Valldemossa es un pequeño pueblo de poco más de 2000 habitantes situado en plena Serra de Tramuntana en la isla de Mallorca, un paisaje cultural que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2011.
Más allá de que se trata de uno de los pueblecitos más bonitos que ver en Mallorca, si por algo es conocida Valldemossa es porque allí pasaron un invierno (el de 1838 a 1939), el compositor polaco Frédéric Chopin y la novelista francesa, George Sand, que por aquel tiempo era su amante.
De hecho, tanto el músico como la escritora aprovecharon bien su estancia en Valldemossa, porque más allá de dar rienda suelta a su romance, el primero compuso en esta población parte de sus Preludios para Piano y la novelista, su cuaderno de viaje Un invierno en Mallorca.
Las huellas que dejaron Frédéric Chopin y George Sand forman parte de los lugares que ver en Valldemossa, aunque más allá de ello, este precioso pueblo bien merece la pena ser incluido en cualquier viaje a la mayor de las islas baleares.
TABLA DE CONTENIDOS
ACTIVIDADES DE AVENTURA Y TURISMO ACTIVO CERCA DE VALLDEMOSSA
Antes de contaros los lugares que ver en Valldemossa, permitid que os comente que desde esta población tenéis la oportunidad de disfrutar de varias actividades de aventura y turismo activo incluyendo rutas senderistas, barranquismo o mountain bike.
En Valldemossa tiene su sede Outbound Mallorca que nos propone muchas alternativas como la Ruta de los Miradores del Archiduque que a lo largo de ocho kilómetros nos llevará por preciosos senderos colmados de miradores y lugares de interés, o el Barranquismo en el Torrent des Rafal, ideal para iniciarse en esta práctica de la mano de un guía experto.
Las posibilidades en cuanto a turismo de aventura son muchas, incluyendo también la espeleología.
QUÉ VER EN VALLDEMOSSA EN 1 DÍA
A Valldemossa podéis dedicarle media jornada a fin de conocer sus lugares de mayor interés, aunque también la podéis utilizar como base para recorrer los distintos pueblos de la Serra de Tramunatana, como Deia, Soller o Fornalutx.
REAL CARTUJA DE VALLDEMOSA
En la Plaça de la Cartoixa encontramos el monumento más importante que ver en Valldemossa. Me refiero a la Real Cartuja de Jesús de Nazaret. O, simplemente, la Cartuja de Valldemossa (o Cartoixa de Valldemossa, como se la conoce aquí).
Antes que cartuja, el edificio fue el palacio de Sancho I, rey de Mallorca, conde de Rosellón y de la Cerdaña y señor de Montpellier. El Rey Sancho era nieto de Jaime I, uno de los monarcas más importantes de la Corona de Aragón y conquistador de Mallorca.
El palacio en cuestión era del primer tercio del siglo XIV. Sin embargo, el 1399, el rey Martín el Humano cedió las tierras donde se alzaba el palacio a los monjes cartujos que fundaron y habitaron la cartuja hasta la Desamortización de Mendizábal de 1835.
La visita incluye a la iglesia neoclásica del XVIII que incluye frescos de Bayeu, el claustro y algunas celdas cartujas.
LA CELDA DE CHOPIN Y GEORGE SAND
El otro lugar que de forma obligada hay que ver en Valldemossa es, en realidad, una de las dependencias de la Cartuja Real, aunque ciertamente hay que hablar de ella individualmente. Se trata de la celda número 4 del monasterio cartujano donde pasaron el invierno de 1838 a 1939, el compositor Frédéric Chopin y quien entonces era su amante, George Sand.
Esta celda ha sido museizada y para visitarla hay que pagar otra entrada aparte. Sin embargo, quienes desean seguir los pasos de esta famosa pareja no se quieren perder esta estancia que incluye algunos recuerdos personales de Chopin y Sand, incluyendo su piano Pleyel.
En esta celda, Chopin compuso sus Preludios, una Polonesa, su segunda Balada y su tercer Scherzo.
JARDINES DEL REY JUAN CARLOS I
Justo enfrente de la Cartuja Real encontramos unos pequeños pero muy agradables jardines, que llevan el nombre de Juan Carlos I.
Se trataba de uno de los patios de la cartuja, allí donde los monjes seguro que cultivaban frutas, verduras o hierbas medicinales.
Además de setos y árboles, en este espacio encontramos los bustos de algunos personajes que a lo largo de los años han dejado su impronta en Valldemossa. Además de Chopin, también están representados el Archiduque Luís Salvador de Austria, o los escritores Rubén Darío y Santiago Rusiñol.
EL PALACIO DEL REY SANCHO
Ya os he comentado que parte de lo que fue el Palacio del Rey Sancho fue convertido en Cartuja Real tras la donación realizada por el Rey Martín el Humano. De hecho, la entrada a lo que fue el palacio está incluida en el ticket de entrada a la Cartuja.
Este palacio fue construido por Jaime II, que fue el primer Rey de Mallorca, para alojar a su hijo Sancho. Probablemente se edificó sobre lo que fue un alcázar de época musulmana.
El palacio pasó a manos privadas durante el siglo XIX, de manera que lo que podemos ver ahora es la ambientación de aquella época, tal la de una familia acomodad de la burguesía mallorquina del momento.
MIRADOR DELS LLEDONERS
Sa Miranda des Lledoners o el Mirador dels Lledoners es otro de los lugares que ver en Valldemossa de forma obligada.
En cierta manera, en Valldemosa encontraremos una parte alta formada por el Palacio del Rey Sancho y la Cartuja y una parte baja. Desde este mirador que queda a un minuto del Palacio del Rey Sancho disponemos de unas maravillosas vistas de la ciudad baja.
Sobresaliendo por encima del conglomerado de casas de color terroso destaca la iglesia de Sant Bartomeu, mescla de estilos pero con un campanario neoclásico.
LA CIUDAD BAJA DE VALLDEMOSSA. LA CALLE RECTORIA Y LA CASA NATAL DE LA BEATETA.
Toca ahora explorar la Ciudad Baja. Llegamos en cinco minutos de paseo, tomando el Carrer Uetam que se sigue del Carrer de la Rosa.
Calles estrechas y empedradas, con viviendas construidas casi siempre con mampostería, es lo que encontramos en el núcleo poblacional bajo. Callejuelas que se abren a pequeñas plazas como la de la Constitució o la Plaça Pública.
De todas las calles, la más bella es la Calle Rectoria, más estrecha si cabe y ornamentada con macetas y plantas. Probablemente, la más bonita que ver en Valldemossa y parada fotográfica por excelencia en la villa.
Además, en el número 5 de esta calle encontramos la casa natal de Santa Catalina Thomas, conocida en toda la isla como La Beateta. Esta religiosa agustina del siglo XVI, vivió sus propias experiencias místicas y visiones, que se encargó de relatar en sus Cartas Espirituales.
La santa fue beatificada en 1792 por Pío VI y canonizada en 1930 por Pío XI. La casa natal del personaje alberga una sencilla capilla.
Tras pasear por la parte baja de Valldemosa regresamos a nuestro coche, con la idea de seguir nuestra ruta por la Serra de Tramuntana, uno de los parajes que nadie debería perderse en la isla de Mallorca.