Visitar el Castillo de If es unas de las actividades que hay que hacer si vais a visitar Marsella, la segunda ciudad en población de Francia y un destino que año tras año gana enteros en el panorama turístico francés.
El Castillo de If es una fortificación situada frente a las costas de Marsella, en la isla homónima que forma parte del Archipiélago de Frioul. La Isla de If es la menor de las tres que forman este archipiélago (si exceptuamos el pequeño islote de Tiboulen) localizado a solo cuatro kilómetros de Marsella.
Visitar el Castillo de If supone conocer uno de los lugares históricos más importantes que ver en Marsella, pero también un lugar que forma parte de lo más importante de la literatura francesa. En este castillo, Alexandre Dumas situó la carcel donde estuvo prisionero El conde de Montecristo, en una de las novelas más relevantes de la historia de la literatura mundial.
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CÓMO VISITAR EL CASTILLO DE IF
El ferry para ir de Marsella a la Isla de If parte del Puerto Viejo de Marsella. Los horarios son bastante amplios y la duración de trayecto es de menos de 30 minutos. El mismo ferry también tiene parada en la isla de Frioul, la mayor del Archipiélago.
Tanto el ferry a la Isla de If como la entrada al Castillo de If se incluyen en la tarjeta turística Marseille Pass que podéis reservar aquí. Si vuestra idea es visitar los lugares más importantes de la ciudad, incluyendo el Fuerte Saint Jean y el Museo de las Civilizaciones, resulta de interés.
Si no disponéis de Marseille Pass, el trayecto en ferry tiene un precio de 10.80 euros en 2022. Además, hay que comprar la entrada para visitar el Castillo de If, que podéis adquirir al precio oficial en este enlace y os evitaréis las colas.
EL CASTILLO DE IF, UN LUGAR HISTÓRICO DE FRANCIA.
El Castillo de If fue construido en 1527. Lo curioso del caso es que las fuentes no se ponen de acuerdo en el motivo por el cual el Castillo de If fue edificado.
Algunos autores indican que el motivo principal para construir el Castillo de If habría sido el de proteger la ciudad de Marsella de los ataques llegados del mar. Es decir, se trataría de uno más de los distintos bastiones defensivos de la población. Francisco I habría sido el promotor de la obra (es el mismo monarca que mandó edificar el Castillo de Chambord en el valle del Loira).
Otra hipótesis sugiere que Francisco I habría mandado construir el Castillo de If para defenderse de los propios marselleses, que ya en aquella época tenían ganada la merecida fama de díscolos y rebeldes.
A lo largo de la historia, el Castillo de If desempeñó distintas funciones. Y como suele ser habitual en este tipo de edificaciones, una de ellas fue la de prisión.
De hecho, al visitar el Castillo de If vamos a ser testigos de los muchos grafitis que los prisioneros dejaron en las paredes de lo que en su momento fueron las celdas, cuando a partir del siglo XVII la fortificación se convirtió en prisión estatal.
Situada frente a la costa marsellesa, la cárcel del Castillo de If recuerda a la Prisión de Alcatraz, localizada en una isla frente a las costas de San Francisco.
LA VISITA AL CASTILLO DE IF DE MARSELLA Y LA CELDA DEL CONDE DE MONTECRISTO
El Castillo de If y en realidad, toda la isla homónima, es pequeño. No vais a emplear más de una hora en visitarlo.
Además de pasear por sus torres (como la Tour Saint Christophetorre, la de Saint Jaume y la Tour Maugouvert), desde donde tendréis muy buenas vistas de la ciudad de Marsella que queda a apenas cuatro kilómetros del Castillo de If, en la fortificación podréis visitar la supuesta celda del Conde de Montecristo.
Más que supuesta, ficticia, porque el Conde de Montecristo (Edmundo Dantès era su nombre) jamás existió más allá de la mente de Alexandre Dumas, autor también de la no menos célebre novela, Los Tres Mosqueteros.
La cuestión es que en el Castillo de If visitamos la ficticia celda donde el famoso personaje estuvo preso. La verdad es que parece un poco bizarro que en la fortaleza se inventen una celda, pero ahí está, con su bóveda de medio punto.
No falta, tampoco, una exposición que nos relata la importancia de la novela El Conde de Montecristo dentro de la literatura universal.
Además, se pueden visitar las distintas dependencias de la fortaleza que nos recuerdan los tiempos en que el Castillo de If fue convertido en cárcel estatal de Francia.
Según cuenta la historia, por en el Castillo de If fueron encarcelados más de 3.500 fieles protestantes, por motivos religiosos, además de centenares de presos políticos encarcelados durante la época de la Revolución Francesa. Como comenté, muchos de ellos dejaron su huella como grafitis, en las paredes de sus celdas.
Como os dije, la fortaleza es bastante pequeña y la isla, también, de manera que tras visitar el Castilla de If, es momento de regresar al embarcadero para tomar el siguiente ferry que nos permita regresar a Marsella.