El Museo Vasa de Estocolmo es el museo más visitado de la Península de Escandinavia y uno de los lugares que ver en Estocolmo de forma obligada.
Este museo alberga el que fuera el buque de guerra sueco Vasa, botado el 10 de agosto de 1628, y considerado por aquel entonces como una autentica proeza de la construcción naval.
Sin embargo, apenas unos minutos después de zarpar, el Vasa se hundió frente a las costas de Estocolmo, en un primer viaje inaugural que en cierta manera recuerda al del Titanic.
En este artículo os vamos a contar la historia del Vasa y de su recuperación, y los aspectos prácticos para visitar el Museo Vasa, así como qué vais a ver en el museo más importante de Estocolmo (con permiso del museo ABBA).
COMPRAR ENTRADAS PARA EL MUSEO VASA DE ESTOCOLMO
Podéis comprar las entradas para el Museo Vasa de forma anticipada aquí (al precio de taquilla, en euros).
Tened en cuenta que las entradas para los menores de 18 años son gratuitas, pero tenéis que marcar cuántos menores van a visitar el Museo Vasa.
Al comprar las entradas para el Museo Vasa tenéis derecho a descargaros una audioguía en varios idiomas (también para en español), que facilita la visita. Traerse unos auriculares es una buena idea, aunque no imprescindible.
PRECIO DE LAS ENTRADAS PARA EL MUSEO VASA
Depende de la época, comprar las entradas para el Museo Vasa resulta más barato o más caro. Los precios actuales son:
- En verano (de mayo a septiembre): 190 SEK para los adultos y gratis para menores de 18 años.
- En invierno (resto del año): 170 SEK para los adultos y gratis para los menores de 18 años.
Es decir, entre 16 y 19 euros al cambio, según la temporada.
La muy recomendable Go City Card (se compra aquí y no hace falta imprimirla), permite la entrada a más de 45 museos y atracciones turísticas, incluyendo el Museo Vasa y el Museo Nobel, la excursión por el Archipiélago de Estocolmo, el autobús turístico de Estocolmo o el tour de los canales o el ferry al Palacio de Drottningholm.
HORARIOS PARA VISITAR EL MUSEO VASA
- En verano (de junio a agosto): cada día, de 08.30 a 18.00. El miércoles, abre hasta las 20.00.
- En invierno (resto del año): cada día, de 10.00 a 17.00
CÓMO LLEGAR AL MUSEO VASA DE ESTOCOLMO
Para visitar el Museo Vasa os tenéis que acercaros a la isla de Djurgarden, una verdadera isla de museos.
Durante la misma jornada, nosotros pudimos visitar el Museo Vasa, el Junibacken, el Museo ABBA, el Skansen o Museo al aire libre y por la tarde, el Grona Lund, el parque de atracciones de Estocolmo. Todos estos lugares están en Djurgarden, a escasa distancia unos de los otros.
Podéis llegar a Djurgarden en un paseo de unos 30 minutos desde la Ciudad Vieja (Gamla Stan) o desde la ciudad nueva (desde el Kungsträdgården).
También se puede tomar el tranvía número 7 desde el Kungsträdgården. Esto es lo que hicimos nosotros. Hay que bajarse en la parada Nordiska museet/Vasamuseet.
LA VISITA AL MUSEO VASA DE ESTOCOLMO
La visita al Museo Vasa de Estocolmo es la primera del día, de manera que diez minutos antes de abrir ya estamos en la puerta.
Al haber comprado los billetes de forma anticipada somos los primeros en entrar y podemos tomar unas primera fotografías del Vasa sin nadie (o casi nadie) delante.
EL DOCUMENTAL DEL VASA. LA HISTORIA DEL VASA.
Antes de visitar el Museo Vasa, sin embargo, conviene acercarse hasta la sala donde se proyecta el audiovisual de 17 minutos que cuenta la historia del Vasa y su hundimiento y especialmente, los trabajos de recuperación del fondo del mar y de ensamblaje para poder dar una segunda oportunidad a este enorme navío de madera de 69 metros de eslora.
La película se va alternando en idiomas, pero se subtitula siempre en inglés, de manera que no hay problema en seguir el hilo del documental. Además, se trata de una película muy visual, de manera que casi no es necesario seguir el audio para comprender la proeza de la recuperación del Vasa.
El Vasa fue construido en los muelles de Estocolmo, en tiempos de Gustavo II Adolfo. Se trataba de un enorme barco de guerra de 69 metros de eslora y 52 metros de altura, con tres mástiles y un peso de unas 1.200 toneladas.
Tras dos años de construcción, el Vasa fue botado el 10 de agosto de 1628. Sin embargo, no había navegado ni un kilómetro cuando el Vasa se ladeó, se fue a pique y en pocos minutos, se hundió, aparentemente para siempre. Una trentena de marineros murieron en aquel primer viaje del Vasa.
Cuando ya poca gente recordaba la tragedia del Vasa, Anders Franzén empezó con la búsqueda del navío por los fondos marítimos del Archipiélago de Estocolmo. Tras dos años de infructuosa investigación, el 25 de agosto de 1956 dio con el Vasa cerca del islote de Beckholmen.
Las tareas de recuperación fueron titánicas hasta que el 24 de abril de 1961 el Vasa emergió nuevamente a la superficie. Era el momento de recomponer las 14.000 piezas recuperadas, en un proceso de ensamblaje que algunos han adjetivado como del mayor puzzle jamás construido.
Finalmente, el 15 de junio de 1990 se inauguró el Museo Vasa de Estocolmo, siendo en la actualidad el más visitado.
LA VISITA DEL VASA
Después de visualizar el documental, llega el momento de visitar el Museo Vasa. El barco ocupa el espacio central del museo.
Debéis saber que no podéis subiros al barco. Lógico, pues se trata de algo muy frágil después de estar sumergido durante 333 años. Eso sí, se puede rodear por completo y subir a las pasarelas y balcones que permiten explorar el Vasa desde las alturas.
La verdad es que el Vasa impresiona sobre todo por sus dimensiones (69 metros de eslora y 52 de altura), pero también por la cantidad y calidad de la decoración y las esculturas existentes, algo que ciertamente nos sorprende, tratándose de un barco de guerra.
Aunque se sabe que en su origen el barco fue pintado en color rojo bermellón, símbolo de la realeza sueca, en la actualidad es de color marrón oscuro. Como también son en marrón las cerca de 1200 esculturas existentes, talladas en roble, pino o tilo, que en su momento eran doradas o policromadas. El escudo real sostenido por sendos leones, en la popa, es una maravilla.
Por debajo quedan figuras varias, incluyendo personajes con turbantes, la figura del Rey, ángeles, criados, soldados y hasta sirenas.
La ornamentación del Vasa era de lo más variada, correspondiendo a la idealización renacentista de la antigüedad greco-romana, pero incluyendo también figuras del Antiguo Testamento.
LAS EXPOSICIONES DEL MUSEO VASA
Además del Vasa, en el museo encontramos varias exposiciones a las que merece la pena dedicar unos minutos.
Por ejemplo, encontramos varias réplicas modernas de algunas de las esculturas del barco, que nos permite comprender cómo era la policromía existente en la ornamentación. También encontramos los pigmentos de color utilizados para la decoración.
En otra zona, están reconstruidas partes concretas de lo que fue el Vasa en su momento, como la zona donde residía el capitán.
No menos interesante resulta la exposición dedicada a comprender cómo era la vida de los marineros en la época del Vasa o también, la que muestra parte de los objetos que fueron recuperados del fondo del mar.
Invertimos algo más de una hora en visitar el Museo Vasa de Estocolmo, en una jornada que nos llevó a conocer varios de los museos y lugares que no hay que perderse en la isla de Djurgarden. La próxima parada era otra de las más esperadas: el Museo ABBA de Estocolmo.