Les Botigues de Salàs, un museo que nos lleva a la España de los 50 y 60.

Les Botigues de Salàs (es decir, las tiendas de Salàs) es un curioso museo localizado en una pequeña población de la comarca del Pallars Jussà, en la provincia de Lleida.

Entre los distintos lugares que merece la pena visitar en la provincia de Lleida no solo debemos tener en cuenta sus maravillosos espacios naturales como el Congost del Montrebei o el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, o la maravillosa Ruta del Románico del Valle de Boí. Es en los pequeños pueblos donde encontramos el sabor de lo local y añejo, aquello que escasamente ha variado con el transcurso de los siglos, pese al envite del turismo.

Uno de estos pueblecitos es Salàs de Pallars, un enclave de apenas 300 habitantes cuyo epicentro lo debemos encontrar en su porticada Plaça del Mercat, que no es más que un armonioso espacio donde confluyen la mayoría de las estrechas callejuelas de la población.

Sin embargo, si nos hemos acercado hasta aquí es para conocer Les Botigues de Salàs, cuyo nombre oficial es el de Botigues Museo Salás.

LES BOTIGUES DE SALÀS O EL MUNDO HACE 50 AÑOS.

Pero, ¿qué son Les Botigues de Salàs? Este museo, ubicado en ocho dependencias dispersas por este pequeño pueblo, supone un auténtico viaje a la España que va desde la posguerra a los años 70 y 80.

Para ello, se han dispuesto ocho establecimientos a modo de museo, donde el tiempo parece haberse detenido hace 40, 50 o 60 años. Todos ellos, son comercios que existían en cualquier población española de la época (casi todos, en realidad, siguen existiendo, desde luego, aunque l paso del tiempo y la modernidad los haya convertido en establecimientos completamente distintos). Se trata de un estanco, una barbería, un bar, una mercería, una farmacia, una tienda de ultramarinos, una imprenta y un café.

Lo verdaderamente maravilloso del lugar, es que no solo la decoración interior de estas Botigues de Salàs siguen manteniendo el sabor de lo añejo (con las clásicas estanterías de madera, los expositores, las balanzas o las cajas registradoras), si no que cada una de ellas está ornamentadas con un sinfín de productos de la España de la época, lo que suele hacer las delicias de todos aquellos que rebasan la cincuentena. Un verdadero ejercicio de nostalgia en cierta manera.

Hay que decir que la ambientación de cada uno de estos ocho lugares que forman parte de las Botigues de Salàs, han sido ambientados con muchísimo amor, utilizando numeroso mobiliario de la época, gracias a un ejercicio compilatorio y coleccionista que no tiene parangón en Catalunya. De esta manera, si en la farmacia de Les Botigues de Salàs podremos recordar las afamadas pastillas del Doctor Andreu o los Linimentos Sloan, en la tienda de ultramarinos nos daremos de bruces con aquellos clásicos envases metálicos de galletas y leche condensada o con los carteles publicitarios de Anís del Mono (y su competencia, el Anís del Tigre), leche en polvo Nestlé o Tintes Iberia.

Mientras en el quiosco recordaremos aquellos tebeos, revistas y cabeceras que, en tiempos de la gran tecnología, jamás regresarán, la barbería de les Botigues de Salàs evoca los tiempos en que el estilismo era bastante menos sofisticado que en pleno siglo XXI, pero no por ello menos profesional y efectivo.

Por último, la taberna o café, nos recuerda cómo era el típico bar de los años sesenta, con su mobiliario de madera y su añeja decoración. Un bar que se convertía en centro social del pueblo gracias a su billar y su futbolín. Es este es último establecimiento que visitamos durante este nostálgico recorrido por Les Botigues de Salàs, un lugar verdaderamente encantador donde no resulta fácil contener las emociones.

CÓMO VISITAR LES BOTIGUES DE SALÀS. DATOS PRÁCTICOS.