Las Tumbas Saadíes de Marrakech suponen una de las visitas imprescindibles de la capital del Sur de Marruecos.
Situadas en plena medina de Marrakech, las podéis visitar por libre, pagando la entrada correspondiente (70 DH por persona) o de la mano del free tour en español que se realiza cada mañana y que parte del Hotel Alí, a dos minutos de la Plaza Jma El Fna.
Este free tour resulta de lo más completo, dura 4 horas, se realiza en español e incluye la visita a las Tumbas Saadies y al Palacio de la Bahía. En este artículo podéis leer más acerca de los mejores free tour por Marrakech.
TABLA DE CONTENIDOS
QUÉ SON LAS TUMBAS SAADIES
Los Saadies fueron una dinastía que gobernó primero el Sur de Marruecos (aproximadamente, entre 1509 y 1554) y posteriormente, casi la totalidad de lo que hoy conocemos como Marruecos.
A mediados del siglo XVI, la dinastía trasladó la capitalidad a Marrakech y unos años más tarde, el sultán Áhmed al-Mansur construyó el Palacio de El Badi, hoy en ruinas, aunque se puede visitar. Fue durante el gobierno de este sultán, cuando los saadies llegaron al momento de máxima extensión de sus dominios.
El último sultán saadí fue Ahmad el-Abbás. Con su muerte en 1659, la dinastía se dio por extinguida.
Fue precisamente Ahmed El Mansour, el sultán que mandó construir lo que fue el germen de las tumbas saadíes. En aquel momento, un mausoleo para su padre, Mohammed ash-Sheikh, que fue el primer sultán saadí de Marruecos.
Después de Mohammed ash-Sheikh, otros sultanes recibieron sepultura en este mismo lugar, que pasó a convertirse en un mausoleo real.
Lo curioso es que tras la caída de los saadies y la toma de la ciudad por parte de la dinastía alaouita, las Tumbas Saadíes de Marrakech quedaron sepultadas y escondidas tras las murallas de la ciudad. Esto fue en tiempos del sultán Mulay Ismael. Hasta el punto de que el mausoleo real no fue redescubierto hasta 1917.
EL MAUSEOLEO OCCIDENTAL: EL MAUSOLEO DE AHMAD AL-MANSUR EN LAS TUMBAS SAADIES. LA SALA DE LAS COLUMNAS.
En las Tumbas Saadies de Marrakech vamos a poder conocer dos conjuntos de mausoleos: el occidental y el oriental. El más espectacular es el occidental, cuya parte central fue utilizado como mausoleo para el Sultán Ahmed El Mansour. Recibe el nombre de Sala de las 12 columnas.
No solo se trata de lugar más espectacular de las Tumbas Saadíes, si no el espacio más bonito que ver en Marrakech y la obra maestra del arte saadí. La Sala de las 12 columnas está ornamentada con madera de cedro, yesería y azulejos, algo común para casi todas las dinastías que han gobernado Marruecos como podremos ver con la Madrasa Ben Yousef, que fue construida por los meriníes, o el Palacio de la Bahía, que os obra de los alauitas.
Además, en esta tumba merece la pena destacar el uso del mármol, algo menos habitual. Concretamente, mármol blanco de Carrara. En este mausoleo, además del Sultán Ahmad al-Mansur, encontramos las tumbas de su hijo Moulay Zidan y de algunos de sus sucesores.
Esta cámara de las 12 columnas queda flanqueada por dos espacios más: la Cámara del Mihrab y la Cámara de los tres nichos. Esta Cámara del Mihrab habría albergado, muy probablemente, una mezquita u oratorio.
EL MAUSOLEO ORIENTAL DE LAS TUMBAS SAADÍES
A oriente, a unos 20 metros, queda otro conjunto, formado por una cámara cuadrada central, conocida como cámara de Lalla Mas’uda y una cámara funeraria rectangular, que recibe el nombre de Gran Cámara, que se sitúa por delante. Este conjunto es el más antiguo de las Tumbas Saadíes de Marrakech.
La cámara de Lalla Mas’uda está flanqueada por dos logias rectangulares a sus lados, de decoración exquisita, destacando sus maravillosos arcos de madera realizados con madera de cedro trabajadísima, que descansan sobre columnas de mármol. Mientras, la Gran Cámara, queda justo por delante.
De todo el conjunto, la parte más antigua es la cámara de Lalla Mas’uda, que acogería la tumba de Mohammad ech-Sheikh, fundador de la dinastía saadí. Curiosamente, la cámara es conocida por el nombre de la esposa de ech-Sheiikh, Lalla Mas’uda, que también tiene aquí su tumba. Concretamente en un nicho que semeja un mihrab.
Además, en esta sala encontramos las tumbas de otros sultanes y otros personajes que formaban parte de la familia real gobernante. Arabescos y mocárabes ornamentan esta bonita sala, aunque desde luego no faltan los azulejos y los estucos.
Por delante, queda la conocida como Gran Cámara, que mide diez metros de ancho, por seis de largo. También aquí encontramos varias tumbas.
EL JARDÍN Y LA NECRÓPOLIS DE LAS TUMBAS SAADÍES
En el espacio ubicado entre los dos conjuntos de mausoleos encontramos un jardín, que se extiende más allá del conjunto oriental. En el suelo, a modo de necrópolis. encontramos las tumbas de sirvientes y guerreros, que lógicamente no encontramos acomodo en los mausoleos.
La verdad es que visitar las Tumbas Saadíes de Marrakech resulta obligatorio y uno de los lugares más monumentales que ver en Marrakech.