La excursión al Archipiélago de la Maddalena es una de las más interesantes que pueden hacerse en Cerdeña y resultó otro de los mejores momentos de nuestro viaje de 1 semana a Cerdeña.
El Archipiélago de la Maddalena está situado frente a la costa norte de Cerdeña (concretamente, frente a la población de Palau, que es donde tomamos la embarcación que nos llevó a conocer este conjunto de islas).
Este Archipiélago de la Maddalena está compuesto de siete islas, además de un buen número de islotes, de naturaleza básicamente granítica (la verdad es que las incontables moles de granito rosado que se reparten por todas las islas, impresionan bastante). Se trata de un conjunto de islas que están protegidas bajo el paraguas de Parque Nacional, desde 1994.
Aunque es posible tomar el ferry que une Palau, en tierra tierra firme, con la capital del archipiélago, que también se llama Maddalena, la mejor manera de disfrutar de este lugar es reservando la excursión en barco por el Archipiélago de la Maddalena que parte cada mañana desde la población de Palau (podéis reservar la plaza aquí, particularmente importante en temporada alta).
Otra manera de visitar el Archipiélago de la Maddalena y en realidad toda la isla es alquilando una embarcación para toda vuestra estancia. Ello os permitirá llegar no solo a la Maddalena si no a zonas del litoral sardo donde resulta imposible llegar a por tierra e incluso allá donde no llegan las excursiones convencionales. En este caso, podéis valorar incluir en vuestro equipaje una placa solar portátil, cuya energía se convierte en electricidad para alimentar vuestros dispositivos.
Más allá de disfrutar del precioso paisaje del archipiélago y particularmente de sus playas, merece la pena saber que el Archipiélago de la Maddalena tiene también importancia histórica. Durante la época romana, por ejemplo, las islas desempeñaron las funciones de base logística para las naves de las rutas del Tirreno.
Sin embargo, si por algo son conocidas las islas del Archipiélago de la Maddalena a nivel histórico, es porque el líder de la Unificación Italiana, Giuseppe Garibaldi, adquirió parte de la Isla de Caprera, en 1855. El militar pasó aquí los últimos años de su vida. Aquí falleció y aquí se encuentra su tumba.
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CÓMO ES LA EXCUSIÓN EN BARCO POR EL ARCHIPIÉLAGO DE LA MADDALENA
La excursión en barco por el Archipiélago de la Maddalena permite conocer varias de las islas que componen el mismo, más allá de la mayor, que es Isla Maddalena.
Además, permite descubrir varias playas de las mejores playas de Cerdeña, accesibles solamente por vía marítima, a la par que la embarcación se detiene en varios puntos para disfrutar del baño en este precioso paraíso que es el Archipiélago de la Maddalena.
Concretamente, la excursión en barco por el Archipiélago de la Maddalena se detiene en Cala Corsara de la Isla Spargi y en Playa Santa María en la Isla de Santa María, Además, la embarcación se detiene también un buen rato para disfrutar de un chapuzón en las asombrosas piscinas naturales existentes entre la Isla Budelli, la Razzoli y la Santa María.
Comentar que las dos playas donde nos bañamos durante la excursión en barco por el Archipiélago de la Maddalena, por espacio de casi dos horas en cada una de ellas (Cala Corsara en Isla Spargi y Playa Santa María en Isla Santa María) son de arena, a diferencia de las varias playas que descubrimos durante la excursión en barco por el Golfo de Orosei, donde las playas eran de guijarros. Esto es lo habitual en este archipiélago y francamente se agradece.
Ni que decir que las aguas son transparentes y con esta tonalidad azul turquesa tan habitual de las mejores playas de Cerdeña, algo que no deja de asombrarnos aunque llevamos varios días ya en la isla.
Durante la excursión en barco por el Archipiélago de la Maddalena, el barco se detiene también frente a la muy famosa Playa Roja de Isla Budelli. Hace ya años que el baño (ni tampoco el amarre de barcos) no está permitido en esta playa que recibe su nombre de la tonalidad que le dan las minúsculas partículas de coral existente sobre la arena.
ISLA MADDALENA, LA ÚLTIMA PARADA DE LA EXCURSIÓN AL ARCHIPIÉLAGO DE LA MADDALENA DE CERDEÑA.
La última parada de la excursión en barco por el Archipiélago de la Maddalena se realiza en la mayor de las islas. En Isla Maddalena nos dan casi una hora para pasear por el agradable (y muyturístico) centro histórico de la capital, que parte del mismo paseo marítimo que es donde atraca nuestra embarcación.
Más allá de la iglesia parroquial de Santa María Maddalena, no hay grandes monumentos que visitar aquí, de manera que nuestro rato en la población discurre, sin más, paseando por las callejuelas del centro histórico. Es momento de disfrutar de un refrescante helado, que tras un día entero de playas se agradece especialmente, o de tomarse algunas fotografías en las varias escalinatas que se abren en el centro histórico de la población.
Durante la excursión en barco por el Archipiélago de la Maddalena no solo merecen la pena las cuatro paradas que se realizan. También resulta verdaderamente interesante todo el recorrido. Por ejemplo, navegando aún a orillas de Cerdeña, nos sorprendemos con las extraordinarias villas señoriales existentes, muchas de las cuales disponen de su propia calita de arena, casi siempre minúscula.
La embarcación se detiene también frente a la histórica Cala Francese, que fue una de las más importantes canteras de granito del mundo entero. Fueron abiertas en el siglo XIX. Para que entendamos la relevancia de estas canteras de granito, basta decir que aquí llegaron a trabajar más de 500 canteros y que de este lugar salió material para construir desde obras portuarias en Alejandría, Trípoli o Sudán hasta los muelles del Canal de Suez o el pedestal de la neoyorquina Estatua de la Libertad.
La excursión en barco por el Archipiélago de la Maddalena es de día entero. Partimos a las 10.30 del puerto de Palau y regresamos al mismo, a las seis de la tarde. La verdad es que fue uno de los lugares más interesantes que ver en Cerdeña, disfrutando de un paisaje granítico maravilloso y de unas playas que nada desentonarían en ningún catálogo dedicado a vender viajes al caribe.