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10 volcanes del mundo que merece la pena visitar.

Volcanes famosos

¿Qué tienen los volcanes del mundo que tanto atraen? Belleza, muy a menudo. Pero sin duda, es el poder destructivo demostrado a lo largo de la historia lo convierte a los volcanes, muy a menudo, en objeto de deseo de viajero.

Historias convertidas, casi, en auténticas leyendas. ¿Puede alguien visitar Nápoles y resistirse a visitar Pompeya para después subir a lo alto del Vesubio, el volcán que originó su ocaso?

Durante nuestros viajes hemos tenido la oportunidad de visitar algunos de los volcanes del mundo más famosos. En ocasiones hemos subido hasta su cráter. En otras, los hemos visto desde su base. Y el magnetismo que ejercen, entre campos de lava y a veces entre humaredas, es siempre el mismo. Sin embargo, jamás hemos tenido la oportunidad de visitar ningún volcán en erupción, más allá de algunos destellos del volcán Arenal en Costa Rica. Y ciertamente casi estuvimos a punto, porque justo el día que regresamos de Guatemala, nos enteramos de la erupción del volcán Pacaya, tan cercano a la bella ciudad de Antigua Guatemala. Al llegar a casa comprobamos como los visitantes se acercaban hasta su base para gozar de los ríos de lava.

Esta vez, junto a Florencio Moreno, amigo viajero y autor del blog de viajes Mundandy, no hemos propuesto escribir acerca de 10 de los más famosos volcanes del mundo. Sin más, os dejo con 10 de los volcanes del mundo que hemos tenido la oportunidad de visitar.

10 DE LOS MÁS FAMOSOS VOLCANES DEL MUNDO.

VOLCÁN POÁS, COSTA RICA

El Volcán Poás es uno de los más famosos que ver en Costa Rica y de Centroamérica. Perteneciente a la cordillera de volcanes que atraviesa toda América Central, cual espina dorsal, desde Colombia hasta Guatemala, el Poás es un volcán aún activo como así nos recuerdan las varias fumarolas existentes en su cráter principal.

Es ahí donde se goza de las mejores vistas del volcán, gracias a su laguna sulfúrica de aguas calientes, colores preciosos e insoportable olor. A pocos metros de distancia, en un segundo cráter, encontramos la Laguna de Botos, de intenso color azul, que contrasta con el verde que crece en su periferia.

PARQUE NACIONAL TIMANFAYA. ISLA DE LANZAROTE, ESPAÑA.

Localizado en la isla de Lanzarote, en las Canarias, el Parque Nacional Timanfaya alberga no uno, si no un buen número de volcanes que ocupan una enorme porción del del oeste de la isla de Lanzarote.  Se trata de una región cuya imagen nos remite a los paisajes marcianos, con cenizas, coladas volcánicas y formas imposibles. Más de 5000 hectáreas conocidas como las Montañas de Fuego que, por desgracia, no se pueden visitar por libre, si no solamente mediante una guagua que recorre un sendero establecido.

Según cuenta la historia, la erupción acontecida el 1 de septiembre de 1730, fue una de las más grandiosas de la historia de la vulcanología. A lo largo de los casi seis años que duró, un área de más de 200 kilómetros cuadrados, con varias poblaciones incluidas, quedó totalmente devastada. Pudimos conocer el Parque Nacional Timanfaya gracias a una Ruta de 8 días por Lanzarote, a principios de este año.

VOLCÁN VESUBIO, ITALIA.

El Volcán Vesubio es uno de los volcanes más famosos del mundo. Y de los más destructores de los que se tiene constancia.

Conocido es que la erupción acontecida durante la noche del 24 de agosto del año 79, sepultó varias poblaciones de sus laderas, incluyendo Herculano y Pompeya, redescubiertas por los arqueólogos al cabo de unos añoo. Plinio el Joven, relató la historia en una carta dirigida al historiador Tácito.

Subir al Vesúbio es fácil y además, una de las mejores excursiones desde Nápoles. El olor a azufre y la existencia de algunas fumarolas en su cráter, nos recuerdan que se trata de un gigante apenas dormido. Un sendero permite llegar hasta la misma arista del cráter.

VOLCÁN CONCEPCIÓN (Y MADERAS). ISLA DE OMETEPE, NICARAGUA.

Otro de los volcanes más bellos del mundo es el que recibe el nombre de Volcán Concepción y que forma, junto al adjunto Volcán Maderas, el completo de la Isla Ometepe, una ínsula situada en el centro del Lago Nicaragua de éste país centroamericano.

Se puede llegar a la isla con el ferri que se toma en los muelles de San Jorge, cerca de la población de Rivas. Las vistas del cono perfecto del Concepción son inmejorables durante el trayecto. Sin embargo, no contentos con visualizar ambos volcanes desde la distancia, quisimos completar un trekking hasta el cráter del volcán Maderas, que se eleva hasta los casi 1400 metros sobre el nivel del mar. El fracaso no pudo ser más sonoro. Tras un par de horas de ascenso, el ambiente húmedo de la ladera nos llevó a la mayor deshidratación que mi cuero recuerda. Tuvimos que regresar, con los ojos hundidos y la ropa empapada de sudor.

VOLCÁN ETNA. ISLA DE SICILIA, ITALIA.

Uno de los lugares más bellos que ver en Sicilia es el Volcán Etna, uno de los más activos y famosos de Europa.

Curiosamente, años atrás habíamos visto la humareda del Etna, desde las alturas, al sobrevolar Sicilia de regreso de algún país europeo. Durante nuestra ruta por Sicilia, sin embargo, tuvimos la oportunidad de subir hasta el mismo cráter, que cada poco tiempo, sigue erupcionando.

Subir al Volcán Etna es fácil, pues un funicular permite acceder hasta los 2500 metros de altura. Desde aquí, solo cabe ascender hasta los aproximadamente 2900 metros, que es lo máximo permitido sin la ayuda de un guía oficial. En este punto ya se puede gozar  de las vistas al interior de uno de sus cráteres. Sin embargo, para alcanzar la cumbre se requiere la contratación de un guía profesional.

VOLCÁN MASAYA. NICARAGUA.

El Volcán Masaya es otro de los volcanes más famosos del mundo, apenas dormido, ubicado también en Nicaragua. No es de extrañar que los conquistadores españoles creyeran que su cráter no era más que la puerta del infierno.  Aquellos españoles del siglo XVI, enfundados en su catolicismo, erigieron una gran cruz en la colina existente justo enfrente de la entrada del cráter, con la idea de espantar a los demonios que de la enorme boca tuvieran la osadía de salir. Es la cruz de Bobadilla, aún presente.

Cinco siglos más tarde, el olor a azufre que emana desde los más de trescientos metros de profundidad  del cráter y la enorme humareda, nos recuerdan lo poco aconsejable que es permanecer más de unos pocos minutos en el borde del cráter. Especialmente para todos aquellos aquejados de enfermedades pulmonares.

VOLCÁN KILIMANJARO, TANZANIA.

Sin duda, el Kilimanjaro es uno de los volcanes más míticos del mundo y el más famoso de África. Aunque el ascenso hasta sus cada vez menos perpetuas cubres nevadas requiere de un trekking de varios días que ni nos planteamos, sí que pudimos disfrutar de su fabulosa silueta desde el Parque Nacional de Amboseli, en la vecina Kenia.

Aunque la silueta de este estratovolcán no es la idea que de un volcán perfecto todos tenemos en la mente, pocos volcanes tienes el magnetismo de esta mole que se alza más allá de los 5891 metros de altitud, para convertirse en la montaña más alta de África.

Quienes quieran ver esta maravilla con sus propios ojos, deberán solicitar primero un visado para viajar a Tanzania

VOLCÁN BATUR. ISLA DE BALI, INDONESIA.

Aunque el Volcán Agung es el más alto y sagrado para los balineses, nuestro favorito en la isla es el Volcán Batur, situado apenas unas decenas de kilómetros al noroeste de aquel, justo a orillas del lago homónimo.

El Batur es un volcán activo. La última erupción aconteció en 1804 y se alza hasta los 1714 metros sobre el nivel del mar. La visión de su doble cráter desde las colinas contiguas al lago Batur, resulta fascinantes.

CALDERA DE SANTORINI, GRECIA.

La Caldera de Santorini, la mayor parte de la cual permanece sumergida bajo el Mar Mediterráneo, es lo que queda de lo que fue un enorme volcán existente en las Islas Cícladas de Grecia.

La Caldera de Santorini tiene una longitud mayor de 12 kilómetros. Sus laderas están formadas por los acantilados de varias de las islas que formaron el cono volcánico, incluyendo Santorini y Therasia.

Aún en la actualidad, encontramos dos islas emergidas en el centro de esta caldera colapsada, conocidas como Nea Kameni y Palea Kameni.  La primera está protegida bajo el paraguas de un Parque Natural y se trata, en realidad, de una isla de nueva creación, aún en expansión. Está considerado el volcán más joven de Europa y está todavía en activo. Formada únicamente de lava, un sendero permite ascender hasta los 130 metros de su cumbre más alta.

Entre Nea Kameni y Palea Kameni, unas fuentes naturales de agua caliente y fuerte olor a azufre, nos recuerdan la naturaleza volcánica de tan impresionante lugar.

MONTE KAZBEG, GEORGIA.

Quizá no sea uno de los volcanes más famosos de Europa, pero sí que es uno de los más altos que hemos podido conocer.

Desde luego, no subimos a lo alto del Monte Kazbeg, pues se trata de un volcán que se alza a 5047 metros y cuyo ascenso está solo permitido a los alpinistas. Sin embargo, desde la ciudad de Kazbegi y particularmente, durante nuestro trek hasta la maravillosa iglesia ortodoxa Tsminda Sameba, pudimos gozar de unas bonitas vistas de sus nevadas cumbres.

Desde 2015 los viajeros españoles no requieren visado para estancias menores de un año. Podéis mirar la documentación necesaria en la web del Ministerio de Exteriores.

Y hasta aquí este relato acerca de 10 de los volcanes más famosos del mundo que hemos tenido la oportunidad de conocer durante nuestros viajes. Ahora podéis leer la lista que Florencio Moreno ha preparado para su blog Mundandy.

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