En este artículo os hablaré acerca de qué ver en Rodas capital en 1 día. Rodas es la mayor de las islas del Dodecaneso, el archipiélago griego unido casi a la costa turca.
Curiosamente, la ciudad de Rodas no es, ni mucho menos, la más antigua de la Isla de Rodas. En este sentido, Rodas ciudad (o Rodas capital) fue fundada por las ciudades-estado dóricas de Ialisos, Cámiros y Lindos allá por el año 408 a.C., que por aquel tiempo eras las ciudades importantes de la isla.
Por Rodas pasaron romanos y bizantinos. Sin embargo, quienes dieron lustre a Rodas, fueron los Caballeros Hospitalarios. La Orden de San Juan de Jerusalén, que se había establecido en Tierra Santa durante el periodo cruzado, fue obligada a abandonar Jerusalén tras la conquista islámica por parte de Saladino. Después de un periplo que incluyó San Juan de Acre o Chipre, los Caballeros Hospitalarios se establecieron en Rodas en 1309. Y aquí estuvieron durante más de 200 años. Tiempo suficiente para amurallar la ciudad y crear hospitales y albergues, antes de que fueran expulsados por los otomanos de Solimán. Buena parte de los monumentos y lugares más importantes que ver en Rodas se deben a estos más de dos siglos de esplendor hospitalario.
También los otomanos dejaron su huella en Rodas. Su barrio turco sigue teniendo el carácter otomano, con sus bazares, sus cafés donde donde se fuma shisha y sus varias mezquitas.
La verdad es que visitar Rodas ha supuesto una verdadera sorpresa. Una ciudad a la que merece la pena dedicar al menos un par de jornadas y que supone un buen punto de partida para visitar el resto de la isla o para hacer alguna excursión a alguna de las otras ínsulas del Archipiélago del Dodecaneso.
Desde 1988, la ciudad de Rodas forma parte de la listas del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
QUÉ VER EN RODAS.
Aquí os dejo el mapa con los lugares y monumentos más importante que ver en Rodas ciudad.
MANDRAKI, EL PUERTO DE RODAS.
Aunque la casi totalidad de los lugares más importantes que ver en Rodas se localizan dentro de la ciudad amurallada, empezamos este recorrido por la ciudad extramuros. Y concretamente por lo que viene siendo el puerto de Rodas desde hace muchísimos siglos. Se llama Mandraki y cuenta la leyenda que antaño quedaba cerrado por cadenas.
También se supone, aunque de ello solo hay conjeturas, que era aquí donde se levantaba el famoso Coloso de Rodas, del que nada ha llegado a nuestros días. La leyenda cuenta que cada una de las piernas de esta enorme estatua se situaba en uno de los extremos de la boca de entrada a Mandraki. Desde luego, esto no es posible. Sin embargo, por si acaso, los rodios han levantado aquí un par de columnas que nos recuerdan el lugar donde se habría levantado aquel Coloso de Rodas, incluido dentro de la lista de las 7 Maravillas Clásicas.
Mandraki se cierra en uno de sus extremos, con la fortaleza de San Nicolás, qué fue levantada por los Caballeros Hospitalarios, de los que ya hemos hablado. En esta misma zona de Mandraki, resisten en pie tres escénicos molinos de viento.
Justo por el otro lado de Mandraki (el puerto tiene forma de U) encontramos una iglesia conocida como Catedral de Evangelismós, que está cerrada, y el edificio de gobierno de la provincia de Egeo del Sur, de tintes neogóticos y venecianos, aunque no está en muy buen estado.
MURALLAS Y PUERTA DE MARINA.
Ahora si, nos dirigimos a la ciudad antigua de Rodas donde encontraremos la mayoría de los grandes monumentos de la ciudad.
Rodas está completamente amurallada. Este paramento en parte es original y en parte reconstruido. Sea como sea, resulta realmente una auténtica maravilla de varios kilómetros de longitud, que se puede recorrer por fuera o por el foso que queda entre el doble recinto amurallado, prácticamente en toda su totalidad.
Varias puertas permiten acceder a la ciudad antigua. De ellas, la más espectacular es la Puerta de Marina, qué queda justo enfrente del puerto. Con su doble torreón secundando el arco de acceso, es uno de los lugares más bellos que ver en Rodas. La Puerta de Amboise es otra de las entradas a la vieja Rodas que no os podéis perder.
CALLE DE LOS CABALLEROS.
Ya os he dicho que varios de los lugares imprescindibles que ver en Rodas hacen referencia a la época dorada que supuso la colonización por parte de los Caballeros hospitalarios. Nos dirigimos a la conocida como Calle de los Caballeros. Aquí tenían su albergue, es decir su cuartel general, la mayoría de las lenguas que componían los Caballeros Hospitalarios de Rodas.
Se trata de una calle en pendiente, con los edificios enteramente construidos en piedra y exenta de tiendas restaurantes. Esto último, algo inaudito en Rodas, por cierto. A la derecha de la calle, que en griego es conocida como Ippoton, se ubicaban los albergues de Italia, Francia y Provenza. En la parte izquierda, se ubica el albergue de España.
En la actualidad, solo se puede entrar al albergue francés, que en parte está destinado a sala de exposiciones. No tiene pérdida pues en lo alto del edificio encontraréis la bandera tricolor francesa. El Albergue de Auvernia no se encuentra exactamente en esta calle, si no en la plaza que se abre en la parte baja del Ippoton. En la actualidad, es un bar.
PALACIO DE LOS CABALLEROS.
En la parte alta de la Calle de los Caballeros se encuentra el lugar más importante que ver en Rodas. Me refiero al Palacio de los Caballeros o de los Grandes Maestres. Se trataba del que era el centro administrativo de los Caballeros Hospitalarios, además de donde recibía el Gran Maestre.
Los Caballeros Hospitalarios se establecieron en Rodas a partir del año 1309. Después de haber sido expulsado de Jerusalén por Saladino, habían recabado en Acre o Limasol, entre otros lugares. Finalmente el 1309 conquistaron Rodas. Aquí tuvieron su cuartel general hasta que en 1522 Rodas, fue conquistada por los otomanos de Suleimán y los Caballeros Hospitalarios tuvieron que buscar otro destino, que finalmente fue la isla de Malta (al Visitar la Valeta se puede seguir su huella).
La cuestión es que el legado más importante dejado por los Caballeros Hospitalarios es este Palacio del Gran Maestre. Aunque es verdad que en buena parte no es original, ya que fue restaurado (casi que reconstruido) por los italianos durante el primer tercio de siglo XX.
En cualquier caso este Palacio de los Caballeros Hospitalarios, distribuido en dos pisos alrededor de un gran patio central, es una maravilla. Durante la visita se pasa por salas y salas ornamentadas con decenas de mosaicos romanos y helenísticos traídos de las distintas islas del Dodecaneso. Particularmente, de la Isla de Kos.
Por cierto, una entrada combinada permite visitar el Palacio de los Maestres además de otros lugares de interés qué ver en Rodas por 10 €, incluyendo el Museo Arqueológico. Os saldrá a cuenta, porque la entrada para visitar únicamente el Palacio de los Caballeros Hospitalarios ya cuesta 8 €.
HOSPITAL DE LOS CABALLEROS Y MUSEO ARQUEOLÓGICO
Precisamente, el Museo Arqueológico es nuestro siguiente destino. Se ubica en el que fue el Hospital de los Caballeros, haciendo esquina en la parte baja de la Calle de los Caballeros.
Aunque no estéis muy interesados en la arqueología merece la pena visitarlo para poder conocer este Hospital de los Caballeros, distribuido también alrededor de un gran patio central, en dos plantas. Llama la atención el tamaño de la sala principal, que disponía de su propia capilla.
A nivel arqueológico, el museo presenta un montón de objetos que se remontan a los últimos 2800 años de historia de Rodas y del Archipiélago del Dodecaneso. Desde luego, se trata del museo más importante que ver en Rodas. Entre las piezas más destacadas destaca la Afrodita de Rodas o dos kouros arcaicos encontrados en Kameiros.
PANAGIA TU KASTROU
Enfrente del Museo Arqueológico, encontramos una de las iglesias más importantes que ver en Rodas. Es la iglesia de la Virgen del Castillo. En su momento, este templo del siglo XI fue la catedral bizantina de Rodas. Los Caballeros Hospitalarios la convirtieron, simplemente, en una iglesia más.
En la actualidad se exponen distintos iconos, pero también algún fresco de bastante interés, aunque ha llegado a nuestros días bastante mermado.
Merece la pena visitarla y la entrada está incluido en el ticket conjunto del que ya hemos hablado.
PLAZA HIPÓCRATES Y CASTELLANÍA
Buscamos ahora lo que viene a ser el corazón de la Ciudad Vieja de Rodas y especialmente del barrio otomano. Es decir, preparémonos para ver varias mezquitas.
Nos situamos en la Plaza Hipócrates, dominada en el centro por una fuente turca. Se trata de una de las plazas más animada que ver el Rodas, con muchos restaurantes de dos pisos, con terraza en el superior. A medida que va cayendo la tarde, el ambiente aquí es cada vez más intenso. Uno de los edificios de la plaza, el que ahora es una heladería, nos muestra, con su cúpula, que se trataba de una antigua mezquita de la época otomana. Luego veremos otras que no pasan tan desapercibidas.
Sin embargo, la construcción más bonita de la plaza es la del edificio de la Castellanía, edificado en piedra y con grandes ventanales renacentistas. La planta baja, soportalada, recuerda la logías italianas. Se trata de la Castellanía, que fue ordenada construir por el Gran Maestre Émery de Amboise. Esta construcción desempeñaba las funciones de tribunal de comercio durante los dos siglos que Rodas estuvo bajo el auspicio de los Caballeros Hospitalarios.
CALLE SÓCRATES, MEZQUITA DE SOLIMÁN Y BARRIO TURCO
Sin embargo, la calle con más ambiente que ver en Rodas es la calle Sócrates, que enlaza la plaza Hipócrates con la mezquita de Solimán.
Se trata de apenas 300 metros, convertidos en un auténtico bazar, con tiendas y heladerías a ambos lados de la calzada, además de algunos restaurantes y cafés.
A medio camino entre la plaza y la mezquita de Solimán encontramos otro templo otomano. Es la mezquita de Aga, cuyo minarete parte del segundo piso.
Al final de la calle sí que llegamos a la Mezquita de Solimán, que es la más bonita qué ver en Rodas, aunque solo podemos disfrutar de ella desde el exterior. Pintada de rojo, con un pórtico ante la sala de oración y un único minarete, la verdad es que llama la atención. Es de 1808.
Justo enfrente de la mezquita de Solimán encontramos una biblioteca musulmana, que por lo visto fue fundada en 1794. Un cartel indica que debido al Covid no es posible visitarla.
Si damos la vuelta por detrás de la mezquita de Solimán, llegamos enseguida a la Torre del Reloj. Se puede entrar al recinto por 5 euros, pero no merece mucho la pena.
Después, volvemos a bajar por donde hemos venido para perdernos por las distintas bocacalles del barrio turco.
Una de ellas se abre a la plaza Arionos, dónde se alzan dos nuevos edificios que nos recuerdan la época de dominación turca: el viejo hamam y la mezquita Mustafa Sultán, del 1765.
Paseando por las estrellas callejuelas del barrio, llegamos a la plaza Platonos, donde encontramos otra mezquita más. Es la Mezquita Ibrahim Pasha.
NUESTRA SEÑORA DEL BURGO
Volvemos a bajar por la calle Sócrates para buscar nuevamente la plaza Hipócrates.
Desde aquí, nuestro destino son las ruinas románticas de la iglesia de la Virgen del Burgo. De camino pasamos por la Plaza de los Mártires Judíos, muy animada también cuando cae la noche y con varios restaurantes de comida tradicional griega. Desde aquí, en un par de minutos de paseo llegamos a lo que fue la iglesia cristiana de Santa María del Burgo, de la que apenas se conserva los tres ábsides. La verdad es que aunque no son más que unas ruinas, resultan muy evocativas.
Hasta aquí está lista de lugares imprescindibles qué ver en Rodas. Sin embargo, la verdad es que más allá de sus monumentos, el centro histórico de esta bellísima ciudad amurallada es un lugar ideal para perderse en mil paseos. Como os dije, especialmente cuándo cae la noche y las calles de la vieja Rodas parecen tomar un encanto aún más especial si cabe.
No es de extrañar que toda la ciudad antigua de Rodas haya sido incluida dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad. Pocos cascos históricos en Europa resultan tan espectaculares como el de Rodas.
Comentarios:
9 comentarios en “Qué ver en Rodas, la ciudad de los Caballeros Hospitalarios.”
No he estado nunca en Grecia, pero lo cierto es que esta ciudad me recuerda muchísimo a Jerusalén y a Acre con su mezcla de mezquitas, iglesias y recintos amurallados, imagino que en parte porque allí también habitaron los Caballeros Hospitalarios.
Sin duda os ha cundido el día, ya que por lo que veo esta ciudad tiene un montón de atractivos. ¿Qué otras opciones cercanas recomendáis para completar la visita?
Si vais a visjar a Rodas hay que visitar, sí os sí, la población de Lindos, que es preciosa. También algunas playas que hay cerca de Rodas capital merecen la pena. Y a nosotros nos encantó realizar una excursión a Symi, otra de las islas del Dodecaneso, que es preciosa.
¡Qué sorpresa! No me esperaba encontrar una ciudad tan preciosa y de este estilo. A decir verdad de Rodas poco sabia: isla griega y el coloso de Rodas y punto.
Es sorprendente encontrarse en medio del Mediterráneo semejantes fortalezas y ciudad amuralla en perfecto estado de conservación, los dos siglos que los templarios pasaron en la isla sirvieron para dejar un precioso legado.
Los otomanos no se quedaron atrás y también construyeron edificaciones preciosas que parece que estemos en cualquier ciudad de Turquía.
Así es, Aitor. Visitar Rodas merece mucho la pena. Por su historia y por lo bonita que es. Y es verdad que a veces te puedes llegar a creer que estás en Turquía!
Pudimos visitar Rodas este verano y la verdad es que fue una sorpresa mayúscula. El Palacio de los Caballeros, aunque esté reconstruido, es espectacular.
Así es Héctor. Visitar Rodas nos sugiere estas ciudades a medio camino entre oriente y occidente. Gyros, pitas, souvlaki,…comidas que tienen sus equivalentes en Turquía. Y luego iglesias y mezquitas, mercados y bazares.
Un abrazo, Héctor.