XI) y más interesante. Se empezó a construir por el ala norte y este, a finales del siglo XI, y se terminó con las galerías sur y oeste, durante el siglo XII. En este sentido, se observa que el estilo y la ejecución van variando ligeramente a medida que pasan las décadas. Además, lógicamente, que los artistas serían distintos.
Lo más destacado son los 64 capiteles y los relieves existentes en las caras interiores de las cuatro pilastras esquineras. Representan distintas escenas del antiguo testamento, incluyendo La Ascensión y Pentecostés, Los discípulos de Emaús, La duda de Santo Tomás o La Anunciación a María.
En cuanto a los capiteles, la ornamentación es de lo más variada, incluyendo animales mitológicos o quiméricos como arpías o centauros, decoración vegetal y capiteles historiados.
Las galerías se cierran mediante un artesonado mudéjar, que es original.
Como os dije, poco quedó en pie de la iglesia románicas de San Domingo de Silos. Sí que ha llegado a nuestros días la Puerta de las Vírgenes, que permite el acceso a la iglesia desde el claustro.
VISITAR SANTO DOMINGO DE SILOS, MÁS ALLÁ DEL CLAUSTRO
La entrada para visitar el Monasterio de Santo Domingo de Silos da acceso a otras dependencias monásticas, incluida la botica de principios de siglo XVIII, que conserva una biblioteca con más de cuatrocientos libros; también podemos visitar el museo, que alberga distintas obras de arte y, especialmente, el cáliz que usaba Santo Domingo en el siglo XI. Es de plata dorada.
Por último, echamos un vistazo a la iglesia, que es de estilo neoclásico, aunque tiene bastante menos interés que el claustro de Santo Domingo de Silos.