Indonesia es uno de los países más fascinantes de Asia. Una nación formada por más de 17.000 islas que merece varios viajes. Nosotros solo conocemos, por el momento, una pequeñísima parte de Indonesia. Algo de Java, que es la isla más poblada del mundo con 150 millones de habitantes, como los templos de Borobudur y Prambanan, y Bali, isla a la que pudimos dedicarle unos 10 días de viaje, hace ya unos años.
Curiosamente, la isla de Bali está considerada como una especie de oasis hindú dentro del océano musulmán que es Indonesia. En efecto, aunque la religión mayoritaria en Indonesia es el Islam (se trata del país con más musulmanes del mundo), el 90% de los habitantes de Bali profesa el hinduismo.
Bali es, además, la cara más amable de Indonesia. Un viaje a esta pequeña isla separada de la de Java por un estrecho de apenas dos kilómetros de amplitud, suele resultar perfecto para aquellos que prefieren el relax al ajetreo de Sulawesi o Jawa. Sin embargo, que nadie se lleve a engaño, por qué relax en Bali no supone necesariamente dedicarle diez días al turismo de sol y playa. Al contrario, a Bali se viene a disfrutar de sus paisajes, de sus templos, de su cultura y de sus gentes.
Hoy os hablaremos del Palacio de Klungkung Bali. O de lo que ha quedado de él. Se trata de uno de los lugares más interesantes de Bali. Aunque podéis visitar Bali por libre, una buena manera de hacer un viaje a Indonesia es de la mano de una agencia experta en viajes a Asia. Destinos Asiáticos, por ejemplo, lleva décadas llevando viajeros españoles a distintos destinos del continente, incluyendo Indonesia. Os pueden presupuestar tanto un viaje en semilibertad como un circuito con todo incluido a la medida de cada viajero.
PALACIO DE KLUNGKUNG BALI
La historia nos cuenta la existencia de nueve reinos en Bali, desde el siglo XVII y hasta la colonización holandesa acontecida a principios del siglo XX. De todos ellos, el de Klungkung era el más importante de todos. La capital de este reino estaba en la población de Semarapura.
Nos dirigimos por tanto a Samarapura para visitar lo que fue el Palacio Real del Reino de Klungkung. O lo que ha quedado de él, como dije, porque aunque el recinto fue edificado allá por el siglo XVII, la invasión holandesa de 1908 se llevó por delante la mayor parte de los edificios que componían el Palacio Real de Klungkung.
De esta manera, lo que llegado hasta nuestros días son el Palacio de Justicia, un precioso pabellón flotante que recibe el nombre de Bale Kembang y el templo Kerta Gosa.
EL PALACIO DE JUSTICIA DEL PALACIO DE KLUNGKUNG BALI
Probablemente, el Palacio de Justicia o Pabellón del Alto Tribunal Real, que también es conocido como Kerta Gosa, es el edificio más relevante del Palacio Klungkung. Se sabe que fue construido por orden del monarca Ida I Dewa Agung Jambeel, en 1686.
Era en este pabellón donde se discutían las cuestiones legales, como todo Palacio de Justicia que se precie. Sin embargo, la importancia del Kerta Gosa la debemos encontrar en su fabulosa decoración. Y particularmente, en lo que hace referencia a los maravillosos frescos del siglo XIX que se libraron de la barbarie holandesa y que están reconocidos como una obra maestra del estilo wayang. Con este nombre se conoce al teatro tradicional de títeres tanto balinés como de otras islas indonesias. Se trata de un total de 267 paneles pintados con escenas básicamente moralistas.
EL BALE KEMBANG DEL PALACIO DE KLUNGKUNG BALI
El segundo de los espacios que merece la pena comentar en el Palacio Klungkung de Bali es incluso más escénico que el citado Palacio de Justicia. Se trata del Pabellón Flotante o Bale Kembang.
Este delicado pabellón, se sitúa en medio de un pequeño estanque rectangular, ornamentado con distintas imágenes de dioses hindúes. Su techo también disfruta de preciosas pinturas, del mismo estilo que las del Pabellón del Alto Tribunal Real.
La verdad es que el Palacio de Klungkung de Semarapura es una de las muchas joyas que no os debéis perder al visitar Bali, uno de los rincones más amables de Asia.
