Visitar Sóller, ya sea mediante el histórico tren de Sóller o durante el transcurso de una Ruta por la Serra de Tramuntana, es una de las mejores cosas que se pueden hacer en Mallorca, la mayor de las Islas Baleares.
Sóller es una población de tamaño medio para los estándares de la isla de Mallorca, de algo menos de 15.000 habitantes, localizada al norte de la ínsula, a unos 30 km de la capital. La localidad se divide en siete poblacionales, siendo las más importantes la que lleva el mismo nombre (Sóller) y el Puerto de Sóller, que es su salida natural al Mar Mediterráneo y que también visitamos.
Antes de hablaros acerca de qué ver en Sóller os contaré cómo llegar a Sóller desde Palma de Mallorca, pues una manera de hacerlo coincide con la que es una de las mejores excursiones que se pueden hacer desde la capital balear.
CÓMO IR DE PALMA DE MALLORCA A SÓLLER.
EN EL TREN DE VÍA ESTRECHA O TREN DE SÓLLER.
Una de las mejores excursiones que se pueden hacer en Mallorca con niños es visitar Sóller en el conocido como Tren de Sóller. Se trata de un fabuloso trenecito romántico de madera, que con más de cien años a sus espaldas que os llevará hasta el centro de Sóller. Podéis mirar los precios y contratar la excursión en este link.
Desde Sóller, el viaje se puede continuar en otra maravilla del siglo pasado: el tranvía de Sóller, que lleva a los viajeros hasta el Puerto de Sóller, una precisa ensenada que es el puerto natural del municipio y que localiza a unos 5 km del centro histórico. Desde el Puerto de Sóller, quien quiera, puede tomar una embarcación hasta una de las mejores playas de Mallorca: Sa Calobra.
EL COCHE PROPIO O DE ALQUILER.
Nosotros visitamos Sóller en el transcurso de una Ruta por la Sierra de Tramuntana que nos llevó a visitar varios lugares de esta cordillera que forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad. Desde Palma de Mallorca tardaréis unos 35 minutos en cubrir el trayecto por la carretera Ma-11.
QUÉ VER EN SÓLLER.
Llegamos a Sóller procedentes de Pollensa, donde hemos pasado la última noche. Antes de dirigirnos a Sóller, aún hemos visitado el precioso enclave de Fornalutx, que quizá es el pueblecito más bonito que hay que ver en Mallorca.
Aparcamos a las afueras de Sóller, puesto que encontrar sitio dentro del núcleo urbano es bastante difícil. El cualquier caso, el pueblo es pequeño, de manera que enseguida llegamos a la plaza de la Constitución que es el centro de la población.
PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN E IGLESIA DE SAN BARTOMEU.
Si hay un monumento que hay que ver en Sóller de forma obligada éste es la iglesia de San Bartomeu, que se localiza en esta Plaza de la Constitución. La fachada es modernista y fue diseñada por un discípulo de Gaudí, Joan Rubió. Sin embargo, el interior es bastante anterior, pues se trata de un templo básicamente barroco del siglo XVII (que, a su vez, había sido alzado sobre otra iglesia gótica anterior). Aunque hay que dejar un donativo de 1 euro para visitar el interior, merece la pena.
BANCO DE SÓLLER.
En la misma plaza de Constitución, hay un segundo edificio modernista que nos llama la atención. Se trata del antiguo Banco de Sóller, que hoy es la sede de una oficina del Santander. Es obra también de Joan Rubió. Lo que más destaca es la maravillosa balconada esquinera y el león de piedra, situado también en la esquina, en la parte alta.
ESTACIÓN DE SÓLLER Y SALAS DE PICASSO Y MIRÓ
Mientras estábamos en la Plaza de la Constitución ha aparecido el tranvía de Sóller procedente del Puerto de Sóller, que pasa justo por delante de la iglesia de San Bartomeu. Solo hay que seguir los raíles para llegar hasta la estación modernista. Está a tres minutos de camino.
Antes, en la Plaza de España, un antiguo vagón de madera hace las funciones de oficina de turismo de Sóller. Allí nos entregan un plano (en realidad algo así como un periódico) donde se habla de lugares donde comer, además de aconsejar algunos productos locales. Luego iremos a ello.
Antes, sin embargo, nos acercamos hasta la estación de Sóller, donde se han acondicionado un par de salas de exposición que muestran obras de Joan Miró y Pablo Picasso. En la Sala Miró encontramos, sobretodo, grabados del maestro catalán. Y en la Sala Picasso, cerámicas del malagueño.
También encontramos varios trenes y tranvías, de manera que ya que no hemos llegado a la ciudad en la excursión del Tren de Sóller, al menos aprovecharnos para fotografiarnos en ellos.
En la misma estación del Ferrocarril de Sóller encontramos un mural cerámico basado en la obra de Joan Miró, La Maja Negra. Se trata de un plafón de unos dos metros de alto por cinco de ancho.
GASTRONOMÍA EN SÓLLER
Regresamos a la Plaza de la Constitución donde hay varios lugares donde comer. Finalmente nos decantamos con el Restaurante Sa Granja, donde básicamente sirven platillos y tapas. Nos llama la atención que el propietario nos dice que mejor que pidamos medias raciones, porque son abundantes. Se agradece la honestidad. La verdad es que está todo riquísimo: bacalao, albóndigas, pimientos del piquillo, queso mahonés y choricitos.
Aprovechamos la espera de la comida para hojear el periódico que nos han entregado en turismo. Allí leemos acerca de dos establecimientos que no queremos perdernos y que hay que ver en Sóller antes de marcharse.
El primero es Sa Fábrica de Gelats, de la Avenida Cristòfol Colom. Se trata de una empresa fundada en 1984, dedicada a la elaboración de helados artesanales. Disponen de más de 40 sabores artesanales. Marc pide un helado de limón e Isa y yo, de frambuesa. Están riquísimos.
Después nos acercamos hasta la tienda de Emburidos Aguiló – La Luna, donde elaboran embutidos varios de forma artesanal. Entre ellos, distintas variedades de la famosa sobrasada de Mallorca. Nos llevamos para casa una deliciosa sobrasada picante.
EL PUERTO DE SÓLLER
Después de dar un paseo por el pueblo, nos dirigimos hasta el último de los lugares que ver en Sóller. Me refiero a su puerto natural, un arenal situado a unos 5 km del centro de Sóller y que se dispone en una bahía en forma de concha. Para acceder al Puerto se Sóller podemos tomar el tranvía histórico o acercarnos en coche, como así hacemos nosotros.
Como es temporada baja no tenemos problema en aparcar a tres minutos de la playa. Aprovechamos para dar un paseo por el paseo marítimo, porque la verdad es que no es época para tomar un baño. En lo alto de un promontorio, el Faro des Cap Gros domina la panorámica del Puerto de Sóller. Justo en el otro lado de la bahía se ubica el mirador de Santa Caterina, a los pies de la ermita homónima, convertida ahora en Museo del Mar.
La verdad es que visitar Sóller es algo que merece la pena si vais a viajar a Mallorca, tanto si vais a alquilar un coche como si vais a realizar la excusión del Tren de Sóller.