Tarragona, la más meridional de las provincias de Cataluña, es conocida a nivel turístico particularmente por la Costa Dorada, la franja costera que dispone de algunos de los mejores arenales de España y de poblaciones con mucho encanto como Cambrils o Salou.
Sin embargo, Tarragona es mucho más que la Costa Dorada. Es también, su capital. En este post os vamos a contar qué ver en Tarragona en 1 día, una ciudad que cuenta con un patrimonio cultural suficientemente destacado como para dedicarle una jornada entera, aunque a nivel turístico no sea tan visitada como Girona o Barcelona.
Varios de los lugares que ver en Tarragona de forma obligada nos llevan a su pasado como capital de la antigua Tarraco, capital de la provincia romana de la Hispania Citerior y, posteriormente, de la más extensa provincia Tarraconensis. Con capital en la antigua Tarraco, se trataba de una de las provincias más extensas de la Antigua Roma, ocupando más de la mitad de la Península Ibérica.
El conjunto de la Tarraco romana está incluida dentro de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad desde el año 2000. Incluye varias de las visitas imprescindibles de Tarragona (como las murallas, el circo o en anfiteatro), pero también varios de los lugares de los alrededores de Tarragona (como la Torre de los Escipiones, el Arco de Berá o el Acueducto de les Ferreres).
QUÉ VER EN TARRAGONA
Nosotros realizamos una visita guiada a la Tarragona Romana (podéis mirar los precios y contratar aquí), que incluye un recorrido por los lugares imprescindibles que ver en Tarragona, con las entradas al circo incluidas.
La verdad es que el pasado romano de Tarragona resulta bastante más difícil de interpretar que el de otras ciudades con vestigios de la antigüedad, como la propia Roma. Entre otras cosas, porque la mayoría de elementos patrimoniales romanos han quedado integrados dentro de la actual Tarragona. De esta manera, resulta especialmente interesante contratar la visita guiada que, además, es muy barata.
LAS MURALLAS ROMANAS
Empezamos nuestro recorrido por Tarragona desde el Portal del Roser, que es medieval, pero que se localiza a la entrada de las antiguas murallas romanas.
Durante bastante tiempo, se creyó que estas murallas eran ibero-romanas. Es decir, originalmente íberas. Sin embargo, hace ya tiempo que se sabe que la ciudad íbera era mucho más pequeña y que estas murallas fueron establecidas después de la conquista romana, allá por el siglo III aC. La verdad es que llaman la atención los enormes sillares que la componen.
Es posible realizar un recorrido por la parte externa de las murallas, partiendo del Portal del Roser. Es conocido como Paseo Arqueológico, aunque lamentablemente es de pago. Si no queréis pagar, podéis echarle un vistazo desde el portal, que permitirá que os hagáis una buena idea de lo que eran las murallas romanas de Tarraco.
PLAÇA PALLOL Y MAQUETA DE TARRACO.
Una buena manera de comprender cómo era la Tarraco romana es acercarse hasta la Antigua Audiencia de la Plaça Pallol, donde encontramos una magnífica maqueta de la ciudad romana. La visita, además, es gratuita.
Varios de los lugares que ver en Tarragona los podemos encontrar en esta maqueta, como el anfiteatro o las murallas. Sin embargo, otros lugares como el viejo Foro Provincial y el Circo, han llegado hasta nuestros día muy modificados, de manera que la visualización de la maqueta permite comprender, posteriormente, qué era en la época romana, aquello que se está visitando.
En esta plaza, que en su momento estaba ocupada por el extensísimo Foro Provincial de Tarraco, encontramos el bonito edificio medieval de la Volta del Pallol, cuyo origen era también romano. Allá se trasladaron los dominicos durante el siglo XV. Con sus dobles ventanas apuntadas se trata de un edificación medieval bien bonita.
CATEDRAL DE TARRAGONA
El más importante de los edificios religiosos que ver en Tarragona es la Catedral. Se edificó también encima del lugar donde se habría erigido el templo principal del Foro Provincial de la Tarraco Romana. Desde luego, bastantes siglos después. De hecho, entre medias habría existido también alguna iglesia visigoda que no ha llegado a nuestros días.
Lo primero que llama la atención en la fachada de la Catedral es que ésta quedo inconclusa. El motivo fue la llegada de la peste a la Tarragona medieval. Los 4000 habitantes de la ciudad quedaron menguados a menos de un par de miles, que no pudieron sufragar los gastos de la edificación religiosa. Jamás se terminó, de manera que lo que ha llegado a nuestros días no es más que un gran portal gótico con numerosas arquivoltas y un enorme rosetón. Parece que el modelo habría sido el de las grandes catedrales francesas, como Amiens y Reims, pero la interrupción de las obras impidió su esplendor. En las jambas situadas a ambos lados del portalón de entrada encontramos figuras de varios apóstoles, casi a tamaño natural.
En interior de la catedral, de pago excepto los domingos hasta las tres, empalidece frente al de las grandes catedrales españolas. Sin embargo, el claustro resulta precioso. Está cubierto por bóveda de crucería. Especialmente bella resulta la puerta del claustro, que es románica. Cuentan que en un principio estaba destinada a la puerta de entrada.
Si realizáis la visita guiada a Tarragona en domingo, la visita a la catedral está incluida. En caso contrario, debéis adquirir la entrada, que tiene un coste de 5 euros.
PLAÇA DEL FÒRUM
Enseguida llegamos a la que es una de las plazas más animadas que ver en Tarragona. Es la Plaça del Fòrum. Ya hemos dicho que el recinto original del Foro de Tarraco era enorme. De algo así como 375 metros de largo por 175 metros. Es decir la superficie de unos 10 campos de fútbol.
Desperdigados por varios lugares, incluyendo el edificio de la Antigua Audiencia de la que ya hemos hablado, en la plaza del Pallol o la plaza de Santiago Rusiñol. También en esta Plaça del Fòrum encontramos vestigios del viejo Foro Provincial de Tarraco, donde podemos observar parte del muro angular.
En esta plaza encontramos varias terrazas donde hacer el vermú, algo bastante típico de las comarcas tarraconenses, aunque el lugar por antonomasia del vermú es la cercana ciudad de Reus.
TORRE DEL PRETORIO
Podemos tomar la Calle Santa Anna o la Calle d’en Talavera, dirección sur, para buscar la Plaça del Rei, otro lugar donde hacer un descanso si se quiere y, enseguida, la Torre del Pretorio, uno de los elementos romanos que ver en Tarragona que mejor han llegado a nuestros días. Esta torre, con sus escaleras, permitía acceder a la ciudad alta desde la ciudad baja.
El conjunto monumental fue alzado en época de Vespasiano, aunque la torre ha sido remodelada en varias ocasiones, motivo por el cual ha llegado en bastante buen estado a nuestros días. En la actualidad es una de las sedes del museo de Tarragona.
CIRCO ROMANO DE TARRAGONA.
El siguiente lugar que visitamos es otro de los monumentos imprescindibles de Tarragona. Me refiero al Circo Romano. Según parece, se trata de uno de los circos romanos mejor conservados del mundo. O eso nos cuenta el guía, porque la verdad es que cuesta un poco identificar las estructuras existentes en la actualidad.
Sí que se pueden visualizar algunos tramos de gradería, incluida parte de la curva. Sin embargo, lo que llama más la atención son los cimientos de este circo romano, con un conjunto de bóvedas que servían de apoyo a toda la estructura.
Parte de estas bóvedas se localizan en varios establecimientos del centro histórico de Tarragona. Sin embargo, la parte más extensa queda en el subsuelo y se puede visitar, previo pago. Se trata de una estructura francamente sorprendente, que debe superar los 100 metros de longitud.
Nuestro guía nos comenta que durante la Guerra Civil Española, las bóvedas del Circo Romano de Tarragona fueron utilizadas como refugio antiaéreo.
ANFITEATRO DE TARRAGONA
Seguimos avanzando en dirección sur (hacia el Mediterráneo) para llegar al más importante de los monumentos que ver en Tarragona. Me refiero al Anfiteatro Romano que, por cierto, fue alzado fuera de las murallas.
No voy a decir que se trata de del mayor o mejor conservado de los muchos anfiteatros romanos que hemos tenido la oportunidad de conocer. De hecho, empalidece frente a los de Nimes o Arles. Sin embargo, la visión desde el balcón, que permite su vista panorámica resulta francamente fascinante.
Por lo visto, el espacio daba cabida a unos 16.000 espectadores que disfrutaban de las luchas de gladiadores y otros espectáculos. Tras la caída de Roma, el anfiteatro perdió sus funciones, siendo repetidamente saqueado. De hecho, muchas de las viviendas del centro histórico de Tarragona utilizaron son piedras para ser alzadas. También se construyó una gran iglesia dedicada a los mártires cristianos y, posteriormente, la iglesia de Santa María Mártir, de la que han subsistido algunos vestigios.
En la actualidad no está permitida acercarse hasta la arena, de manera que nos conformamos con esta vista panorámica.
EL BARRIO DEL SERRALLO
Con el Anfiteatro de Tarragona termina la visita guiada a la Tarraco Romana. Nos han dado las dos del medio día, de manera que es hora de comer.
Qué mejor que acercarnos al barrio del Serrallo, antiguo arrabal de pescadores, donde se suceden los restaurantes marineros. Se trata de unos de los barrios más auténticos que ver en Tarragona, donde el puerto pesquero convive con el deportivo.
Como dije, las posibilidades donde comer son muchas. Casi todas, en primera linea de mar, en la zona conocida como Moll de Pescadors. Escogemos el Pòsit del Serrallo, situado un edificio con más de 100 años de historia, que fue la sede de la Cofradía de Pescadores de Tarragona. Ahora restaurado, la comida está riquísima y el precio bastante correcto. Sin embargo, teníamos la mesa reservada para las 14.30 y nos tienen en espera casi una hora entera.
FORO DE LA COLONIA.
Terminado el ágape, regresamos en dirección al centro histórico de la ciudad para seguir con la visita a Tarragona.
La Tarraco Romana disponía de 2 foros. El mayor era el Foro Provincial, que era el destinado al gobierno de la provincia romana de la que Tarraco era la capital. Ya os hemos hablado de él. El segundo era el Foro de la Colonia, que era el dedicado a los asuntos locales.
La visita al Foro local o Foro de la Colonia es de pago. Sin embargo, los domingos por la tarde permanece cerrado, de manera que solo podemos visualizar algo desde el exterior. Se conserva una pequeña parte de la basílica romana, así como las basas y las parte inferiores de varias columnas estriadas.
RAMBLA NOVA
Seguimos en dirección al centro histórico de la ciudad, para cerrar el círculo, acercándonos hasta uno de los monumentos que ver en Tarragona de forma obligada. Se trata, en realidad, de una gran escultura situada en la Rambla Nova, uno de los mayores paseos de la ciudad. Este paseo se alzó a mediados del siglo XIX, justo donde se situaba el flanco sur de la antigua muralla, que en este punto fue derribada.
La escultura en cuestión es el Monumento a los Castellers de Tarragona. Fue inaugurado en 1999 y representa un castillo 4 de 8 (es decir, de 8 pisos) a tamaño natural. La escultura incluye hasta 222 personajes; uno puede buscar rostros tan ilustres como Antoni Gaudí o Pablo Picasso.
Con la visita a la Rambla Nova casi que cerramos el círculo a este recorrido que nos llevado a conocer los monumentos, paseos y plazas más importantes que ver en Tarragona. Como dije, por desgracias los museos y otros lugares de visita están cerrados el domingo por la tarde, de manera que no podemos visitar el Museo Arqueológico, un lugar que nos apetecía mucho conocer.