El Castillo de Xivert es una fortificación existente en la provincia de Castellón que tiene su origen en los años de dominación islámica, aunque posteriormente fue ampliado en época cristiana.
Durante nuestro último viaje de Barcelona a Valencia, aprovechamos para visitar el Castillo de Xivert, que queda bien situado junto a la Autopista del Mediterráneo que une ambas capitales, en el término municipal de Alcalá de Xivert.
CASTILLO DE XIVERT. BREVE APUNTE HISTÓRICO.
El Castillo de Xivert fue alzado en lo alto de un promontorio de la Sierra de Irta, probablemente a partir del siglo X.
Los árabes no solo construyeron un castillo en la parte alta de lo que se conoce como Montaña de Xivert, si no que también edificaron un poblado o aljama un poco más abajo, que también es visitable. Justo en el mismo lugar donde ya habría existido un poblado durante la Edad de Bronce y, posteriormente, durante la época íbera.
Como toda la Península, también lo que ahora es la Península de Castellón fue conquistada de forma paulatina por las huestes cristianas. Es así como el Castillo de Xivert cayó bajo manos de la Orden del Temple en 1234.
El Castillo de Xivert no es la única fortificación templaria de la provincia de Castellón, el Castillo de Peñíscola, conocido también como Palacio del Papa Luna, también lo fue en su momento.
Parte de lo que conoceremos al visitar el Castillo de Xivert pertenece a este momento histórico de posesión cristiana, incluyendo las dos grandes torres circulares del muro oriental. No faltó tampoco la iglesia, hoy bastante destruida, así como un aljibe, imprescindible en caso de asedios.
Para estas construcciones, los cristianos utilizaron grandes sillares, bien tallados, a diferencia de las edificaciones musulmanas, que habían utilizado principalmente la mampostería. Sin embargo, cuando el Castillo de Xivert perdió importancia dentro de la Orden del Templo en favor del de Peñíscola, se recuperó la mampostería como forma principal de construcción.
Durante los años siguientes a la cristianización, se permitió a la población musulmana seguir habitando la zona. Es lo que se conoce como carta de puebla. Muchos de ellos, fueron cristianizados por conversión forzosa en tiempos de los Reyes Católicos. Reciben el nombre de moriscos.
Sin embargo, la población morisca fue expulsada de España en tiempos de Felipe III, a partir de 1609, empezando por los residentes en el Reino de Valencia. Eso dio lugar a la rápida despoblación de la zona y el posterior abandono del Castillo de Xivert.
CÓMO VISITAR LA EL CASTILLO DE XIVERT
Viniendo por la AP7 (Autopista del Mediterráneo) desde Barcelona hay que tomar la salida 43 hacia la N-340 (Peníscola/Benicarló). A los pocos kilómetros, al pasar a la altura de Alcalá de Xivert, debéis tomar a mano izquierda lo que se conoce como Camí del Calvari.
Después de pasar por la Ermita del Calvario y por la Cruz del Francés, tomaréis el Camí del Castell que os llevará hasta el Castillo de Xivert. Son solo un par de kilómetros, pero en camino no está en nada buen estado. Os dejo aquí la localización del castillo para que la pongáis en el GPS.
Desde el aparcamiento, un sendero os lleva en cinco minutos a una bifurcación. Desde aquí podéis tomar el camino del Castillo de Xivert o la del poblado morisco. Ambos quedan a unos pocos minutos de distancia y están marcados.
Al llegar al Castillo de Xivert, veréis que en primer lugar se encuentra un recinto amurallado que corresponde al albacar. En esta muralla encontramos la Torre de Levante, de planta cuadrada y sendas torres semicirculares.
La mayor parte de la edificación es islámica, como la Torre de Poniente, la Torre Sur, el muro sur del albacar y el aljibe.
Por dentro queda la alcazaba, con sus torres semicirculares edificadas ya en época templaria, en sillar. Para el muro que une ambas torres, se utilizó el sillar en la parte baja, aunque en la parte ya más alta, se regresa a la mampostería. Probablemente, corresponde al momento en que los presupuestos pasan a destinarse al Castillo de Peñíscola.
Ambos recintos son accesibles y gratuitos. No hay nadie vigilando ahí. Dentro de la alcazaba hay un segundo aljibe y los restos de la iglesia o capilla gótica de lo que fue el castillo templario.
Entre la alcazaba (interna) y la segunda muralla (la externa, islámica) queda lo que se conoce como albacar, que corresponde a la antigua medina musulmana. En tiempos ya cristianos, era también el lugar donde se refugiaba la población y el ganado en caso de asedio.
Antes de partir, nos acercamos a la ladera, desde donde se observa el poblado o aljama musulmán, que llegó a dar cabida a unas 500 personas.
Visitar el Castillo de Xivert no os ocupara más de treinta minutos, aunque como os digo, hay que desviarse desde la AP7. La verdad es que la visita merece la pena y nos recuerda el paso de la Orden de Temple, pero también de los musulmanes, por estas tierras de Castellón.