El Canal del Midi, una gran vía navegable que permite unir el Mar Mediterráneo con el Océano Atlántico (al unirse al río Garona al llegar a Toulouse) es una de las grandes obras de ingeniería acometidas en Francia durante la segunda mitad del siglo XVII.
En total, el Canal del Midi tiene una longitud de unos 240 kilómetros, que van desde la ciudad de Toulouse hasta la albufera de Thau, en Sète. La importancia del Canal del Midi es tal, que en 1996 la Unesco lo incluyó en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Y lo cierto es que aunque los motivos que llevaron a la construcción del Canal del Midi hace ya años que quedaron obsoletos, esta vía navegable se ha convertido en un destino turístico por sí mismo, gracias a la posibilidad de alquilar embarcaciones turísticas.
Nosotros hemos tenido la oportunidad de visitar en Canal del Midi en distintas localizaciones, como Beziers o Carcasona. Y también algunos de sus ramales. E incluso nos hemos subido a algunas de las embarcaciones turísticas que permiten recorrer un pequeño tramo y hasta salvar alguna de las esclusas existentes en el canal. Sin embargo, hay algo que nos queda pendiente: alquilar una embarcación para recorrer el Canal del Midi durante algunas jornadas.
BREVE HISTORIA DEL CANAL DEL MIDI
El proyecto de unir el Atlántico con el Mediterráneo había sido propuesto ya por varios de los más famosos estadistas de Occidente, incluidos César Augusto o Carlomagno. Sin embargo, fue el Rey Sol, Luis XIV quien finalmente emprendió el proyecto.
Para ello, el monarca absolutista confió en la figura del ministro Jean-Baptiste Colbert y, especialmente, y en ingeniero de Beziers, Pierre-Paul Riquet.
Finalmente, las obras se iniciaron en 1666, tardándose unos 15 años en completar el proyecto. Curiosamente, el propio Riquet financió parte de las obras, convirtiéndose en copropietario del Canal del Midi. Sin embargo, jamás vio terminado su mayor proyecto, pues falleció en 1680. Sus hijos, que seguirían pagando el coste del Canal del Midi durante 50 años, inauguraron la obra ocho meses más tarde.
Una obra, la del Canal de Midi, que va mucho más allá de excavar un canal entre el río Garona y el Mar Mediterráneo. Para completar el proyecto tuvieron que salvarse centenares de accidentes geográficos. Túneles, acueductos o las célebres esclusas son aún visitables hoy en día, algo que también podemos ver al visitar el Canal de Castilla, en España.
Para que nos hagamos una idea. El punto más alto del Canal del Midi se ubica 189 metros sobre el nivel del mar, en el punto donde se cruza la divisoria de aguas entre las cuencas mediterránea y atlántica. Para ascender y posteriormente descender casi doscientos metros, son necesarias 63 esclusas.
También son visibles los caminos de sirga existentes a ambos lados del canal. Hay que tener en cuenta que las embarcaciones eran propulsadas mediante caballos y otros animales de tiro, mediante una cuerda que los unía.
En la actualidad, varios de estos antiguos caminos de sirga adyacentes al Canal del Midi han sido habilitados como vías cicloturistas.
El desarrollo de las infraestructuras ferroviarias, a mediados del siglo XIX, puso fin al Canal del Midi. Al menos en lo que hacía referencia a su primitiva función como vía de transporte de mercancías.
3 LUGARES DONDE VER EL CANAL DEL MIDI
Aunque aún no hemos tenido la oportunidad de alquilar una embarcación, sí que hemos tenido la posibilidad de visitarlo en varias ocasiones durante nuestros viajes por el Sur de Francia.
En este enlace podéis mirar las distintas opciones que tenéis para alquilar una embarcación para el Canal del Midi con Samboat, con precios y distintos puertos de alquiler.
Estos son algunos de los lugares donde hemos podido visitar el Canal del Midi.
BEZIERS: LAS 9 ESCLUSAS DE FONSERANES Y EL PUENTE CANAL DEL ORB
Si tenéis la oportunidad de visitar Beziers no os quedéis únicamente con su bonito centro histórico.
A muy pocos kilómetros del centro (de hecho, nosotros fuimos andando) se pueden visitar las 9 esclusas de Fonseranes, una de las obras más importantes obras que se hicieron en el Canal del Midi.
Este conjunto de esclusas son obra de Riquet y permiten salvar un desnivel de 21,5 metros en apenas unos 300 metros de longitud. En la actualidad, 7 de aquellas esclusas siguen cumpliendo su función, de manera que es fácil que vuestra visita coincida con el paso de alguna embarcación.
A un par de kilómetros encontramos otra bonita obra del Canal del Midi, el Puente-Canal del Orb, que se construyó en 1854. Es decir, posteriormente.
El Puente-Canal del Orb permite encauzar el canal por encima de un puente que permite pasar por encima del río Orb, evitando así que las aguas del río y del Canal del Midi se mezclen, algo que en época de inundaciones o sequía podía resultar problemático. Se trata, por tanto, de un acueducto navegable.
EL CANAL DEL MIDI EN CARCASONA
Al igual que pasa con Beziers, al visitar Carcasona no debéis quedaros únicamente con la maravillosa ciudadela.
En Carcasona no solo pudimos visitar el Canal del Midi, si no también tuvimos la oportunidad de subirnos a una embarcación turística que realiza un recorrido de unos 90 minutos por el canal, incluyendo explicaciones en español.
Además, aquí también tenemos la oportunidad de pasar por varias esclusas. La verdad es que la experiencia es muy chula y, además, bastante barata. Hay varias empresas que proponen estos paseos por el Canal del Midi a nivel de Carcasona.
EL CANAL DE LA ROBINE, RAMAL DEL CANAL DEL MIDI
El Canal de la Robine, que tiene 32 kilómetros de longitud, está considerado como uno de los ramales del Canal del Midi y está incluido también en la lista del Patrimonio de la Humanidad. Une el río Agdé con la ciudad de Narbona.
Precisamente al visitar Narbona tuvimos la posibilidad de pasear por la orilla del Canal de la Robine, en lo que aquí se conocer como Paseo de las Barcas.
Estos son tres de los lugares donde hemos tenido la oportunidad de visitar el Canal del Midi. Sin embargo, como os dije, nos queda pendiente alquilar una embarcación y dedicar unos días a navegarlos, al menos en algunos de sus tramos.