Visitar el Monasterio de Sant Pere de Rodes, otra de las joyas del románico catalán localizada en la comarca del Alt Empordà, es algo que no os podéis perder si vais a visitar la provincia de Girona. Se trata, además, de uno de los cenobios más emblemáticos de Catalunya.
La belleza de Sant Pere de Rodes, sin embargo, no se limita al monasterio en sí mismo, pues más allá de la grandiosidad del lugar, el Monasterio de Sant Pere de Rodes se localiza en las inmediaciones del Parque Natural del Cabo de Creus, uno de los parajes naturales más bellos de la región.
De hecho, las vistas que se pueden disfrutar desde el Monasterio de Sant Pere de Rodes (y desde el Castillo de Verdera del que también os hablaré) alcanzan varios kilómetros a la redonda, algo que convierten al cenobio en uno de los lugares más bonitos de Catalunya.
En este post os vamos a contar un poco acerca de la historia del Monasterio de Sant Pere de Rodes, así como los datos prácticos para visitarlo.
EL MONASTERIO DE SANT PERE DE RODES EN LA HISTORIA.
Aunque las primeras referencias de lo que llegaría a ser el Monasterio de Sant Pere de Rodes las encontramos en el año 878 (un precepto Real habla de una celda monástica dedicada a San Pedro), parece que fue a partir de unas donaciones realizada por un noble de la zona, de nombre Tassi, y su esposa Hisblanda, en 947, cuando podemos hablar de la existencia de un cenobio independiente, pues hasta aquel momento habría dependido de otros monasterios.
De hecho, el primer abad del Monasterio de Sant Pere de Rodes fue, precisamente, el hijo del noble Tassi, de nombre Hildesind. Con los años, el monasterio se convirtió en uno de los bastiones del cristianismo en la región, lo que propició que atrajera enormes donaciones. A ello contribuyó el hecho de que el Monasterio de Sant Pere de Rodes dispusiera de varias reliquias de excepcional importancia para el Cristianismo, incluyendo la cabeza y el brazo de San Pedro.
Para el año 1022 ya se había consagrado la iglesia monacal, aunque sin haberse terminado, y durante dos siglos, las dependencias de Sant Pere de Rodes no dejaron de ampliarse, para convertirse en uno de los monasterios más relevantes de Cataluña.
La vida monástica llegó a su fin en 1797, cuando la comunidad se desplazó a lugares más seguros, cansados del bandolerismo y la piratería existente en la región. Finalmente, la comunidad benedictina fue disuelta en 1735 y el monasterio de Sant Pere de Rodes, desamortizado bajo las leyes Mendizábal. Ello dio lugar a un siglo entero de continua decadencia.
Las primeras restauraciones llegaron al Monasterio de Sant Pere de Rodes durante la década de los 30 del siglo pasado, cuando el cenobio fue declarado Monumento Histórico Nacional. Hoy en día es una de las visitas más bellas que su pueden realizar en el Alt Emporda, la comarca más septentrional de Catalunya.
VISITAR EL MONASTERIO DE SANT PERE DE RODES. DATOS PRÁCTICOS.
HORARIOS PARA VISITAR SANT PERE DE RODES.
- HORARIO DE INVIERNO (del 1 de octubre al 31 de mayo): de martes a domingo, de 10.00 a 17.30.
- HORARIO DE VERANO (del 1 de junio al 30 de septiembre): de martes a domingo, de 10.00 a 20.00.
- HORARIO SEMANA SANTA: viernes, sábado y domingo: de 10.00 a 19.00; lunes de Pascua: de 10.00 a 17.30.
- CERRADO: lunes no festivos, 25 y 26 de diciembre y el 1 y 6 de enero.
PRECIOS PARA VISITAR SANT PERE DE RODES.
- Entrada general: 6 euros
- Entrada reducida: 4 euros (familia numerosa, pensionistas, >65 años y estudiantes con carné internacional).
- Entrada gratuita: <16 años, parados y último martes de mes entre el 1 de octubre y el 30 de junio.
CÓMO LLEGAR AL MONASTERIO SANT PERE DE RODES.
Requeriréis del coche para llegar al Monasterio de Sant Pere de Rodes. Os dejo en este link la localización del Monasterio. Unos 300 metros antes del cenobio hay un pequeño aparcamiento donde dejar el vehículo. Desde aquí, hay que tomar el Camí del Monestir, que os lleva hasta Sant Pere de Rodes en 5 minutos. Antes de llegar al monasterio dejaréis a vuestra izquierda un edificio en ruinas, que corresponde al antiguo hospital (posada) de peregrinos. Fue edificado entre los siglos X y XII.
LA VISITA AL MONASTERIO DE SANT PERE DE RODES
Al comprar la entrada os van a dar un folleto para seguir la visita. El itinerario no tiene pérdida y se completa en menos de una hora. La Ruta es la siguiente: bodega, iglesia, claustros, torre y campanario. Por fuera del Monasterio de Sant Pere de Rodes quedan el antiguo Palacio del Abad y el Hospital de Peregrinos, del que ya os he hablado.
Antes visitar la iglesia monástica, entramos a las bodegas, que quedan justo enfrente del templo. En realidad, estas bodegas fueron alzadas bastante después del conjunto de Sant Pere de Rodes, ya en el siglo XVII, aprovechando la misma roca de la zona. Las bodegas se dividen en varias estancias.
Ahora sí, entramos a la iglesia del Monasterio de Sant Pere de Rodes, que es una de las más importantes del románico catalán. El templo fue terminado en el siglo XI y dispone de una planta basilical de tres naves, con crucero y tres ábsides. En la cabecera encontramos un deambulatorio de dos pisos, que rodea el ábside central. Las girolas o deambulatorios eran propias de las iglesias de peregrinaje, como era la del Monasterio de Sant Pere de Rodes.
La nave se cierra con bóveda de medio punto y es sostenida por cinco arcos torales que asientan sobre pilares que integran columnas que disponen de bellos capiteles. En la girola encontramos sendas escaleras que permiten acceder a la cripta. Sin embargo, permanecen cerradas a los turistas. Al menos, durante nuestra visita.
Después de visitar la iglesia, nos dirigimos a los claustros del Monasterio de Sant Pere de Rodes. Así, en plural, porque son dos: el inferior y el superior. El claustro inferior es el primitivo y es ciertamente rudimentario. Sin embargo, el claustro superior es francamente bonito, disponiendo de cuatro galerías románicas, como así atestiguan los arcos de medio punto que separan las galerías del patio central y que se sustentan en dobles columnas.
Sin embargo, ninguno de los capiteles has resistido al paso del tiempo y, particularmente, al expolio sufrido durante el siglo XIX. De esta manera, los pocos capiteles historiados que encontramos en el claustro son réplicas de los originales, que se hallan dispersos en distintos museos. Nada que ver con los que pudimos ver, hace unas pocas semanas, en el maravilloso claustro del Monasterio de Sant Cugat del Vallés.
Como era habitual, el claustro daba acceso a las distintas dependencias del monasterio, como el refectorio, las cocinas o la despensa.
Desde el claustro accedemos al sobreclaustro. Fue edificado bastante posteriormente y daba cabida a las habitaciones individuales para los monjes. Desde aquí tenemos también acceso a la torre de defensa, que fue alzada entre los siglos XIII y XIV, y al campanario de Sant Pere de Rodes, que es del siglo XII. Es de planta cuadrada y tres pisos. Las ventanas del tercer nivel disponen de decoración lombarda, como arcuaciones ciegas, que enmarcan columnas bigeminadas. Sin ser tan espectacular como los campanarios de la Ruta del Románico del Valle de Boí, resulta también muy bonito.
CASTILLO DE VERDERA, LAS MEJORES VISTAS DEL MONASTERIO DE SANT PERE DE RODES.
Después de visitar el Monasterio de Sant Pere de Rodes decidimos tomar el sendero que en media hora de trayecto nos acerca hasta las ruinas del antiguo Castillo de Verdera, situado en el risco que domina toda la Sierra de Rodes, a 670 metros sobre el nivel del mar.
El castillo, que formaba parte de las posesiones del Condado de Ampurias, no es más que un edificio en ruinas del siglo XI. Apenas podemos distinguir parte de sus murallas y torreones, así como lo que fue la iglesia de San Salvador de Verdera.
Sin embargo, merece la pena subir hasta aquí solo para disfrutar de unas maravillosas vistas de las dos vertientes de la Sierra de Rodes y de todo el Parque Natural del Cap de Creus. Hacia el norte, las vistas alcanzan con facilidad la Bahía de Port de la Selva; y hacia el sur, la Bahía de Roses. Además, desde el camino de acceso al Castillo de Verdera se puede gozar de las mejores vistas del Monasterio de Sant Pere de Rodes. Las que salen en casi todas las postales.
La verdad es que si tenéis la oportunidad de recorrer la comarca de l’Alt Empordà, no podéis dejar de visitar el Monasterio de Sant Pere de Rodes, uno de los cenobios más bonitos de Catalunya.