Una de las mejores excursiones que se pueden realizar desde Génova es la que nos llevó a conocer el enclave de Portofino, población ubicada a unos treinta kilómetros de la capital de la Liguria, en la punta de una pequeña península.
Portofino, que queda situada en una bahía a los pies de una colina dominada por un castillo, es un enclave eminentemente vacacional. Y bastante más caro que Génova, por cierto. Se trata de un lugar pijo, como lo atestiguan las decenas de embarcaciones de recreo que fondean en su puerto.
Eso sí, se trata de un enclave precioso, al que merece la pena destinar algunas horas de vuestro viaje, si vais a visitar Génova y sus alrededores.
En mi caso, me levanté pronto este día, de manera que sobre las diez de la mañana ya estaba en Portofino, visité el pueblecito durante unas tres horas y media y regresé a Génova a comer. Desde luego, quien tenga más tiempo pueda quedarse a almorzar aquí. Aunque resulta algo más caro que Génova, si hay algo en este pueblo, además de yates, son restaurantes.
En este artículo os comentaré los lugares más importantes que ver en Portofino, además de cómo llegar hasta aquí desde Génova.
TABLA DE CONTENIDOS
CÓMO IR DE GÉNOVA A PORTOFINO
Nosotros llegamos a Portofino desde Génova en transporte público. Es muy fácil.
PRIMERO. Hay que tomar el TREN REGIONAL DESDE GENOVA-BRIGNOLE hasta SANTA MARGHERITA LIGURE-PORTOFINO. También podéis tomar el tren desde las estaciones de Génova Sampierdarena o Génova Piazza Príncipe. Hay menos de una hora de trayecto y varios trenes cada hora.
SEGUNDO. Desde Santa Margherita Ligure, tenéis tres opciones:
- En AUTOBÚS. Tomad el autobús 782. Parte de la misma estación de Santa Margherita y os llevará en unos 20 minutos hasta Portofino. Fue la opción que tomamos.
- En EMBARCACIÓN. Podéis tomar una en el embarcadero. Os llevará en una media hora hasta vuestro destino.
- A PIE. Sí, también podéis llegar a pie a Portofino. Solo hay que seguir la carretera costera. La verdad es que el trayecto es muy bonito, con varias playas y calitas. Tardaréis una hora en completar a pie el recorrido entre Santa Margherita y Portofino.
Ya sea a la ida o a la vuelta, reservad algo de vuestro tiempo para pasear por Santa Margherita Ligure, una población de marcado carácter veraniego, pero francamente muy agradable.
QUÉ VER EN PORTOFINO
Más allá de ir buscando los lugares imprescindibles que ver en Portofino, es esta una población para disfrutar del paseo y particularmente de las vistas del puerto desde la iglesia de San Giorgio. Después hay que perder el tiempo por lo que viene a ser la Ciudad Vieja, aunque Portofino es una población pequeña y, en cierta manera, en seguida está vista.
En cualquier caso, estas son algunas de las visitas imprescindibles de Portofino.
EL PUERTO Y LA PIAZZETA
El Puerto o Marina de Portofino es la zona más bella y atractiva que ver en Portofino. Las viviendas de color pastel, edificadas en tres y cuatro pisos se arremolinan en esta zona que es la más fotogénica de la población.
Casi todas las plantas bajas, esos sí, están ocupadas por tavernas y restaurantes. Y un primer vistazo ya nos lo deja claro: Portofino es un destino bastante más caro que Génova capital.
La mayoría de embarcaciones de la Marina de Portofino son hoy de recreo, aunque aún resisten algunas dedicadas a la pesca, que en su tiempo fue la actividad de principal de Portofino.
El Puerto de Portofino se abre a la Plaza Martiri dell’Olivetta. O lo que es lo mismo, la Piazzeta, que es como aquí se conoce. La verdad es que la estampa es preciosa y recuerda a la de los pueblos de las Cinque Terre.
IGLESIA SAN GIORGIO
Buscamos la Salita San Giorgio para buscar la iglesia homónima, que es una de las dos más importantes que ver en Portofino.
Además, queda en una situación algo elevada, de manera que las vistas de Portofino y de su puerto resultan aquí, espléndidas.
Según parece, San Giorgio era una iglesia originalmente románica y del siglo XII. Sin embargo, las modificaciones del siglo XVII y las reconstrucciones llevadas a término después de la Segunda Guerra Mundial le han dado el aspecto actual. El interior, que es bastante simple, cobija las reliquias del santo patrón de Portofino, San Jorge. Por la parte posterior, se accede a un cementerio, que es de nichos, más bien poco evocador.
CASTILLO BROWN
Si seguimos subiendo llegamos en unos cinco minutos, a la parte más alta de la población. Aquí se ubica el Castillo Brown, que domina el burgo desde lo alto de la colina.
Según parece, desde los primeros siglos de nuestra era existe aquí alguna estructura defensiva. Sin embargo, las primeras noticias del actual castillo lo datarían allá por el siglo XVI.
La cuestión es que en la actualidad el castillo se puede visitar (cuesta 5 euros), aunque yo no hice.
MUSEO DEL PARCO
Nuevamente en el puerto encontramos la entrada del que se conoce como Museo del Parco. Aquí lo que encontramos, básicamente, es más de un centenar de esculturas de arte contemporáneo distribuido a lo largo de un jardín con vistas al puerto.
El jardín se puede visitar de junio a septiembre, todos los días excepto los martes. Como visitamos Portofino en mayo, nos conformamos en ver el jardín de esculturas desde la parte superior del mismo, en el camino de bajada desde el Castillo Brown.
CIUDAD VIEJA E IGLESIA DE SAN MARTINO
Varios de los rincones más encantadores que ver en Portofino los encontraréis paseando por el centro histórico del pueblo. Solo hay que perderse, sin rumbo alguno, por los callejones, que a menudo se abren a recoletas placitas.
Desde luego, oportunidades para parar a tomar un helado o un tentempié no os faltarán, porque Portofino vive de y para el turismo. También merece la pena echar un vistazo al Oratorio de Santa María Asunta. Es la sede de la cofradía de la Asunción y fue fundado en el siglo XIV. Es un lugar simple, originalmente de estilo gótico.
Más imponente resulta la Iglesia del Divo Martino, que es el otro templo que ver en Portofino de forma obligada. La verdad es que no sé a qué viene esto de Divo Martino, pero eso es lo que pone en todos los folletos: iglesia del Divo Martino.
Se trata de un templo dedicado a San Martín de Tours, de estilo románico lombardo y del siglo XII, aunque los retoques hasta convertirlo en lo que es ahora han sido bastante habituales en los últimos dos siglos. El interior, de tres naves, y con varias pinturas, resulta bastante más imponente que San Giorgio.
BAIA CANNONE
Antes de regresar a Génova, aún me acerco a otro de los más bellos rincones que ver en Portofino. En este caso, me refiero a una calita conocida como Baia Cannone, que se ubica a menos de diez minutos a pie del centro histórico.
En realidad, solo hay que seguir la carretera que se dirige a Santa Marguerita Ligure para encontrarla, unos cientos de metros más adelante. De aguas verdosas y trasparentes, parece un lugar casi paradisíaco, aunque la playa ciertamente es muy pequeña.
Desde este mismo lugar tomo el autobús que me permitirá regresar a Santa Margherita Ligure, donde tomaré el tren a Génova.
Como veis, más que ir buscando grandes monumentos que ver en Portofino, aquí se viene a pasear, sin más, disfrutando de uno de los escenarios más bellos de la Liguria.