Las Dunas de Merzouga, un bastante importante campo de dunas del sur de Marruecos, supone una de las visitas inexcusables en un viaje al sur de este país.
La excursión de tres días al desierto de Merzouga desde Marrakech es una de las más demandadas desde la capital turística de Marruecos. Resulta barata (la podéis contratar aquí con total confianza) y permite no solo visitar las Dunas de Merzouga si no también otros lugares de sumo interés como el ksar de Ait Ben Haddou o las impresionantes Gargantas del Todrá.
Así las visitamos nosotros (en la excursión de 3 días). Conviene saber que una vez en Marrakech se puede contratar la excursión si quedan plazas, quizá por un precio algo más barato. Sin embargo, creo que merece la pena asegurarse que vais a dormir en haimas confortables en el desierto de Merzouga, a fin de disfrutar de una bonita experiencia.
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QUÉ ES EL DESIERTO DE MERZOUGA
Es conocido como desierto de Merzouga al conjunto de dunas que en realidad recibe el nombre de Erg Chebbi. Un erg es precisamente eso: un campo de dunas. A diferencia de la hamada, que es el desierto más pedregoso.
Si el Erg Chebbi es conocido como Dunas de Merzouga es porque este es el nombre del pueblo más importante situado a los pies del campo de dunas, aunque la ciudad más importante es Erfoud, sirtuada a unos 60 kilómetros.
Las dunas de Merzouga son solo un pedacito de desierto, bastante al norte del desierto del Sáhara. Este campo de dunas tiene una longitud que se acerca a los 30 kilómetros y una anchura de unos 5. Una gota, comparada con el océano que es el desierto del Sáhara, que tiene una superficie que supera los nueve millones de kilómetros cuadrados.
En este sentido, un error relativamente habitual al visitar las Dunas de Merzouga es pensar que se está visitando el desierto del Sáhara. No es así: este queda bastante más al sur.
CÓMO ES LA VISITA A LAS DUNAS DE MERZOUGA
Aunque podéis visitar las dunas de Merzouga por libre si habéis alquilado un coche y os habéis armado de paciencia para llegar hasta aquí, lo más habitual es visitar el Erg Chebbi entre el segundo y tercer día de la excursión de 3 días al desierto desde Marrakech.
En este caso, tras visitar las Gargantas del Todrá y el palmeral de Tinerhir (y tras un buen rato de traslado) el minibús llega al impresionante paisaje de las Dunas de Merzouga.
Con una altura que alcanza los 150 metros, en realidad el Erg Chebbi se empieza a vislumbrar 25 kilómetros antes de llegar al campo de arena.
La visión a medida que nos acercamos a las Dunas de Merzouga es cada vez más deslumbrante, con su color ocre-rojizo. Quienes por vez primera tienen la oportunidad de visitar un desierto de dunas, difícilmente olvidarán este momento.
Cuando llegamos a pie de dunas nos están esperando coches todoterreno para llevarnos hasta una de las dunas más altas del Erg Chebbi, para disfrutar del momento de la puesta de sol.
Los 4×4 nos llevan dunas arriba y abajo, con gran pericia. La verdad es que el trayecto, de unos pocos minutos, está muy divertido. Pero lo que realmente impresiona es la visión del mar de dunas desde la más alta.
Tras la puesta de sol, es momento de subir a los camellos para tomar camino hasta el campamento, ubicado a pie de las Dunas de Merzouga, pero por la otra vertiente. El paseo en camino es de unos 40 minutos y resulta también de lo más entretenido. Quien quiere ir al campamento en 4×4 en lugar de en camello, también lo puede hacer.
El campamento se reparte en haimas familiares. Tenemos una para nosotros cuatro, con lavabo y ducha en el interior.
Al día siguiente veremos, por las fotos, que quien ha escogido la opción superior por unos pocos euros más, tiene una haima bastante más lujosa. Creo que merece la pena.
La cena es bastante completa, con dos platos y fruta de postre. Y tras cenar, sesión de tambores alrededor del fuego, aunque nos retiramos pronto porque tocará levantarnos de madrugada.
Merece la pena saber que en invierno, la noche en el desierto de Merzouga es fría. Si de día hemos llegado a estar por encima de los 22 grados, por la noche, refresca bastante. No creo que el termómetro alcance los 4 o 5 grados.
AMANECER EN EL DESIERTO DE MERZOUGA
Por la mañana toca madrugar, ya que otro de los must de visitar las dunas de Merzouga es disfrutar de la salida del post entre las dunas.
Este es el plan: nos levantamos a las 5 de la madrugada, desayunamos a las 5.30 y nos vienen a recoger a las 6.
El paseo hasta lo alto de las dunas lo hacemos subidos en lo alto de un camello. La verdad es que la imagen de las caravanas de camellos con las dunas de fondo, resultan de lo más evocadoras. Al igual que ayer, quien prefiere ir en 4×4 así lo hace.
La cuestión es que tras gozar del mágico momento de la salida del sol desde lo alto de las dunas, es momento de volver a formar la caravana de camellos, esta vez para ir a buscar nuestro minibús que nos regresará a Marrakech.
La verdad es que visitar las dunas de Merzouga es algo que merece mucho la pena y resulta uno de los momentos más recordados de un viaje a Marruecos. En este sentido, la excursión de 3 días al desierto desde Marrakech resulta una muy buena manera de disfrutar de este momento.