Cape Cross, un cabo descubierto por vez primera por los europeos en 1485, de la mano del explorador portugués Diego Cao, es el hábitat de la mayor colonia de leones marinos de África.
La Cape Cross Seal Reserve es uno de los lugares imprescindibles que ver en Namibia. Además, el acceso es fácil, al ubicarse a poco más de una hora al norte de Swakopmund, lugar de parada obligada y donde hemos hecho noche en el estupendo Swakopmund Hotel & Entertainment Centre, que ocupa lo que fue el histórico edificio de la antigua estación de trenes de Swakopmund.
RESERVA DE LEONES MARINOS DE CAPE CROSS
La Reserva de leones marinos de Cape Cross es un lugar fascinante. Para hacerse la idea de lo impresionante del lugar basta una sola cifra: aquí pueden llegar a convivir más de 100.000 leones marinos. Algunas fuentes hablan de hasta el doble de individuos existentes en época de cría, a partir de noviembre, cuando en el plazo de un mes nace la práctica totalidad de la camada.
Cape Cross y la Reserva de leones marinos está perfectamente adaptada para las visitas turísticas, con un aparcamiento existente a apenas unos metros de donde se encuentran los primeros leones marinos.
Al bajar de nuestro vehículo enseguida nos percatamos del penetrante (y algo molesto) hedor, procedente de la colonia y que nos recuerda al de las curtidurías de Fez.
Además, las rachas de viento, bastante fresco en agosto, son habituales aquí, de manera que conviene bajar algo abrigados o, al menos, provistos de un cortavientos.
La primera visión ya resulta verdaderamente sorprendente, con miles de leones marinos hacinados, literalmente, sobre la superficie terrestre. A menudo, unos pasan por encima de otros, sin inmutarse los primeros y ante la queja de los segundos.
Algunos leones marinos amenazan a otros. Las quejas y gritos son constantes, en una sociedad, aunque gregaria, sumamente celosa de su propio espacio.
Algunas crías maman placenteramente de sus madres. Sin embargo, otras buscan desesperadamente una teta que las acoja. Las madres, al darse cuenta de que no se trata de su propia cría, enseguida las echan, a menudo lanzándolas con suma violencia.
Los machos de leones marinos cuadruplican o más, el peso de las hembras, pudiendo alcanzar holgadamente los 350 kg de peso. Las hembras raramente alcanzan los 80 kg.
Una pasarela facilita la visita y el avistamiento de los animales en la Reserva de leones marinos de Cape Cross.
Cuando llevamos una media hora disfrutando del enorme espectáculo, sucede una escena verdaderamente conmovedora. Un chacal ha llegado a la colonia de leones marinos de Cape Cross y, sin el más mínimo esfuerzo, toma una cría como almuerzo, ante la más absoluta pasividad del resto de la colonia de leones marinos. Por lo visto, hienas y chacales son los principales depredadores. De hecho, se estima que hasta un 30% de las crías no superan los primeros meses de vida. La mayoría son víctimas del ataque de los carnívoros.
Estamos aproximadamente una hora disfrutando del enorne espectáculo que esta colonia de leones marinos de Cape Cross, la mayor de África, nos ofrece. Mientras la mayoría de individuos parecen languidecer en la arena, otros muchos se lanzan al agua a pescar. Por lo visto, cada león marino consume diariamente entre el 7 y el 10% de su peso en pescado fresco. Sólo hay que fijarse un poco para darse cuenta de la existencia de muchos leones marinos en el agua, nadando y pescando.
De hecho, este último punto supone un grave problema para el país, ya que la colonia consume más pescado que el que pescan, juntos, todas las flotas pesqueras de Sudáfrica y Namibia, juntas.
Antes de marchar nos acercamos hasta el lugar donde se alza el padrao que el explorador luso Diego Cao erigió en nombre del rey de Portugal, Juan II. No es el original, pues la cruz fue sustraída por los alemanes en 1893.
Sin embargo, el propio Káiser Guillermo II ordenó que se construyera una réplica y que una placa honrara el descubrimiento de Cape Cross por parte de los portugueses.
Visitar la colonia de leones marinos de Cape Cross supone uno de los momentos más emocionantes de un viaje a Namibia y fue uno de los que más disfrutamos.