Las Bodegas Solar de Samaniego fueron una de las cavas que visitamos durante nuestro recorrido por la Rioja Alavesa, la comarca más vitivinícola del País Vasco (en este artículo podéis leer nuestro artículo sobre qué ver en la Rioja Alavesa).
Visitar las Bodegas Solar de Samaniego desde Laguardia es fácil, porque se ubican a menos de 1 kilómetros del centro histórico de esta preciosa población. Sin embargo, lo más cómodo es acercarnos en coche y dejarlo en el aparcamiento habilitado para las visitas turísticas.
Podéis reservar la visita a las Bodegas Salar de Samaniego directamente en esta web. Veréis que hay dos posibilidades: la visita guiada incluyendo la cata de 3 vinos o el recorrido guiado incluyendo la cata, más la comida en el restaurante de las bodegas. Esto último fue lo que hicimos nosotros y la verdad es que nos encantó.
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LAS BODEGAS SOLAR DE SAMANIEGO
Antes de hablaros de la visita a las Bodegas Solar de Samaniego, os dejo algunos apuntes históricos.
Las Bodegas Solar de Samaniego se fundaron en 1972 en la población de Laguardia, capital de la Rioja Alavesa.
Como la mayoría de bodegas de la comarca, los vinos de Solar de Samaniego están regulados por la Denominación de Origen Rioja, que es una de las dos única DO calificadas en España (la otra, es la DO Priorat).
Por lo visto, las Bodegas Solar de Samaniego se fundaron en los terrenos que, en su momento, pertenecieron a la familia del famoso fabulista nacido en Laguardia, Félix María de Samaniego (el de la fábula de la Hormiga y la Cigarra). De ahí, el nombre de las bodegas.
Las propias bodegas se encargan de todo el proceso de producción del vino, incluyendo buena parte del cultivo de la vid, en viñedos propios. Sin embargo, la alta demanda de caldos, ha propiciado que, en la actualidad, Bodegas Solar de Samaniego adquiera también uvas externas a la propia bodega.
En la última década, las Bodegas Solar de Samaniego acometieron una paulatina renovación de sus instalaciones de Laguardia, en la que intervinieron arquitectos, ingenieros e interioristas, pero también artistas, como el muralista australiano Guido Van Helten, cuya intervención ha propiciado que las Bodegas Solar de Samaniego sean a menudo conocidas como la Catedral del Vino de Laguardia.
Eso sí, manteniendo como elemento diferencial su apuesta por los depósitos de hormigón, que es una de las señas de identidad de las Bodegas Solar de Samaniego.
VISITAR LAS BODEGAS SOLAR DE SAMANIEGO
Con la renovación de las bodegas, también se ha renovado la apuesta de la misma por el enoturismo. Ello le ha reportado a Bodegas Solar de Samaniego no pocos reconocimientos, incluido el premio a Mejor Experiencia Enoturística de 2020 en las Rutas del Vino de España o el premio a Mejor bodega de Arte y Cultura por la Guía de Vinos de La Vanguardia, en 2022.
Como os dije, las visitas a la Bodega Solar de Samaniego se dividen en 2 (debéis indicar vuestra preferencia al reservar aquí):
- La visita con cata: incluye la visita guiada a las bodegas y la cata de 3 vinos Solar de Samaniego.
- La visita con cata y comida: lo mismo que lo anterior, pero terminada la cata se accede al restaurante para disfrutar de la gastronomía local, incluyendo los vinos de la bodega.
Nosotros escogimos esta segunda opción y mereció mucho la pena. Eso sí, tened en cuenta que si queréis quedaros a comer en las Bodegas Solar de Samaniego, hay que indicarlo en el proceso de reserva. Es decir, no se trata de un restaurante a la carta al que se accede por libre.
La visita a Bodegas Solar de Samaniego es conocida como la experiencia Beber entre líneas. Una de las características es que la cata de los tres vinos de Bodegas Solar de Samaniego no se realiza al final de la visita guiada por las instalaciones, si no durante la misma.
Durante el recorrido, se van visitando las distintas estancias de las bodegas, incluyendo su renovada sala de recepción, que asemeja una gran biblioteca, las salas donde encontramos los grandes toneles de hormigón o las cavas donde los vinos envejecen en las barricas de roble.
Ni que decir que durante la visita guiada iremos aprendiendo cómo es el proceso de elaboración del vino, desde que se cultiva la vid, la vendimia, las dos fermentaciones que ha acontecen en bodega y el envejecimiento del vino, primero en las barricas y posteriormente, en botellas. De más o menos duración dependiendo de que se trate de un vino joven, crianza o reserva.
Como os dije, durante la visita iremos degustando las tres variedades de vino. No falta la cata del que es uno de los emblemas de Solar de Samaniego: el Vino 7 cepas. Las etiquetas de este caldo están dedicadas a un autor de la literatura universal (hay 12 distintas), con ilustraciones de Elena Odriozola, Premio Nacional de Ilustración.
LOS MURALES DE GUIDO VAN HELTEN
Sin embargo, el momento más esperado al visitar Solar de Samaniego acontece al final del recorrido. Se trata de la sala donde encontramos los 7 grandes depósitos, ahora en desuso, que el muralista Guido Van Helten se encargó de ornamentar hace unos pocos años.
Este artista australiano se desplazó hasta la Rioja Alavesa para embeberse de la cultura del vino y de los personajes que, con su trabajo, son capaces de transformar el producto de la vid en uno de los vinos más famosos del mundo: el Vino Rioja.
La verdad es que las 7 enormes cubas de casi una docena de metros de altura parecen recobrar vida en una obra monumental, convertida ahora en seña de identidad de las Bodegas Solar de Samaniego.
Terminar la cata de los vinos de estas cavas en un lugar tan especial, supone el punto culminante del recorrido por la bodega.
COMER EN LAS BODEGAS SOLAR DE SAMANIEGO
Al terminar la visita guiada a las bodegas, accedemos al restaurante de la misma, que ha sido recientemente renovado.
Como os dije, se trata de un restaurante que no es de libre acceso, de manera que si queréis comer aquí, debéis indicarlo en el proceso de reserva.
El menú va cambiando cada temporada e incluye varios entrantes, un segundo y un postre. Todo regado, no podría ser de otra manera, con los vinos Solar de Samaniego.
La verdad es que la experiencia merece mucho la pena. En nuestro caso, los caparrones de Anguiano con su sacramento y las carrilleras de cerdo ibérico, resultaron exquisitos. Y el helado tinta de vino con chocolate blanco y yogur de leche de gorbea, espectacular.
Visitar las Bodegas Solar de Samaniego es algo que debéis tener en cuenta si vais a visitar Laguardia, capital de la Rioja Alavesa.