Bonifacio, una pequeña población situada en la punta sur de Córcega, es una de las más bellas de esta isla francesa situada a solo una hora de ferry de Cerdeña.
Es curioso que el pueblo más bonito que visitamos durante nuestra Ruta de 1 semana por Cerdeña fuera Bonifacio, en Córcega.
En Cerdeña hay muchas playas paradisíacas, un patrimonio arqueológico notable, centrado particularmente en sus nuragas, y varias grutas que merece mucho la pena visitar. Sin embargo, los pueblos que visitamos no nos entusiasmaron, aunque cierto es que muchos no visitamos. En cambio, Bonifacio, este pequeño pueblo corso de apenas 3000 habitantes, resulta encantador.
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CÓMO VISITAR BONIFACIO DESDE CÓRCEGA
Localizada en lo alto de unos escénicos acantilados de naturaleza calcárea, realizar una excursión a Bonifacio desde Cerdeña, aprovechando los varios ferris diarios de Ichnusa Lines, resulta una excelente idea.
En este sentido, nosotros tomamos el ferry de las 9 de la mañana que parte de Santa Teresa de Gallura, de manera que en 60 minutos estábamos pisando tierras corsas. Si habéis comprado el billete de manera anticipada, tenéis suficiente llegando apenas quince minutos antes de zarpar. El acceso es ágil y no presenta complicaciones.
Para el regreso, tomamos el ferry de Ichnusa Lines de las 15.30. Es decir, tuvimos unas 5 horas para visitar los lugares más interesantes que ver en Bonifacio. Sin embargo, debéis saber que este no es el último ferry del día, de manera que es posible apurar vuestra visita a Bonifacio si así lo queréis.
Otra posibilidad puede ser embarcar el coche en el propio ferry, a fin de descubrir alguna playa cerca a Bonifacio. O desde luego, pasar unos días recorriendo Córcega, si disponéis de más días. Sin embargo, nuestro viaje a Cerdeña por libre no nos daba para más, de manera que con la excursión a Bonifacio desde Cerdeña nos dimos por satisfechos.
Estos son los lugares imprescindibles que ver en Bonifacio en 1 día.
QUÉ VER EN BONIFACIO EN 1 DÍA
Nuestra visita a Bonifacio se circunscribe, básicamente, al centro histórico que se sitúa en una pequeña península rodeada de acantilados calcáreos.
Esta península se cierra al norte por lo que es el puerto natural de Bonifacio, al que llegamos procedentes de Santa Teresa de Gallura, en la costa norte de Cerdeña, tras atravesar el Estrecho de Bonifacio o Bouches de Bonifacio en francés (literalmente, las bocas de Bonifacio).
PUERTO DE BONIFACIO
La parte occidental del puerto es donde atracan los ferris. Sin embargo, la parte oriental desempeña las funciones de puerto deportivo. Aquí encontramos enormes yates (de estos de varios millones de euros).
De aquí parten también las excursiones en barco para ver los acantilados de Bonifacio y hacia las islas Lavezzi.
LOS ACANTILADOS DE BONIFACIO
Como os dije, Bonifacio está situada en lo alto de unos enormes acantilados calcáreos que superan los 70 metros de altura.
Hemos podido disfrutarlos desde nuestra privilegiada situación desde lo alto del ferry de Ichnusa Lines y luego los descubriremos a pie. En la base de los acantilados, se ubican varias cuevas surgidas a lo largo de los siglos, productos de la erosión.
Si no llegáis a Bonifacio en ferry, una buena idea es tomar la embarcación que cada 30 minutos ofrece paseos de una hora por el litoral y que os llevará a descubrir los acantilados y las grutas, además de algunas playas. Podéis leer aquí los distintos circuitos y precios.
LA CIUDADELA DE BONIFACIO
Buena parte de los lugares de interés de Bonifacio los encontramos en la Ciudadela o Ciudad Alta de Bonifacio.
Desde el puerto solo hay que seguir la carretera de acceso, de manera que accederéis en apenas unos minutos, tras superar los 70 metros de desnivel, ya que la Ciudadela se ubica en lo alto de los acantilados.
Aquí encontraremos antiguas puertas medievales (la más destacada, la de los Genoveses), iglesias varias, callejuelas estrechas y empedradas o la Fortaleza del Estandarte. También desde la Ciudadela accederemos a las Escaleras del Rey de Aragón, de las que luego os hablare.
En la Oficina de Turismo nos han ofrecido un mapa en español. Durante el paseo por la ciudadela pasamos frente a la antigua Casa Doria, que perteneció a esta familia genovesa que representó los intereses de la Repúblico de Génova en Bonifacio, o la iglesia de San Juan Bautista o Capilla de la Misericordia, de 1785.
EL BASTIÓN DEL ESTANDARTE
Esta fortificación genovesa del siglo XVI domina parte de la Ciudadela y es uno de los lugares históricos más relevantes que ver en Bonifacio.
Una entrada conjunta permite bajar luego por las Escaleras del Rey de Aragón. Los genoveses alzaron esta fortificación a fin de defenderse del asedio franco-turco.
Se puede acceder a sus sótanos y mazmorras, aunque casi que lo más interesantes aquí son las maravillosas vistas que se tienen de la parte baja del pueblo, y particularmente del puerto.
IGLESIA DE SANTA MARÍA LA MAYOR
La más importante entre las varias iglesias que ver en Bonifacio. Fue construida por los pisanos durante el siglo XII.
Lo que más llama la atención es la galería existente en su fachada frontal. Por lo visto, aquí era donde se reunían los notables de Bonifacio para deliberar sobre las cuestiones de interés general.
EL TORREÓN
De camino a las Escaleras del Rey de Aragón, pasamos frente al torreón que fue edificado sobre el antiguo Casteletto.
En que podemos ver en la actualidad, sin embargo, no es el original, que fue destruido en 1901. Reconstruido hace apenas 40 años, este torreón de base circular es otro de los monumentos indispensables de Bonifacio.
LAS ESCALERAS DEL REY DE ARAGÓN
Ahora sí, nos encontramos en la entrada de las Escaleras del Rey de Aragón, otro de los lugares imprescindibles que ver en Bonifacio.
Se trata de una escalera que permite descender desde lo alto del acantilado hasta casi el nivel del mar. 187 escalones tallados en la misma roca calcárea, que permiten disfrutar de unas vistas preciosas de la naturaleza calcárea sobre la que asienta Bonifacio.
Las escaleras, que fueron talladas por los monjes franciscanos, terminan donde empieza un camino que en su momento llevaba a la fuente de agua dulce o manantial de San Barthelemy. Ahora ya no es posible llegar hasta aquí.
Sin embargo, la leyenda cuenta que no fueron los franciscanos si no las tropas del rey de Aragón, Alfonso V, quienes excavaron las escaleras en una sola noche, durante el asedio a Bonifacio en 1420.
LA PUERTA DE LOS GENOVESES
Regresamos por donde hemos venido, en busca del sendero desde el que se disfruta de las mejores vistas de Bonifacio y sus acantilados.
Para ello, tenemos que salir por la Puerta de Génova o de los Genoveses, la más bella de las que permite el acceso a la fortaleza. Un nombre lógico, teniendo en cuenta que los genoveses se instalaron aquí entre los años 1195 y 1768.
SENDERO A CAMPU RUMANILU
Descendemos casi a nivel del mar desde la Puerta de Génova, pasamos frente a la pequeña capilla de Saint Roch y, desde aquí, tomamos el sendero que asciende nuevamente a lo alto de los acantilados.
La ruta lleva al Campu Rumanilu y al Cabo Pertusatu, tras apenas una hora de trayecto. Sin embargo, no es necesario emplear tanto tiempo para gozar de las mejores vistas que ver en Bonifacio.
Tras apenas 15 o 20 minutos de ruta, llegamos a un mirador desde el que se disfruta de una panorámica sin igual, con la población situada en lo alto de los acantilados. A los pies del mismo, un par de farallones surgen del mar, originados y producto, sin duda, de la erosión acumulada a lo largo de la historia.
Tras este breve paseo, regresamos a la Ciudadela, donde buscamos un lugar donde almorzar. Los menús que ofrecen comida sarda abundan, de manera que no resulta difícil encontrar sitio. Al menos, a principios de septiembre. No pueden faltar las berenjenas rellenas de queso bonifacienne, plato casi obligatorio en esta población.
Tras el almuerzo, un último paseo antes de regresar al puerto, donde tomamos el ferry de Ichnusa Lines que nos permitirá regresar a Cerdeña.
Los lugares indispensables que ver en Bonifacio pueden verse en 4 o 5 horas, de manera que esta excursión a Bonifacio desde Cerdeña ha cumplido, perfectamente, nuestras expectativas.