Visitar Valderrobres, en la provincia de Teruel, supone conocer uno de los pueblos más bonitos del Matarraña, comarca que tuvimos la oportunidad de visitar el pasado año.
En aquella ocasión, recorrimos Valderrobres y el Matarraña después de visitar Alcañiz, otro pueblecito turolense que merece muchísimo la pena. Sin embargo, una muy buena idea es visitar el Matarraña haciendo base en esta población de Valderrobres, que es la que dispone de mejores alojamientos y mayores servicios de toda la comarca.
En este post os comentaremos los lugares más interesantes que ver en Valderrobres, haciendo especial hincapié en el histórico castillo que domina la población. La mayoría los más relevantes monumentos de Valderrobres fueron alzados tras la Reconquista acontecida a partir de 1165. Entre ellos, el Castillo levantado justo donde ya había existido una fortificación musulmana o la iglesia gótica de Santa María la Mayor, el templo más importante que ver en Valderrobres.
Sin embargo, más allá del sus tesoros monumentales, el encanto de visitar Valderrobres reside en recorrer, sin más, sus empinadas cuestas y callejuelas.
DÓNDE DORMIR EN VALDERROBRES.
QUÉ VER EN VALDERROBRES.
PUENTE MEDIEVAL DE VALDERROBRES y PORTAL DE SAN ROQUE
La entrada a la Ciudad Vieja de Valderrobres se realiza a través del escénico puente medieval sobre el río Matarraña. Se trata de una maravilla en piedra, y fue construido a finales del siglo XIV. Dispone de cuatro ojos o arcos apuntados, como corresponde al gótico.
El puente atraviesa el Portal de San Roque, que es el patrón de la población, que correspondía a una de las entradas de las antiguas murallas de Valderrobres.
El puente de piedra comunica con la Plaza de España por la cortísima Avenida de la Hispanidad, que deja a la izquierda la Casa Consistorial de Valderrobres.
PLAZA DE ESPAÑA Y AYUNTAMIENTO DE VALDERROBRES.
La plaza más importante que hay que ver en Valderrobres es la Plaza de España. Se trata de un espacio de tamaño medio, pero realmente espectacular, con todo el perímetro repleto de edificios de piedra que nos trasladan al periodo medieval.
El más importante de todos es la Casa Consistorial o Ayuntamiento de Valderrobres. La verdad es que una cosa que nos fascinó al visitar el Matarraña es que casi cada pueblo dispone de un ayuntamiento realmente bello, casi siempre renacentista. Lo vimos en La Fresneda, en Calaceite o aquí en Valderrobres, por ejemplo.
El Ayuntamiento de Valderrobres es manierista y fue construido en el siglo XVI. Recuerda muchísimo al ayuntamiento de Alcañiz que habíamos visitado en el día previo. El edificio dispone de una lonja en la planta baja, situada bajo el primer piso y sustentada con arcos de medio punto. La primera planta es la noble. En la fachada que da a la Plaza de España observamos los tres vanos existentes. Entre el segundo y el tercero, encontramos una decoración pictórica que fue añadida en el siglo XIX.
En la fachada de la segunda planta encontramos un conjunto de ventanas de medio punto, como vimos también tanto en La Fresneda como en Calaceite. Como decía, todos los ayuntamientos del Matarraña se asemejan mucho.
Justo enfrente de la Casa Consistorial se ubica la citada Fonda la Plaza, que está considerada una de las fondas más antiguas de España, pues se sabe que desempeña esta función desde hace más de seis siglos. El edificio de piedra resulta acorde a todo el conjunto monumental. En el piso superior, también dispone del mismo conjunto de ventanas de medio punto que el ayuntamiento.
Justo en el otro lado de la plaza, encontramos los primeros peldaños de las escaleras de piedra que permiten subir a la parte alta de la población. Al lado, encontramos una tienda de productos típicos.
LAS AGUEDERAS Y LAS MAMELLETES DE SANTA AGUEDA
La festividad de Santa Águeda, virgen y mártir del siglo III (como tortura le cortaron los senos), es celebrada con gran emoción, cada febrero, en el Matarraña. Nosotros coincidimos con la Fiesta de Santa Águeda en 2019, en Valderrobres.
Durante esta jornada, un par de centenares de mujeres ataviadas con el traje regional (las aguederas) recorren Valderrobres portando la imagen de la Santa. Éste día es habitual que las confiterías elaboren las mamelletes de Santa Águeda (es decir, la tetillas de Santa Águeda), un dulce de chocolate, nata o merengue en forma de tetilla que recuerda a la forma en que fue martirizada la mártir. La verdad es que estaban deliciosos.
IGLESIA DE SANTA MARÍA LA MAYOR
Ya en la parte alta de la población encontramos el templo más importante que ver en Valderrobres. Es la iglesia de Santa María la Mayor, que es de estilo gótico levantino y fue alzada entre los siglos XIV y XVI.
La iglesia de Valderrobres es un templo de una sola nave, con tres tramos y con capillas laterales en cada uno de los lados. La portada monumental de acceso a la iglesia queda en el lado sur de la misma. Llaman la atención las 11 arquivoltas apuntadas que se apoyan sobre capiteles. Justo por encima queda una gran rosetón de seis metros de diámetro. Aunque entramos a la iglesia, la verdad es que el interior resulta bastante sobrio.
EL CASTILLO DE VALDERROBRES, EL MONUMENTO MÁS IMPORTANTE QUE VER EN VALDERROBRES.
Justo al lado de la iglesia de Santa María la Mayor encontramos el castillo, que es gran monumento que hay que visitar en Valderrobres de forma obligada.
Se trata de una enorme fortaleza de planta hexagonal irregular, alzado justo en el lugar donde ya había existido una antigua fortificación musulmana.
Tras la Reconquista, varias de las poblaciones del Bajo Aragón y el Matarrañá fueron cedidas a distintas órdenes militares, incluidos los Calatravos. Sin embargo, en Valderrobres fue el Arzobispado de Zaragoza quien se convirtió en señor feudal.
Durante la visita al Castillo de Valderrobres se pueden conocer las antiguas caballerizas, que es la única estancia que conserva el techo original, la Sala Capitular, que quizá hubiera sido utilizada como sala de espera para los viajeros o el Salón de las Chimeneas, que es la mayor de las estancias del castillo y que destaca por sus chimeneas y por sus ventanas con festejadores.
En la parte más alta del castillo conocemos lo que fueron los antiguos graneros de la fortaleza, con los grandes ventanales que permitían la aireación y desde el que hoy se disfruta de unas maravillosas vistas de la parte baja del pueblo, con un auténtico mar de tejados de tejas, ciertamente bello.
Después de conocer el castillo, continuamos con la visita a Valderrobres, pero sin más ambición que disfrutar de su casco histórico y buscando algún lugar donde comer. La verdad es que la población es preciosa y merece mucho la pena como punto de partida para visitar el Matarraña.