El Castillo de Loket es una preciosa fortaleza medieval situada a solo unos kilómetros de Karlovy Vary, la más bella de las ciudades balnearias de la República Checa, en la Región de Bohemia, la más occidental del país.
El Castillo de Loket está situado en lo alto de un promontorio que domina el perfecto meandro de casi 360 grados que el Río Ohře dibuja a su paso por esta localidad. De la espectacularidad de la curva que el río traza a su paso por esta población medieval, nos da cuenta el propio nombre del pueblo. Loket significa, literalmente, codo. Incluso este mismo codo viene reflejado en el escudo de la población.
Y no solo el Castillo de Loket merece la pena. También hay que reservar algo de tiempo, ni que sea unos minutos, para echar un vistazo al pueblo que creció a sus pies. No es de extrañar que haya sido utilizado como habitual plató de rodaje de no pocas series y películas. Y no solo checas. Incluso parte de la película Casino Royale, de la saga de James Bond, ha sido rodada en tan bello lugar.
En este artículo os hablaremos del Castillo de Loket y de la población que queda a sus pies; pero también de un muy buen lugar donde hacer un receso, antes o después de visitar el castillo.
CÓMO LLEGAR DE KARLOVY VARY A LOKET
EN TREN. Menos de 30 minutos de trayecto, aunque puede que tengáis que hacer transbordo en Chodov o Nové Sedlo u Lokte. Podéis mirar los horarios en la web de trenes de Chequia.
EN AUTOBÚS. También menos de 30 minutos de recorrido, con algunos autobuses directos y otros haciendo transbordo. Aquí podéis mirar los horarios.
EL CASTILLO DE LOKET. BREVE HISTORIA.
En Castillo de Loket que nos ha llegado es una fortaleza gótica, probablemente con más de ochocientos años de historia a sus espaldas. De hecho, aunque se tienen referencias escritas de la existencia de Loket desde 1234, otras fuentes hablan de que la fundación habría sido allá por el siglo IX.
Lo más plausible, sin embargo, es que el Castillo de Loket habría sido fundado por el príncipe checo que años más tarde subiría al trono de Bohemia como Vladislao II. Pronto el Castillo de Locket tomo importancia a fin de proteger las rutas comerciales hacia Erfurt y Plauen y posteriormente, como fortaleza de frontera.
Los tiempos pasaron y aquella primera fortificación básicamente románica fue ampliada con nuevas estancias y torreones. Además, a sus pies fue creciendo la población de Loket, que hoy en día es uno de los pequeños pueblos más bellos de Bohemia.
El Castillo de Loket pasó de mano en mano a lo largo de los siglos, desempeñando distintas funciones, incluyendo la de prisión para la población de Loket, que fue abolida en 1948. También tuvo que reconstruirse tras un terrible incendio ocasionado en 1725, que se llevó por delante buena parte de su estructura. Desde 1992, el Castillo de Loket está administrado por el municipio. Ello ha supuesto un verdadero impulso para la población, porque verdaderamente se ha convertido en un lugar que merece mucho la pena visitar durante un viaje por la región de Bohemia.
UN PASEO POR EL PUEBLO DE LOKET
La imagen del Castillo de Loket antes de acceder al burgo, desde la otra orilla del río Ohře, resulta verdaderamente impactante. Situado en lo alto de un farallón de piedra, la imagen medieval de la fortaleza hace honor a la leyenda que lo menciona como un castillo casi inexpugnable.
A la entrada del pueblo, por la calle TG Masaryka, dejamos a mano derecha la cervecería San Florian, que luego visitaremos. Las calles son adoquinadas y los edificios, de dos o tres plantas, pintados todos de distintos tonos pastel, como tan habitual resulta en estas tierras.
A la derecha nos llama la atención el viejo ayuntamiento, cuya torre se culmina con una cúpula en bulbo de cebolla. Si miramos a la izquierda queda la iglesia de San Wenceslao, de blanco y rojo, con su chapitel. Es barroca y de principios del XVIII.
Esta calle TG Masaryka es verdaderamente la más importante de Loket. En aquí donde encontramos la casi universal columna de la peste. Está culminada con una estatua de la Santísima Trinidad y fue erigida como agradecimiento a que la plaga no se cebara con la población.
También aquí encontramos el esquinero Hotel Bily Kun, donde el famoso escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, celebró su 74 cumpleaños.
Por lo visto, Goethe era asiduo a Loket, población que visitaba a menudo al igual que Karlovy Vary, la cercana ciudad balneario del que gustaba disfrutar de sus aguas termales. Según cuentan por aquí, el poeta se encaprichó de una jovencita de diecinueve años, Ulrike von Levetzow. La cuestión es que la chiquilla le dio calabazas, justo en un baile acontecido en este Hotel Bily Kun. Goethe juró no regresar jamás a Loket y eso hizo. Él que se lo perdió.
Ahora sí, tras dar una vuelta por este pueblo de cuento, nos dirigimos al Castillo de Loket, a traves de los bonitos callejones empedrados de la población.
LA VISITA AL CASTILLO DE LOKET
Visitar el Castillo de Loket nos ocupó aproximadamente unos 45 minutos. Sin prisas, pero sin pausas. Disfrutando de sus rincones, pero sin invertir mucho tiempo en las distintas estancias que han sido museizadas.
La parte baja del castillo, que entiendo que formaba parte de las mazmorras, ha sido convertido en algo así como un museo de las torturas. No falta la silla de interrogación propia de la Santa Inquisición.
Por su parte, lo que fue la Casa del Margrave del Castillo de Loket es utilizada como museo de la ciudad, incluyendo una colección de porcelana de fabricación local.
Otras salas están dedicadas a la arqueología. E incluso una, al conocido como meteorito de Loket, que pesa algo más de 100 kilos de peso y que habría caído en la localidad, sobre el año 1400. Que sepáis que el meteorito está formado principalmente por camacita, plesita y schreibersita. ¿Os habéis quedado igual, verdad? Pues yo también. Pero el meteorito está chulo.
Terminamos la visita al castillo de Loket subiendo a lo alto de la torre medieval, desde donde se disfruta de unas fenomenales vistas de la ciudad baja, aunque la verdad es que el tiempo no nos ha acompañado durante el día de hoy.
LA CERVECERÍA SAN FLORIÁN
No quiero cerrar el artículo sobre Loket y su castillo sin hablaros de la Cervecería San Florián. O lo que es lo mismo Pivovar Svatý Florian.
Se trata de una más de las muchas cervecerías de la República Checa que elaboran su propia cerveza. Una más, sí. Pero la verdad es que a nosotros nos encantan.
Curiosamente, Loket dispone de derecho a elaborar su propia cerveza desde mediados del siglo XIV, gracias a un edicto promulgado por el monarca Jan Lucemburský, padre del Emperador Carlos.
La cerveza se elaboró en este mismo lugar de forma continuada hasta 1953; y desde 2006 vuelven a ofrecer sus propios brebajes, incluyendo más de 10 tipos distintos de cerveza.
Además, la cervecería ocupa una mansión del siglo XIV que hace las funciones de pequeño museo de la cerveza en la planta inferior y de museo de las tazas de spa en la planta superiores. Estas últimas, son los recipientes de cerámica con que se recoge el agua de las fuentes de Karlovy Vary.
Pues lo dicho, visitar el Castillo de Loket es una opción que hay que tener en cuenta en un recorrido por la Región de Bohemia o como extensión, después de visitar Karlovy Vary.