Artà es un pequeño pueblo, de unos 8000 habitantes, situado al noreste de la isla de Mallorca, famoso por dar nombre a unas conocidas cuevas descubiertas a principios del siglo XX.
Sin embargo, las Cuevas de Artà no se localizan exactamente en el centro histórico del pueblo, si no a unos 15 kilómetros en dirección este, justo sobre la línea costera. Lo curioso, sin embargo, es que la denominación de Cuevas de Artà corresponde a la antigua separación administrativa de la isla de Mallorca, pues en la actualidad, las cuevas pertenecen al pueblo de Capdepera.
Aunque son mucho menos conocidas que las Cuevas del Drach, verdadera punta de lanza del turismo de Mallorca desde mediados de siglo XX, si disponéis de tiempo suficiente, merece la pena tanto visitar las Cuevas de Artà como la propia población que le da nombre.
Quizá menos conocidos que los pueblos de la Serra de Tramuntana, también merece la pena echar un vistazo a Artà, ni que sea rápido.
En Artà visitar el Museo Regional de Artá, con su colección de restos arqueológicos, el Santuario de Sant Salvador, construido en el siglo XIX, o el poblado talayótico de Ses Païsses. Aunque la Ruta talayótica de Menorca es mucho más conocida, también Mallorca dispone de algunos recintos que nos recuerdan el paso de la civilización talayótica por las Baleares.
Os comentaré los datos prácticos acerca de cómo visitar las Cuevas de Artà, así como su historia y cómo qué se visita durante el recorrido.
DATOS PRÁCTICOS PARA VISITAR LAS CUEVAS DE ARTA
HORARIOS Y PRECIOS
Las visitas a las Cuevas de Artà son guiadas y tienen una duración de unos 40 minutos.
El precio de la visita es de:
- Adultos: 15€
- Niños de 7 a 12 años: 7€
- Menores de 7 años: entrada gratuita.
El horario para visitar las Cuevas de Artà es el siguiente:
- Horario de invierno (de noviembre a abril):de 10:00 a 17:00
- Horario de invierno (de mayo a octubre): de 10:00 a 18:00
Las cuevas permanecen cerradas los días 25 de diciembre y 1 de enero.
EXCURSIÓN DESDE PALMA DE MALLORCA
Si no disponéis de coche propio o de alquiler, una buena idea puede reservar una excursión desde Palma al pueblo de Artà, incluyendo el monasterio de Sant Salvador y a la cuevas.
ORIGEN E HISTORIA DE LAS CUEVAS DE ARTÀ
Las Cuevas de Artà se sitúan en primera línea costera, a unos 150 metros de altura sobre el nivel del mar.
Como tantas cuevas de este tipo, las Cuevas de Artà fueron utilizadas por el ser humano desde hace milenios, aunque la primera documentación escrita corresponde al siglo XVI y a nivel científico no fueron redescubiertas y estudiadas hasta el siglo XIX. El primer plano científico detallado se debe a Pere d’Alcàntara Peña y data de 1862.
A partir de aquella época, las Cuevas de Artà se van popularizando. De hecho, la Reina Isabel II tenía previsto visitar la Cueva ya en 1860, motivo por el cual se construyó una gran escalera de acceso ya en 1860. Sin embargo, la reina jamás llegó a visitar las Cuevas de Artà. Si lo hizo, décadas más tarde, el Rey Alfonso XIII, en 1904.
Con los progresivos trabajos de acondicionamiento e iluminación interior, las Cuevas de Artà se incorporaron al circuito turístico de la isla de Mallorca, aunque siempre a la sombra de las mucho mayores (y verdaderamente más impresionantes) Cuevas del Drach, situadas en Porto Cristo, una veintena de kilómetros al sur de las de Artà.
Como tantas grutas de este tipo, las Cuevas de Artà están formadas por rocas calcáreas sedimentadas progresivamente en el fondo de lo que hace millones de años fueron antiguos mares.
Hace unos 15 millones de años y producto del choque entre las placas africana y europea, lo que hoy son las cuevas de Arta emergieron del fondo del mar, al igual que la mayoría de grandes cadenas montañosas de Europa, incluso los Pirineos.
La continua penetración de aguas de filtración, dio lugar a la progresiva creación de estalactitas, estalagmitas y otras formaciones habituales de este tipo de cuevas de origen kárstico.
LA VISITA A LAS CUEVAS DE ARTÀ
En 1860 se construyó la imponente escalinata de acceso a la cueva que podemos ver al llegar. Estas escaleras se dirigen a la gran boca de entrada situada a cierta altura. Es la que se construyó con motivo del viaje de Isabel II a la isla de Mallorca, en 1860. Sin embargo, el acceso se hace por un mucho más modesto túnel de acceso que permite la entrada a la sala conocida como del Vestíbulo.
El recorrido total por la Cuevas de Artà dura unos 35 minutos aproximadamente. Durante el mismo, se va transitando por las distintas salas. La primera sala, la del Vestíbulo, es ya una de las más espectaculares, con enormes estalactitas y estalagmitas.
Esta sala se sigue de la Sala de las Columnas, donde encontramos muchas más formaciones, y la Sala de la Reina de las Columnas, donde encontramos una impresionante estalagmita de 17 metros de altura, así como unas formaciones en forma de cortinas de piedra.
Otra sala verdaderamente bella es la del Infierno, que se observa desde un balcón acondicionado para poder visualizarla mejor. Las enormes formaciones alcanzan en este punto, los diez metros de altura, a la vez que se disfruta de un pequeño espectáculo de luz y sonido.
Otras salas que se visitan reciben el nombre de sala del Purgatorio, del Teatro, de banderas y de la Gloria. Hay que ponerle un poco de imaginación al tema, pero en la del Teatro, unas formaciones parecen querer semejar bambalinas y bastidores.
El recorrido por las Cuevas de Artà termina con la salida a la superficie, que se realiza por lo que es el acceso natural de la gruta. Desde este punto, las vistas al mar son una maravilla.
La verdad es que visitar las Cuevas de Artà, menos turísticas que las Cuevas del Drach, aunque igualmente bellas, es algo que debéis tener en cuenta si vais a viajar a Mallorca.