La Ruta del Románico del Valle de Arán es una de las más interesantes que se pueden hacer, a nivel patrimonial, en la comarca más septentrional de Catalunya.
Aunque entre los lugares más interesantes que ver en el Valle de Arán destacan especialmente los muchos paisajes espectaculares que se localizan a lo largo y ancho de esta no muy extensa comarca, merece mucho la pena dedicar una jornada, al menos, a visitar varios de los encantadores pueblecitos de montaña, cortados casi siempre por el mismo patrón, y centrados desde hace siglos en la iglesia parroquial.
La Ruta del Románico del Valle de Arán está formado por un total de quince iglesias, de las que cinco, se consideran las obras maestras del románico aranés: Santa Maria de Arties, Sant Miquèu de Viella, Sant Andrèu de Salardú, Era Mair de Diu dera Purificacion de Bossòst y Santa Eulàlia de Unha (todas ellas, escritas en idioma aranés, aunque durante el artículo utilizaré indistintamente su denominación en aranés o en castellano).
MAPA DELA RUTA DEL ROMÁNICO DEL VALLE DE ARÁN.
En este mapa tenéis las 10 iglesias que visitamos en esta Ruta del Románico del Valle de Arán. En rojo, las cinco iglesias principales; y en azul, las otras cinco que pudimos conocer, aunque solo externamente.
LAS 10 MEJORES IGLESIAS DEL ROMÁNICO DEL VALLE DE ARÁN
SANT MIQUÈU DE VIELLA
Sant Miquèu de Viella (San Miguel) es la iglesia más importante de la capital comarcal y está edificada a medio camino entre el románico y el gótico. Esto va a ser una constante en varias de las iglesias de esta Ruta del Románico del Valle de Arán. Algunas porque fueron remodeladas durante la época gótica y otras, como el caso de Sant Miquèu, porque ya fueron edificadas en un momento transicional.
Sant Miquèu fue, en su memento, la capilla del antiguo castillo de Viella, que no ha llegado a nuestros días. Se trata de un templo de una sola nave, cerrado con bóveda de medio punto, y con capillas laterales.
En una de ellas encontramos una de las joyas del románico catalán, el Crist de Mijaran, una talla de madera (parte de ella, en realidad) de Cristo después de ser crucificado, policromada. Era parte de un Descendimiento completo, similar a los existentes en las iglesias románicas del Valle de Boí (se atribuye al Maestro de Erill).
También merece mucho la pena la pila bautismal, que también es románica. En cambio, la portalada de acceso, ya es ligeramente apuntada, lo que nos lleva al incipiente gótico.
SANTA MARIA DE ARTIES
Santa Maria de Arties es una de las iglesias más bonitas de la Ruta del Románico del Valle de Arán. Sin embargo, aunque nosotros nos acercamos en dos ocasiones a la iglesia, no pudimos entrar porque siempre la encontramos cerrada.
Es éste un problema de la Ruta del Románica del Valle de Arán, puesto que solo unas pocas iglesias permanecen habitualmente abiertas.
Santa Maria de Arties es un templo de tres naves, de planta basilical y con tres ábsides en su cabecera, aunque el central no se ha conservado. Tanto el diseño como la decoración lombarda nos recuerda a varias de las iglesias del Valle de Boí, como Santa María de Taüll. En esta iglesia, sin embargo, además del habitual campanario en torre, de 5 pisos y con cubierta piramidal, encontramos un segundo campanario en espadaña en lo alto de la cabecera.
Como no pudimos visitar su interior, no pudimos conocer sus pinturas murales, que ya son góticas.
SANT ANDRÈU DE SALARDÚ.
San Andrés de Salardú es otra de las iglesias de la Ruta del Románico del Valle de Arán de visita obligada. En este caso, sí que se puede conocer su interior, dado que tiene un horario de visita amplio.
San Andrés de considera un templo transicional entre el románico y el gótico. La portada lateral, que tiene cinco arquivoltas, es claramente románica. Sin embargo, el campanario es ya gótico, pues fue añadido en el siglo XV.
Al igual que en Arties, en la iglesia de Salardú encontramos también una cabecera con tres ábsides y un campanario en espadaña. También en este caso se trata de un templo de planta basilical, con tres naves.
Sin embargo, si hay algo que convierte esta iglesia en una de las joyas del Románico del Valle de Arán es la talla policromada del excepcional Cristo de Salardú, del siglo XII, que encontramos tras el altar. Se atribuye al Maestro de Erill o a su taller, al igual que el Crist de Mijaran de Viella.
Merece la pena destacar, también, las pinturas al fresco, que ya son del siglo XVI.
ERA MAIR DE DIU DERA PURIFICACION DE BOSSÒST.
La iglesia de la Purificación (o de la Asunción) de Bossòst, tiene también un horario amplio, lo que facilita la visita.
Responde al mismo modelo que las anteriores iglesias descritas: planta basilical de tres naves, que se cierra con bóveda de medio punto y con una cabecera con un ábside central y dos laterales y también con esta espadaña tan habitual del Valle de Arán.
Encontramos dos portadas de acceso al templo, al norte y al sur. La mejor es la portalada norte, con decoración ajedrezada, dobles columnas con capiteles a derecha e izquierda, y un tímpano donde se representa el Pantocrátor y con un crismón de bajo de éste. En la portada sur, que es la que da acceso al interior del templo en la actualidad, encontramos un enorme crismón en el tímpano.
No falta la decoración lombarda en la fachada, incluyendo las habituales franjas de arquillos de medio punto.
En el interior, observamos como tres grandes pilastras separan las tres naves. La bóveda de cañón que cierra el templo está ligeramente apuntado.
SANTA EULÀLIA DE UNHA.
La quinta joya de la Ruta del Románico del Valle de Arán es Santa Eulalia de Unha, un templo del que no pudimos visitar el interior, por permanecer cerrado. Una pena, porque aquí sí que se conservan pinturas románicas originales. Concretamente la cara de lo que fue un Pantocrátor que se ha convertido en algo así como el símbolo del románico aranés.
Por lo demás, la estructura se repite: planta basilical en tres naves, con triple ábside (el central, de mayor tamaño), decoración lombarda incluyendo arquillos ciegos y lesenas y espadaña oriental. Además, no puede faltar el campanario, que en este caso se edificó sobre una basa cuadrada, con planta octogonal y culminándose con un gran chapitel, algo recurrente en el valle.
SANT FÈLIX DE VILAC.
Las siguientes cinco iglesias de la Ruta del Románico del Valle de Arán son, quizá, iglesias menores, aunque no por ello no merecen una mención. Eso sí, todas ellas las encontramos cerradas.
Sant Fèlix se situaba junto al castillo de la población. Por este motivo, el campanario desempeñaba las funciones de torre de defensa.
Se trata de otro templo de planta basilical y tres naves. En origen románico, aunque modificado. Por ejemplo, la cúpula que cubre el presbiterio es del siglo XIX.
Sí que es románica la portalada, con arquivoltas en degradación, y con tímpano representando el Pantocrátor.
SANT ESTÈUE DE BETREN
La iglesia de San Esteban de Betren es otro templo transicional, edificado a caballo entre el siglo XIII y IV. Los tres ábsides de la cabecera son, en este caso, poligonales, algo diferente de lo que hemos visto hasta ahora. Aunque los ventanales del ábside central son de medio punto, el del hastial oriental es ya gótico, como también lo es el ventanal existente en la fachada occidental.
Lo más espectacular de San Esteban de Betren es su fabulosa portalada norte, que dispone de una cuádruple arquivolta que descansa sobre capiteles que presentan decoración zoomorfa, antropomorfa y vegetal. Decenas de figuras representan el Juicio Final en las arquivoltas.
SANT PÈIR D’ESCUNHAU.
Otra de las iglesias de la Ruta del Románico del Valle de Arán es esta de San Pedro, de la pequeña población de Escunhau. Se puede ir andando desde Betren, en un paseo de poco más de un kilómetro, o tomar el coche.
En este caso, lo más interesante es la portada, con el Cristo crucificado en el tímpano y el tan habitual crismón en la parte superior, acompañado de sendas estrellas de ocho puntas. Las arquivoltas de la portalada se sostienen sobre columnas con capiteles. Por fuera de las arquivoltas, se repite ajedrezado que ya hemos visto en otras iglesias de la ruta.
SANTA MARIA DE CAP D’ARAN, DE TREDÓS.
Otra de las iglesias menores de esta Ruta del Románico del Valle de Arán pero que también dispone de varias particularidades. Unas no las podemos visitar, porque Santa María permanece cerrada. Me refiero a que es la única iglesia que dispone de cripta. La otra particularidad sí que es visible desde el exterior. En este caso, la torre campanario está exenta.
La estructura es similar a otras iglesias visitadas: planta basilical de tres naves con bóveda de cañón y tres ábsides, decoración lombarda y crismón en las portadas. Por desgracia, las pinturas murales, que eran románicas, fueron desmanteladas en los años 30 del siglo pasado y vendidas a los norteamericanos.
SANT FÈLIX DE BAGERGUE.
La última de las iglesias de esta Ruta del Románico del Valle del Arán de la que vamos a hablar se localiza en la población de Bagergue, una preciosidad incluida dentro de la lista de Pueblos más bonitos de España.
Se trata de un templo edificado a partir del siglo XI, en este caso sin ábsides. El campanario, de planta octogonal, esta edificado sobre base cuadrada y se cierra con un gran chapitel, recordando el de Unha. Tampoco podemos visitar su interior.
Estas son las 10 iglesias de la Ruta del Románico del Valle de Arán que pudimos visitar. Ya veis que además de paisajes fascinantes, echar un vistazo al rico patrimonio aranés también merece la pena. Especialmente, a las cinco primeras iglesias, que son auténticas joyas del arte románico catalán.