Escoger las 20 iglesias más bonitas de Roma no resulta nada fácil. A fin y al cabo estamos hablando de la capital de la Cristiandad, una ciudad donde a cada esquina se alza un templo, a cuál más bello, y donde la mayoría de las veces parece no haberse reparado en gastos.
En esta ocasión no voy a ser muy exhaustivo en la descripción de la iglesias (el post sería interminable), de manera que me voy a limitar a daros algunos datos y contaros el motivo porque he incluido este templo en esta lista de las iglesias más bonitas de Roma. Veréis que más allá de la belleza general de la iglesia, muy a menudo se debe a que el templo alberga alguna obra maestra de la Historia del Arte, incluyendo lienzos de pintores tan famosos como Caravaggio o Rafael o esculturas de Bernini. En su momento, ya dedicamos un post a la Ruta Caravaggio y Bernini por Roma.
Comentar también que visitar todas estas iglesias más bellas de Roma es gratuito. A lo sumo tendréis que pagar 1 euro para la iluminación de algunas capillas. Sin embargo, en algunas iglesias sí que hay algunos lugares que sí que son de pago, como claustros, museos o las excavaciones de los subterráneos.
LAS 20 IGLESIAS MÁS BONITAS DE ROMA.
BASÍLICA DE SAN PEDRO DEL VATICANO
Desde luego, la Basílica de San Pedro es la número 1 entre las iglesias más bonitas de Roma. Ombligo de la Cristiandad, se alza sobre la tumba del apóstol Simón Pedro.
Le dedicamos un post entero a la Basílica de San Pedro del Vaticano, que con 187 metros de largo y 45 metros de altura es la mayor iglesia de la Cristiandad. En ella trabajaron algunos de los artistas más importantes del Renacimiento y el Barroco, como Bramante, Miguel Ángel, Rafael Sanzio, Antonio da Sangallo, Giacomo della Porta, Carlo Maderno o Gian Lorenzo Bernini.
Entre los momentos más sublimes de la iglesia, no os podéis perder la célebre Piedad de Miguel Ángel, la cúpula que es del mismo artista (se eleva hasta los 136 metros), el Baldaquino de Bernini o el Monumento a Gregorio XIII, de Camilo Rusco.
ARCHIBASÍLICA DE SAN JUAN DE LETRÁN
Uno de los templos más importantes entre las iglesias más bonitas de Roma, hasta el punto que se trata de la Catedral de Roma. San Juan de Letrán es la más antigua de las cuatro basílicas mayores de Roma, pues fue consagrada en el año 324.
Francesco Borromini transformó esta iglesia en un maravilloso templo barroco, allá por el siglo XVII. Sin embargo, se conservan elementos anteriores, como los maravillosos mosaicos del ábside. Impresiona también el precioso baldaquino gótico (con un relicario en el que se conservan las cabezas de San Pedro y San Pablo) y el pavimento de estilo cosmatesco, tan habitual de las iglesias de Roma.
Hay que fijarse también en los portones centrales de ingreso, que son los originales de la Curia del Senado del Foro Romano. En la Capilla Corsini encontramos el monumento funerario en honor del Papa Clemente XII, obra de Alessandro Galilei.
Para visitar el claustro cosmatesco deberéis pagar una entrada.
BASÍLICA DE SANTA MARÍA LA MAYOR
La Basílica de Santa María la Mayor es la segunda basílica papal (en total hay 4) que incluimos en esta lista de iglesias más bonitas de Roma. Su origen lo debemos encontrar en el año 360. Lógicamente está muy modificada.
Entre las obras que no os podéis perder en esta iglesia, destacar el artesonado del techo, de Giuliano da Sangallo, el habitual pavimento cosmatesco, el baldaquino del Altar Mayor y 2 maravillosas capillas. A la derecha, la Capilla Sixtina donde destaca el monumento funerario que Carlo Maderno realizó para el papa Sixto V. A la izquierda, la Capilla Paulina que Pablo V Borghese encargó a Flaminio Ponzio. Aquí encontramos las tumbas de Pablo V, Clemente VIII y de Paulina Bonaparte, hermana de Napoleón I.
Sin embargo, los mayores tesoros de Santa María la Mayor son sus mosaicos. Los de la nave central y los de lo que viene a ser el Arco del Triunfo sobre el Altar Mayor son del siglo V. Relatan cuatro ciclos del Antiguo Testamento, con la promesa de Dios al pueblo judío como argumento. Mucho más posteriores (del siglo XIV), aunque igual de bellos son los mosaicos del ábside (la Coronación de María, obra de Jacopo Torriti) y de la fachada, obra de Filippo Rusuti.
BASÍLICA DE SAN PIETRO IN VÍNCOLI.
Muy cerca del Coliseo de Roma encontramos esta basílica originaria del siglo V, que como tantas iglesias romanas ha sido restaurada en numerosas ocasiones hasta llegar a nuestros días.
Aquí encontramos una de las más celebres esculturas que pueden visitarse en las iglesias más bonitas de Roma: el Moisés de Miguel Ángel. Aunque originariamente debía formar parte del monumento funerario del Papa Julio II para la Basílica de San Pedro, finalmente la estatua se colocó en esta iglesia.
La otra estrella de la basílica fue el motivo que llevó a su edificación, en el siglo V. Me refiero a la reliquia de las cadenas con las que San Pedro fue atado durante su encarcelamiento en Jerusalén. La leyenda cuenta que estas cadenas quedaron milagrosamente unidas a las del primer encarcelamiento de san Pedro en la cárcel Mamertina en Roma. Hoy en día se pueden visitar bajo el Altar Mayor de la Basílica.
IGLESIA DE SANTA MARÍA SOPRA MINERVA.
La iglesia principal de los Dominicos está considerada como la única iglesia gótica de Roma. Recibe este nombre por haber sido construido sobre un antiguo templo pagano dedicado a Minerva.
Sin embargo, si he incluido este templo en esta lista de iglesias más bonitas de Roma es porque es aquí donde vais a poder visitar el Cristo de la Minerva, una escultura de Miguel Ángel de 1521, que representa al Cristo Redentor abrazando la Cruz.
BASÍLICA DE SANTA MARÍA IN COSMEDIN
Hay varios elementos que convierten a esta pequeña basílica originaria del siglo VI en otra de las iglesias imprescindibles que ver en Roma.
En el pórtico de la iglesia de Santa María in Cosmedin deberéis fotografiaros junto a la Boca de la Verdad, una tapa de alcantarilla del siglo I, con forma de máscara, célebre después de aparecer en la película Vacaciones en Roma.
En el interior, nos fijamos en el suelo cosmatesco, en la Schola cantorum de mármol, situada en la nave central, que es del siglo XIII, y el baldaquino gótico del altar mayor.
En la sacristía, donde está la tienda, merece la pena echar un vistazo al fragmento de mosaico del siglo VIII que procede de la antigua Basílica de San Pedro.
BASÍLICA SAN CLEMENTE DE LETRÁN
Otra maravilla que no puede faltar entre las iglesias más bonitas de Roma es San Clemente de Letrán. Una maravilla no solo arquitectónica y artística, si no también arqueológica.
Lo curioso es que esta iglesia de XII fue alzada sobre una basílica anterior, del siglo IV, que a su vez estaba construida sobre un templo romano dedicado a Mitra.
En la basílica superior, la actual, no os debéis perder las tumbas de San Cirilo y San Metódico, creadores del alfabético glagolítico que derivaría en el cirílico. Como en Santa María in Cosmesdín, el pavimento es cosmatesco y en la nave central encontramos la Schola Cantorum, de marmol.
En el ábside hay que fijarse en el fabuloso mosaico que presenta a Cristo crucificado con la Deesis, los Cuatro ríos del Paraíso y el Agnus Dei flanqueado por seis corderos. En la Capilla de Santa Catalina, los frescos son de Masolino da Panicale.
La Basílica inferior se redescubrió en 1860. Aquí lo más destacado son los frescos medievales, que cuentan la vida de San Clemente.
Por debajo, aún se puede visitar el mitreo, que era el lugar donde se adoraba a Mitra, con triclinios de piedra flanqueando el altar dedicado a esta diosa pagana.
BASÍLICA DE SANTA MARÍA DEL POPOLO
Más allá de la belleza arquitectónica de esta Basílica Menor, a Santa María del Popolo se viene a disfrutar de algunas de las más maravillosas obras de arte que se pueden conocer en Roma.
La Capilla Cerasi, por ejemplo, alberga dos obras de Caravaggio (la Conversión de San Pablo y la Crucifixión de San Pedro), además de otro lienzo de Annibale Carracci, la Asunción de la Virgen.
No menos impresionante resulta la Capilla Chigi, capilla funeraria de esta familia de banqueros, diseñada por Rafael Sanzio. También Bernini colaboró en la ornamentación de esta capilla. Suyos son las esculturas de Habacuc y del ángel. Las pinturas son de Sebastiano del Piombo y de Francesco Salviati.
IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LA VICTORIA
Seguimos con Bernini, porque el motivo de incluir este templo entre las más bonitas iglesias de Roma es la existencia de la escénica Capilla Cornaro. Bernini diseñó aquí un espacio centrado en el Éxtasis de Santa Teresa, verdadera obra maestra del barroco.
IGLESIA DE SAN LUÍS DE LOS FRANCESES
Si Bernini es la estrella de Santa María de la Victoria, Caravaggio lo es de San Luís de los Franceses. Resulta realmente increíble que en Roma se puedan visitar algunas de las más maravillosas obras maestra de la Historia del Arte, completamente gratis, en sus iglesias.
En este caso, en la Capilla Contarelli, podemos visitar ni más ni menos que tres obras culminantes de Caravaggio: La vocación de san Mateo, La inspiración de San Mateo y El martirio de San Mateo. La inversión de 1 euro para que se haga la luz en la capilla, pocas veces puede resultar tan obligatoria.
Esta iglesia diseñada por Giacomo della Porta y construida por Domenico Fontana ofrece mucho más. Por ejemplo el ciclo de frescos representando las Historia de Santa Cecilia, obra de Domenichino.
BASÍLICA DE SAN AGUSTÍN
Muy cerca de San Luís de los Franceses, la iglesia de los Agustinos cierra la tríada de templos que permiten contemplar pinturas de Caravaggio. Concretamente, su lienzo Virgen de Loreto, ubicado en una de las primeras capillas de la izquierda.
Pero esta no es la única obra de arte destacada de esta iglesia renacentista. En uno de los pilares de la iglesia encontraremos el fresco representando al profeta Isaías, obra de Rafael, por ejemplo. Y en el mismo pilar, la escultura La Virgen con el niño Jesús y Santa Ana, de Andrea Sansovino.
Otra escultura destacada es la Virgen del Parto, que es obra de Jacopo Tatti, que pasó a ser conocido como Jacopo Sansovino, tras formarse con Andrea Sansovino. Esta obra, siempre acompañada de numerosos exvotos, está considerada como la protectora de las parturientas.
IGLESIA DEL GESÙ
En esta lista de iglesias más bonitas de Roma hemos incluido dos templos jesuíticos. El primero, la Iglesia del Gesù, que está considerada como la primera iglesia barroca de Roma, además de ser la iglesia madre de la orden en todo el mundo.
La fachada (y parte de su interior) lleva la firma de Giacomo della Porta y en su interior se disfruta de la fastuosidad del barroco en todo su esplendor. En el techo, por ejemplo, podemos ver uno de los frescos más grandiosos de Roma si exceptuamos las Estancias de Rafael y la Capilla Sixtina en el Vaticano. Me refiero a la representación del Triunfo del nombre de Jesús, de Giovanni Battista Gaulli.
También la decoración escultórica es abundante en el Gesù, incluyendo un busto del cardenal Belarmino, de Bernini. Especial atención merece la decoración de la Capilla de San Ignacio, diseñada por Andrea Pozzo, que es donde está sepultado el fundador de la orden, en una urna de bronce. Los dos grupos escultóricos del conjunto (La Religión flagelando a la Herejía, de Pierre Legros, y Triunfo de la Fe sobre la Idolatría, de Jean-Baptiste Théodon), son una maravilla.
IGLESIA DE SAN IGNACIO
San Ignacio, sigue el modelo del templo madre, la Iglesia de Gesù, como es muy habitual entre las iglesias de los jesuitas.
En este templo barroco lo que más llama la atención es el enorme fresco de la bóveda, que también lleva la firma de Andrea Pozzo y relata el papel de San Ignacio en la expansión del nombre de Dios por el mundo.
BASÍLICA DE SANTA PRÁXEDES
Muy cerca de Santa María la Mayor encontramos dos templos de origen paleocristiano que merecen ser incluidos también en esta lista de iglesias más bellas de Roma.
Santa Práxedes se alzó en 780 para albergar las reliquias de las santas mártires Práxedes y Pudenciana, las hijas de San Pudencio, reconocido como el primer converso cristiano de san Pablo en Roma. La iglesia se alza sobre una primera estructura del siglo V.
Lo más destacado es el programa de mosaicos, la mayoría de los cuales impulsados a principios del IX por el Papa Pascual I. El más famoso es el del ábside, donde están representados Jesús y los Santos Pedro y Pablo, que presentan a Santa Práxedes y Santa Pudenciana a Dios.
Más antiguo son, sin embargo, los mosaicos de la Capilla de San Zenón, a la derecha de la nave. Están considerados los mosaicos bizantinos más importantes de Roma, de manera que merece la pena pagar el euro que cuesta la iluminación. En esta misma capilla encontramos el pilar al que fue sujeto Jesús durante su flagelación. Nos sorprendió lo pequeña que era.
Por último, merece la pena echar un vistazo al monumento funerario del obispo Giovanni Battista Santoni. Está considerado uno de los primeros trabajos de Gian Lorenzo Bernini.
BASÍLICA DE SANTA PUDENCIANA
Muy cerca de Santa Práxedes encontramos el templo dedicado a la hermana de esta: Santa Pudenciana. El origen de la iglesia lo encontramos en el siglo IV. Por lo visto, el templo original fue alzado sobre la misma Domus del padre de las Santas, Pudente, y está considerada como una de las dos iglesias más antiguas de Roma.
A nivel decorativo, lo más importante son los mosaicos del ábside, que son del siglo IV (año 390) y están considerados los segundos más antiguos entre los mosaicos absidiales de Roma. Ahí están representados Cristo y los Apóstoles y dos mujeres, que podrían ser Santa Pudenciana y Santa Práxedes, aunque no queda claro este extremo. Por cierto, una reestructuración del templo se llevó por delante a dos de los apóstoles del mosaico.
BASÍLICA DE SANT’ANDREA DELLE FRATTE
Muy cerca de la Plaza de España encontramos la Basílica de Sant’Andrea delle Fratte, del siglo XVI.
No perderéis más que unos pocos minutos en visitarla, ni que sea para admirar dos estatuas de enormes proporciones que son obra de Bernini. Se trata los Ángeles con los símbolos de la Pasión, que habían sido diseñados para adornar el Puente Sant’Angelo. En aquel momento, fueron consideradas demasiado bellas para estar sometidas a la inclemencia del tiempo y fueron devueltas a Bernini. Sus herederos, las donaron a la Basílica de Sant’Andrea delle Fratte en 1729.
BASÍLICA DE SANTA CECILIA EN TRASTEVERE
Por último, hemos incluido cuatro templos del Trastevere en este resumen de las iglesias más bonitas de Roma. Ya os hablamos de ellas en nuestro post acerca de qué ver en el Trastevere.
Esta iglesia fue alzada en el mismo lugar que una iglesia del siglo V construida sobre la misma casa donde vivió Santa Cecilia. Precisamente la estatua de Santa Cecilia, obra de Stefano Maderno que se localiza bajo el altar y verdadera obra maestra del barroco, es uno de los motivos que convierten la visita a esta iglesia en obligatoria.
Por su parte, los mosaicos del ábside son el único resto de la primitiva basílica que mandó construir Pascual I en el siglo IX. Están representados el Pantocrátor, con el Colegio Apostólico, Santa Cecilia o el propio Papa Pascual I.
IGLESIA DE SAN FRANCESCO A RIPA
También en Trastevere nos acercamos a San Francesco a Ripa, la iglesia dedicada a San Francisco de Asís.
Una rápida visita para conocer otro de los momentos culminantes del barroco. Me refiero a la estatua Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni, de Gian Lorenzo Bernini, ubicada en la capilla Paluzzi-Albertoni de esta iglesia.
BASÍLICA DE SAN CRISÓGONO
Esta Basílica de San Crisógono a menudo pasa inadvertida ante tantas iglesias. Y la verdad es que merece mucho la pena. El origen lo encontramos en el siglo IV y, de hecho, desde la sacristía, se puede acceder a los restos de la iglesia constantiniana, que era de nave única. Aquí se han encontrado frescos de los siglos VIII y VI.
En la Basílica superior, la actual, nos llama la atención el artesonado con casetones de estilo barroco y al suelo cosmatesco.
BASÍLICA SANTA MARÍA EN TRASTEVERE
El último templo que incluyo en esta lista de iglesias más bonitas de Roma es la Basílica de Santa María en Trastevere, situada en el corazón de este barrio romano.
Lo más destacado de esta iglesia son sus mosaicos. En la fachada se conserva un mosaico del siglo XIII, donde está representada la Virgen, acompañada por una doble procesión de vírgenes.
Más impresionantes son los mosaicos del ábside, de la primera mitad del siglo XII, donde aparece la Virgen que está siendo entronizada por Cristo.
Hasta aquí las que son las iglesias más bonitas de Roma para nuestro gusto. Has quedado fuera algunas de las Basílicas Mayores de la ciudad y otros muchos templos. Al fin y al cabo, cada uno tiene sus preferencias.
Comentarios:
2 comentarios en “Las 20 iglesias más bonitas de Roma (y qué ver en ellas).”
La verdad es que las obras maestras de las mejores iglesias de Roma no las encontrarás en casi ninguno de los grandes museos del mundo, si exceptuamos el British, el Met o el Louvre. Increible.
Así es. Además, visitar las mejores iglesias de Roma es gratis!
Un abrazo Oscar.