Las Pirámides de Giza son las únicas de las Siete Maravillas de la Antigüedad que han llegado a nuestros días y una de las visitas imprescindibles en todo viaje a Egipto.
En este artículo os contaremos cómo visitar las Pirámides de Giza (a veces conocidas simplemente como las Pirámides de Egipto, aunque en realidad en Egipto hay decenas de pirámides), qué son y quienes las construyeron y por qué motivo.
También hablaremos, no podría ser de otra forma, de la Gran Esfinge que acompaña a las Pirámides de Giza.
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CÓMO VISITAR LAS PIRÁMIDES DE GIZA
POR VUESTRA CUENTA. Solo tenéis que llegar hasta la taquilla general y comprar la entrada, que tiene un coste 200 libras egipcias (en enero de 2022). En esta misma taquilla se venden los tickets para entrar al interior de las pirámides. Tienen un coste de 400 LE para la Gran Pirámide (Keops) y 100 LE para las pirámides de Kefrén y Micerinos.
Dado que el transporte público es realmente pésimo en El Cairo (para los niveles occidentales), la mejor manera de llegar a las Pirámides es en Uber (o en taxi, aunque os tocará negociar el precio). Contad con 1 hora de trayecto desde el centro de El Cairo, aunque depende de la hora.
EN UNA EXCURSIÓN CON GUÍA. Desde luego, es la mejor manera de visitar las Pirámides de Giza. Además, os llevarán a varios miradores desde donde podéis tomar las mejores vistas panorámicas de las Pirámides de Giza. La excursión incluye la visita a Saqqara y la Pirámide Escalonada y a Menfis, la antigua capital.
LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO, LA GRAN OBRA DE KEOPS, KEFRÉN Y MECERINOS.
Las Pirámides de Giza son los monumentos funerarios de tres de los más importantes faraones de la IV Dinastía: Keops, Kefrén y Micerinos.
Curiosamente, aunque Keops era el padre de Kefrén y el abuelo de Micerinos, estos tres faraones no se sucedieron en el trono. En este sentido, entre Keops y Kefrén, reinó Didufri, que también era hijo de Keops, y entre Kefrén y Micerinos, fue el Faraón Baka, otro hijo de Kefrén, quien gobernó el país.
Sin embargo, ni Dedufri ni Baka escogieron la meseta de Giza para erigir sus pirámides, como sí que eligieron Keops, Kefrén y Micerinos. Estamos hablando de hace más de 4500 años, pues Keops subió al poder en 2589 aC.
CÓMO SON LAS PIRÁMIDES DE GIZA. VISITAR LAS PIRÁMIDES DE GIZA.
En realidad, las Pirámides de Giza no son tres, si no muchas más. Desde luego, las más conocidas y que atraen a millones de visitantes año tras año son las de Keops, Kefrén y Micerinos, pero merece la pena saber que la necrópolis de Giza tiene está compuesta por un total de 11 pirámides.
Hasta cuatro pirámides secundarias se asocian al complejo de Keops, que habrían sido destinadas a reinas del soberano; otra pirámide se asocia al complejo de Kefrén y tres más, al de Micerinos. Aunque se trata de pirámides más pequeñas, tres de las pirámides menores que completan el complejo de Keops tienen una altura nada desdeñable de treinta metros.
La primera de las pirámides que se visitan tras acceder a la meseta de Giza es la Gran Pirámide o Pirámide de Keops. Fueron necesarias 35 millones de piedras de entre cinco y seis toneladas de peso para completar el monumento funerario de Keops. Un trabajo en el que tomaron parte unos ciento cincuenta mil obreros durante treinta años.
Las medidas son espectaculares, con 146 metros de altura y unos 230 de lado. En origen, como las tres pirámides de Giza, estaba revestida de una capa de piedra caliza blanca, que ahora se ha perdido.
Hay que saber que está permitido el acceso al interior de las tres pirámides. Entrar a la de Keops cuesta 400 libras egipcias (algo más de 20 euros), de manera que optamos por entrar a la de Kefrén que cuesta únicamente, 100 libras.
La segunda de las Pirámides de Giza es la que mandó construir Kefrén. Está a menos de cien metros de la de Keops y es solo un poquito más baja que la Gran Pirámide. Sin embargo, entre que su ángulo de construcción es algo mayor y que está edificada unos metros más arriba, da la sensación de ser más alta de la de Keops.
Por lo demás, comentar que tiene una altura de 143 metros y que es la única en que parte del recubrimiento de piedra caliza ha resistido el paso del tiempo, aunque sea solo en la parte superior.
Sí que penetramos hasta la cámara funeraria de la Pirámide de Kefrén, por el estrecho pasadizo que nos obliga a andar agachados. No apto para claustrofóbicos, os lo aseguro. Sin embargo, hay que saber que tanto el pasadizo de acceso como la cámara funeraria carece de decoración alguna, de manera que resulta mucho menos vistoso que el interior de cualquiera de las tumbas reales del Valle de los Reyes de Luxor.
Por último, un poco más lejos se alza la Pirámide de Micerinos, que es la más pequeña de las tres, con solo 65 metros de altura. Las hiladas de granito de Asuán se alternaban con la piedra caliza para el revestimiento de la Pirámide de Micerinos, aunque nada ha llegado a nuestro tiempo.
El complejo funerario de las Pirámides de Giza estaba formado por mucho más que la pirámide en sí. Junto al río Nilo, se alzaba el Templo del Valle. De allí partía una calzada procesional que llegaba hasta el Templo Funerario o Templo Alto, construido a pocos metros de la Pirámide.
Comentar que en el caso de la Pirámide de Kefrén se ha conservado relativamente bien tanto su Templo Alto como su Templo Bajo. Este último, situado junto a la Gran Esfinge.
Antes de buscar la Gran Esfinge, accedemos a una explanada donde se obtiene una bonita imagen de las tres pirámides, aunque la calima existente afea un poquito el paisaje. Quien quiera, puede tomar aquí un camello para acercarse, subido a sus lomos, hasta las pirámides.
LA GRAN ESFINGE
Después de visitar las tres Pirámides de Giza toca acercarse hasta la Gran Esfinge, que se alzó junto al Templo del Valle de Kefrén.
Se trata de una de las mayores esculturas de la Antigüedad, con una altura de unos 20 metros y una longitud de 70. Una de las particularidades es que está esculpida en un único bloque de piedra caliza.
Probablemente, la Gran Esfinge, que tiene cuerpo de león y cabeza humana, representa al propio Faraón Kefrén. Si en la actualidad resulta una imagen verdaderamente sorprendente, resulta complicado comprender la impresión que debía causar en la antigüedad, cuando estaba policromada.
Visitar las Pirámides de Giza, contando que entramos solamente a una de ellas, nos lleva unas tres horas. Y eso que no hemos realizado la bastante habitual ruta en camello que no dejan de ofrecernos durante nuestra visita al lugar.
Desde luego, visitar las Pirámides de Giza supone uno de los momentos cumbres de cualquier viaje a Egipto.