El Baptisterio de Parma es uno de los monumentos más interesantes que ver en Parma, en la región de la Emilia Romaña italiana.
De hecho, junto a la visita a un productor de queso parmesano, fue lo que más nos gustó de la ciudad.
Los baptisterios son las capillas destinadas a la administración del sacramento del bautismo, habitualmente ubicadas dentro de las iglesias. Sin embargo, es bastante común en Italia, que se edificaran edificios anexos a las grandes catedrales con dichas funciones. Viene siendo así desde principios del siglo IV, en época del Emperador Constantino I.
Es este el caso del Baptisterio de Parma, que está edificado como una capilla exenta a pocos metros de la catedral, algo que también podemos comprobar en poblaciones como Florencia y Pisa.
También está edificado en un edificio exento el conocido como Baptisterio Neoniano de la ciudad de Ravena, que es el más antiguo de este estilo que se conserva y que habría sido construido a finales del siglo IV.
Por cierto, nosotros nos alojamos en el palacete Palazzo de la Rosa Prati, que es el edificio rojo que sale en la foto. Un lugar que es una maravilla y donde os recomeindo alojaros (aquí podeís mirar precios y disponibilidad).
TABLA DE CONTENIDOS
HORARIOS Y PRECIOS PARA VISITAR EL BAPTISTERIO DE PARMA
Antes de hablaros acerca de la importancia de este monumento, os dejo los datos prácticos acerca de cómo visitar el Baptisterio de Parma.
Aunque la entrada a la Catedral es gratuita, sí que hay que pagar entrada para visitar el Baptisterio de Parma. Estos son los precios:
- Entrada general: 12,00 €
- Entrada reducida: 10,00 € (estudiantes, mayores de 65 años, profesores)
- Entrada gratuita: menores de 13 años:
- Entrada familiar (2 adultos + niños menores de 18 años): 25,00 €
El Baptisterio de Parma se puede visitar cada día, entre las 10.00 y las 18.00.
EL BAPTISTERIO DE PARMA, JOYA DEL ROMÁNICO
El Baptisterio de Parma fue construido a lo largo del siglo XIII y está considerado como una joya del arte románico, aunque ya de transición al gótico.
Además, esta capilla está considerada como la obra maestra del escultor y maestro de obras Benedetto Antelami, conocido también como Antelami de Parma por haber estado activo especialmente en esta ciudad y sus alrededores. También es el autor del bajorrelieve del Descendimiento de la cruz, ubicado hoy a la derecha del transepto de la Catedral de Parma.
El Baptisterio de Parma es un edificio de planta octogonal (como el de Florencia) edificado con mármol rosado procedente de Verona.
Además del cuerpo inferior, que es donde se ubica la puerta de acceso, encontramos una logia perimetral en cuatro tramos. En el sexto, se ubica una arquería ciega con arcos ya ligeramente apuntados. Por último, una balaustrada con pináculos en las ocho esquinas remata la parte superior del baptisterio.
En el cuerpo inferior es donde encontramos las tres portaladas de acceso al interior del Baptisterio de Parma, ornamentadas al más puro estilo románico, con arcos abocinados de medio punto.
Uno de los elementos decorativos más sobresalientes de la fachada del Baptisterio de Parma es el conocido como zoóforo. Se trata de un friso que recorre por completo el primer nivel del edificio, formado por 75 bajorrelieves y que sería obra del propio Antelami.
Como su nombre indica, el zoóforo está formado, básicamente, por representaciones de animales, considerados en su momento como portadores de mensajes morales. Este tipo de decoración zoomorfa ya está presente en Grecia y Asia Menor.
Además, encontramos varios relieves tanto en las jambas como en las lunetas de las tres portaladas. En estas últimas, se representan la Adoración de los Magos, el Juicio universal y La leyenda de Barlaam.
EL INTERIOR DEL BAPTISTERIO DE PARMA
Sin embargo, si tenéis que visitar el Baptisterio de Parma de forma obligada es porque en su interior encontramos uno de los programas iconográficos más extraordinarios del arte en Italia, aunque la imperfecta técnica con que fueron elaborados ha obligado a realizar varias restauraciones.
Antes nos fijamos que lo que es la pila bautismal de inmersión se sitúa justo en el centro del Baptisterio, siendo también octogonal.
El octógono exterior forma aquí 16 arcadas con sus nichos, cada uno de ellos con su respectiva pintura al fresco. Aquí se representa la Virgen y Juan Bautista (en varias ocasiones), a San Jorge matando el dragón o a Santa Catalina.
El programa iconográfico de la cúpula hace referencia, entre otros temas, a las figuras de los doce apóstoles, a los cuatro evangelistas, a Cristo entronizado flanqueado por la Virgen y San Juan Bautista, a los episodios de la vida de San Juan o a los cuatro elementos naturales: agua, aire, tierra y fuego.
EL CICLO DE LOS MESES EN EL BAPTISTERIO DE PARMA
Por último, merece la pena comentar el conjunto escultórico que encontramos en el interior del Baptisterio de Parma y que es conocido como Ciclo de los meses y las estaciones.
Este conjunto laico está considerado como la obra maestra de Antelami de Parma aunque lo cierto es que no pudo terminar este conjunto que debía ornamentar la fachada de la catedral. Faltan las representaciones del verano y del otoño.
En las estaciones y meses se representan los trabajos propios de cada una de ellas, en un trabajo de reminiscencias clásicas no exenta de naturalismo. De esta manera, cada mes está vinculado a una labor concreta, casi siempre relacionada con la vida en el campo.
Una curiosidad es que en los meses de bonanza se representan figuras de jóvenes, mientras que en los meses más crudos de otoño e invierno, son personas ancianas las que personifican el mes.
Visitar el Baptisterio de Parma supone uno de los momentos más memorables por esta bonita ciudad que bien merece una visita detallada durante un recorrido por la Emilia Romaña italiana.