Las 8 mejores obras de Lluís Domènech i Montaner

Lluís Domènech i Montaner está considerado como uno de los más importantes arquitectos modernistas de Europa.

Junto a Antoni Gaudí y a Josep Puig i Cadafalch, forma parte de la triada de arquitectos que mayor impronta dejaron en el periodo que va de 1880 a 1920 y que convirtieron al modernismo catalán en uno de los referentes entre la arquitectura de aquella época, a nivel mundial.

En realidad, la importancia de Gaudí y Domènech i Montaner es tal, que siete de las mejores obras de Gaudí y dos se las mejores obras de Domènech i Montaner están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

En este artículo os hablaremos de las 8 mejores obras de Domènech i Montaner, aprovechando que este año de cumple el centenario de su fallecimiento.

Desde luego, se trata de una lista subjetiva, en la que hemos intentado incluir obras situadas en distintas poblaciones, aunque es el triángulo formado por Barcelona, Reus y Canet de Mar, donde mayor impronta dejó Lluís Domènech i Montaner.

LAS 8 MEJORES OBRAS DE DOMÈNECH I MONTANER

HOSPITAL DE SANT PAU, BARCELONA

Como os dije, dos de las mejores obras de Domènech i Montaner están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad. La primera de ellas es el Hospital de Sant Pau de Barcelona.

El Hospital de la Santa Cruz databa de principios de siglo XV, cuando se fusionaron los seis hospitales existentes en Barcelona en aquel momento.

A finales de siglo XIX, aquel hospital gótico había quedado obsoleto. Ello coincidió con el fallecimiento del banquero Pau Gil, que legó a la ciudad de Barcelona una importante herencia, a condición de que con ella se construyera un centro hospitalario moderno.

Para ello se contrató a Domènech i Montaner, que diseñó una auténtica ciudad hospitalaria a base de pabellones separados. De los 27 pabellones existentes, 16 son modernistas.

El Hospital Sant Pau se articula en un eje vertical, donde destacan tres grandes pabellones: el de la Administración, el de Cirugía y el Convento.

Los mejores artistas modernistas, como Pablo Gargallo y Eusebi Arnau, colaboraron en la ornamentación de la que está considerada una de las mejores obras de Domènech i Montaner. Veremos que esto va a ser una constante en las obras de Domènech i Montaner.

En la actualidad, desprovisto ya de sus funciones como institución sanitaria, el Hospital de Sant Pau se puede visitar mediante visitas guiadas.

PALAU DE LA MÚSICA CATALANA, BARCELONA

La segunda de las mejores obras de Domènech i Montaner incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad es una de la más bonita de las salas de concierto que jamás hemos visitado: el Palau de la Música Catalana.

La construcción del Palau de la Música Catalana fue producto del empeño de los músicos Amadeu Vives y Lluís Millet, fundadores del Orfeo Català, de la que el Palau se convertiría en su sede.

Domènech i Montaner diseñó el Palau de la Música, con todo el repertorio de recursos habituales del modernismo catalán. No faltan los mosaicos en forma de trencadís, el ladrillo visto, las vidrieras plomadas, una fascinante claraboya que es el emblema del edificio (nuevamente, fruto del ingenio de Antoni Rigalt), las baldosas de cerámica vidriada o los conjuntos escultóricos, obra de Pau Gargallo, Miquel Blay y Eusebi Arnau.

En el interior de la sala de conciertos llama la atención lo escénico del escenario (valga la redundancia). El espacio queda enmarcado por un conjunto escultórico que incluye un enfadado Beethoven y un grupo escultórico que representa la Cabalgata de las Valquirias. Es una obra de Diego Massana y Pau Gargallo.

Tras el escenario, destacan las estatuas de 18 musas, cada una tocando un instrumento, diseñadas por Eusebi Arnau.

El Palau de la Música Catalana no es solo una de las mejores obras de Domènech i Montaner si no también uno de los lugares que ver en Barcelona de forma obligada.

CASA LLEÓ I MORERA, BARCELONA

Entre las mejores obras de Domènech i Montaner en la capital de Catalunya, destacan también algunas viviendas privadas. Es el caso de la Casa Lleó i Morera, esquinera y situada en pleno paseo de Gracia.

Esta vivienda fue mandada construir por Francesca Morera, proveniente de una familia de ricos indianos, los Morera. Se trataba, en realidad, de la reforma de un edificio ya existente.

En la fachada esquinera de la Casa Lleó i Morera destaca su preciosa galería circular, que sobrepasaba las medidas permitidas por la normativa municipal. Igualmente espectaculares resultan el templete con que se corona el edificio, así como el conjunto de ventanas y balcones.

Una característica de la fachada de esta vivienda es que, a diferencia de otras construcciones modernistas, está construidas en piedra y no en ladrillo. Parte de la decoración escultórica de la fachada es obra de Antoni Juyol.

El interior de la Casa Lleo Morera es un prodigio del diseño y de las artes decorativas. El vestíbulo de entrada, con su bellísimo ascensor de madera, está profusamente decorado con mármoles, cerámicas y madera.

En la escalera de acceso al principal encontramos ya los primeros vitrales. Pero es en el vestíbulo, cuando la decoración se multiplica, con conjuntos escultóricos en mármol de Eusebi Arnau. Parte de la ornamentación escultórica se inspira en una canción popular catalana, La dida de l’infant rei. También encontramos escenas de cacerías, incluyendo leones, en evidente referencia al apellido del propietario.

Esgrafiados, mosaicos, artesonados, una bellísima chimenea de madera, puertas correderas de madera o maravillosos vitrales ornamentan las distintas habitaciones. Entre los artistas que aquí dejaron su huella, destacan Eusebi Arnau, Gaspar Homar, Lluís Bru, Mario Maragliano o Antoni Rigalt. Eran los mejores en su terreno, ya fueran escultores, ebanistas, mosaicistas o vidrieros.

Especial atención merece la sala de la vidriera, que dispone de una fenomenal vidriera, obra de Antoni Rigalt. Representa el árbol de la vida y se continúa en los pisos superiores.

El comedor o las habitaciones del señor y la señora de la casa también se pueden visitar, aunque estas últimas estancias resultan algo menos decoradas.

CASA NAVAS, REUS

Entre las mejores obras de Domènech i Montaner hemos incluido dos construcciones que realizó en la ciudad de Reus. Curiosamente, por cierto, la ciudad natal de Antonio Gaudí.

La primera de ellas es la Casa Navas, a la que podéis acceder en visitas guiadas. Es el edificio más importante que ver en Reus.

Joaquim Navàs y su esposa, Josepa Blanco, encargaron a Lluis Domènech i Montaner el diseño de la que sería su vivienda particular, pero también su negocio de tejidos, que se situaría en la planta baja.

No parece que se escatimara en gastos para una vivienda que está al nivel de las más espectaculares casas modernistas construidas en Catalunya. Poco tiene que envidiar, por ejemplo, a la Casa Lleó i Morera de la que ya os hemos hablado.

La fachada principal, esquinera, da a la Plaza del Mercadal, la más importante de Reus. En la planta baja, soportalada, se dispone la tienda de la familia Navàs. Cinco robustas columnas marmóreas decoradas con bonitos capiteles sostienen el primer piso, donde llama la atención la trabajadísima tribuna poligonal, así como el maravillo balcón esquinero.

En el segundo piso encontramos una galería corrida, además de un balcón esquinero, también muy trabajado.

Más espectacular, incluso, resulta el interior de la Casa Navas. Nos recibe un pequeño pero sumptuoso  recibidor, con esgrafiados y mosaicos.

Aún más impresionante resulta el hall interior, con suelos de mosaico, vitrales y una maravillosa galería esculpida en piedra en el primer piso, con preciosos mosaicos y columnas de mármol rosado acompañando la decoración floral esculpida en piedra. Una espectacular  claraboya da luz a la estancia.

El comedor es algo más austero. Destaca la bella chimenea realizada en cerámica y madera que es obra de Gaspar Homar. La sala de estar, con paredes tapizadas en seda, el dormitorio de los señores o la cocina, son otras de las estancias que se pueden visitar en la Casa Navas.

CC de Fotos Casa Navas

INSTITUT PERE MATA, REUS

La segunda de las mejores obras de Domènech i Montaner en Reus que incluimos en la lista es el maravilloso Institut Pere Mata de Reus.

El Institut Pere Matara de Reus, que era un hospital psiquiátrico, está considerado el precedente inmediato del Hospital de Sant Pau de Barcelona. Las semejanzas son evidentes, particularmente en lo que hace referencia a la estructuración del hospital en diversos pabellones, separados por amplios jardines.

Se trataba de convertir la institución hospitalaria en un lugar agradable, teniendo en cuenta que los enfermos debían pasar allí largas temporada. Un concepto innovador en la España de aquella época y que procedían de Europa.

Aunque no es posible visitar todo el recinto, sí que se puede acceder al Pabellón de los Distinguidos, que es el más interesante, donde también colaboraron Eusebi Arnau con las esculturas y Eusebi Bru, con los mosaicos.

CASA DOMÈNECH I MONTANER, CANET DE MAR

Y de Reus a Canet de Mar, otra de las poblaciones donde encontramos varias de las mejores obras de Domènech i Montaner.

El motivo es que María Roura, esposa de Domènech i Montaner, era hija de Canet de Mar. Más aún, el joven Lluís veraneaba en esta pequeña ciudad del litoral catalán, debido a que su madre, María Montaner también era hija de Canet.

Domènech i Montaner recibió varios encargos en la población de Canet de Mar, como la Casa Roura, para la hermana de su esposa, y el Ateneu Canetenc. Además, reformó de forma integral una casa esquinera del centro histórico, que convertiría en vivienda de veraneo y posterior residencia familiar, en el momento de su retiro.

Actualmente, este espacio es conocido como Casa Domènech i Montaner y desempeña también las funciones de museo dedicado a la vida y obra del arquitecto. Además, la Casa-Museu Domènech i Montaner incluye la adyacente masía que la esposa de Domènech, María Roura, heredó.

Domènech i Montaner decoró su casa de Canet con los modelos utilizados para la ornamentación de otras obras suyas como la Universidad Pontificia de Comillas o la Casa Lleó i Morera. Aquí encontramos chimeneas diseñadas por Eusebi Arnau, por ejemplo.

En la actualidad, la Casa Domènech i Montaner está adaptada como museo, pero respeta muchos espacios tal y como habrían estado en los tiempos en que fue habitada por la familia Domènech Roura, incluido su propio despacho.

GRAN HOTEL, PALMA DE MALLORCA

Cerramos esta lista de las mejores obras de Domènech i Montaner con dos trabajos que le fueron encargados fuera de Catalunya.

En Palma de Mallorca se puede visitar lo que fue el Gran Hotel, ahora convertido en centro cultural de Caixabank. Fue inaugurado en 1903 y en su momento, fue considerado el hotel más lujoso de España.

La fachada de este edificio esquinero, estupendamente ornamentado con cerámicas y esculturas, es una maravilla. Destacan sus balcones y tribunas esquineras. Por desgracia, su lujoso interior acabó por perderse tras varias remodelaciones a partir de la segunda mitad del siglo XX.

UNIVERSIDAD PONTIFICIA, COMILLAS

Y de Palma de Mallorca a Comillas, población de la costa cántabra, donde tanto Domènech i Montaner como Antonio Gaudí dejaron huella, con varios trabajos de excepción. De hecho en esta población se puede seguir una muy interesante Ruta del Modernismo de Comillas.

Muchas de aquellas obras tenían como mecenas, de una u otra forma, la figura de Antonio López, Marqués de Comillas, que había hecho una enorme fortuna en América.

Entre otros edificios, Lluís Domènech i Montaner diseñó el Seminario Mayor de la antigua Universidad de Comillas.

Lo más impresionante de la construcción es el bello vestíbulo de entrada, donde nos sorprenderemos con capiteles, escaleras o un techo artesonado, que son verdaderas joyas del modernismo en España.  Jujol, habitual colaborador de Gaudí, fue el artífice del bestiario que encontramos en este espacio.

Igualmente interesante resultan el conjunto de vidrieras del primer piso y el paraninfo, aunque este ya es obra de Eduardo Llorens. Sí que fueron diseñadas por Domènech i Montaner, las puertas de bronce, de más de una tonelada de peso por hoja, que representan las virtudes y los pecados capitales.

Y hasta aquí las que son 8 de las mejores obras de Domènech i Montaner, uno de los mayors exponentes del mdoernismo catalán, del que este año de cumple en centenario de su fallecimiento.