Qué ver en Palma de Mallorca.

Mallorca es mucho más que sus playas. Cierto es que la mayoría de viajeros que se acercan hasta la mayor de las islas baleares tienen en el sol y la playa su objetivo número uno. Pero como ya comentamos en nuestros post acerca de los lugares imprescindibles que ver en Mallorca, la isla ofrece mucho más, con multitud de pueblos con encanto o paisajes naturales de primer orden, como la Serra de Tramuntana, un paraje incluido dentro de la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.

En este artículo os vamos a hablar acerca de qué ver en Palma de Mallorca, la histórica capital de la isla y de todas las Baleares. Se trata de un lugar que viene siendo ocupado desde hace varios miles de años, ya en época de la cultura talayótica y que en el siglo II aC habría sido conquistado por los romanos que habrían sido, realmente, quienes fundaron Palma.

Los musulmanes llegaron a Palma a principios del siglo X. Fueron los tiempos de Madina Mayurqa, cuando los nuevos colonizadores alzaron un alcázar, mezquitas y varios edificios civiles de bastate importancia. Pocos de los lugares que ver en Palma de Mallorca en la actualidad nos recuerdan aquel pasado islámico. Si acaso, los imprescindibles baños árabes.

Una cruzada catalano-pisada destruyó la ciudad árabe entre 1113 y 1115, aunque Madina Mayurqa continuó siendo una ciudad musulmana hasta la conquista de la población por parte de Jaime I el Conquistador, en 1229. Varios de los edificios más importantes que ver en Palma de Mallorca corresponden a los dos siglos siguientes que siguieron a la conquista musulmana, como la Catedral, el Palacio de la Almudaina y la Lonja.

DÓNDE DORMIR EN PALMA DE MALLORCA.

HOTEL AMIC HORIZONTE. Encontramos una muy buena oferta por 60 euros con desayuno completo y la verdad es que el hotel nos sorprendió para bien. Se trata de un tres estrellas con buenas vistas sobre el puerto de Palma. La habitación era muy amplia (en realidad, para 4 personas) y el desayuno, muy completo. También disponen de piscina, que no utilizamos.

Además, no tuvimos problemas en aparcar el coche en la calle, muy cerca del hotel, algo que no resulta fácil en otros lugares de Mallorca.

Si vuestro objetivo no es el turismo de sol y playa, este hotel resulta una muy buena opción. Si habéis venido a Mallorca a tostaros en las playas, mejor alojaron en la zona del Arenal.

QUÉ VER EN PALMA DE MALLORCA

En este punto os voy a proponer una visita circular que pasa por los lugares más importantes que ver en Palma de Mallorca. Solo necesitaréis coche o transporte público para llegar a las 2 últimas visitas: el Castillo de Bellver y el Fuerte de San Carlos.

Una muy buena manera de empezar a conocer la ciudad es apuntándose al free tour por en centro de Palma en español (se debe contratar con antelación aquí). Es una muy buena manera de tener una primera toma de contacto con los lugares imprescindibles de Palma de Mallorca.

LONJA DE MALLORCA Y CONSULADO DE MAR

Los primeros monumentos que vamos a visitar se encuentran todos en el frente marítimo de Palma de Mallorca, alineados uno a la lado del otro.

Empezamos con la Lonja de Mallorca, que está considerada uno de los mejores ejemplos del gótico civil de Mallorca y de la Corona de Catalano-Aragonesa. Muy semejante a las existentes en Barcelona, Valencia, Zaragoza y Perpiñán, fue edificada en 1420 y daba cobertura a la enorme actividad comercial en la ciudad.

El interior está dividido en tres naves de cuatro tramas, gracias a sus esbeltas columnas helicoidales. Se cierra con una bóveda de crucería. En sus fachadas, tanto en la principal como en la lateral que da al frente marítimo, encontramos varios ventanales ornamentados con tracería gótica.

Justo al lado de la Lonja se ubica el Consulado de Mar de Palma de Mallorca, otro de los edificios más bonitos que ver en Palma de Mallorca, que en la actualidad es la sede del gobierno de las Baleares. El Consulado es algo posterior a la Llotja, ya que se alzó en el siglo XVII por orden del Colegio de Mercaderes. De hecho, su estilo nada tiene que ver con el gótico, con esta galería del primer piso que se cierra con arcos rebajados que ya son propios del renacimiento. Solo lo visitamos por fuera, pues se trata de un lugar oficial que solo abre las puertas al público en días muy concretos.

HORT DEL REI

De camino al Palacio de la Almudaina merece la pena echar un vistazo a uno de los jardines más bellos que ver en Palma de Mallorca. Son conocidos como s’Hort del Rey. Es decir, el Huerto del Rey. Con sus acequias y fuentes, recuerdan alguno de los espacios de los jardines del Generalife de Granada.

PALACIO DE LA ALMUDAINA

Justo al lado de s’Hort del Rei, encontramos el más importante de los palacios que ver en Palma de Mallorca. Me refiero al Palacio de la Almudaina, que en su día lo fue de los Reyes de Mallorca para pasar, posteriormente, a Palacio de la Corona Aragonesa.

Hoy forma parte de Patrimonio Nacional, aunque sabido es que cuando los monarcas españoles acuden a Palma no se suelen hospedar en la Almudaina si no en el moderno Palacio de Marivent. Nosotros no visitamos la Almudaina por dentro porque dedicamos una sola jornada a visitar Palma de Mallorca, de manera que tendremos que regresar algún día para conocer el interior de este palacio, edificado en tiempos de Jaime II sobre los reinos del antiguo alcázar musulmán.

CATEDRAL DE PALMA DE MALLORCA

Justo al lado de la Almundaina encontramos el templo cristiano más importante que ver en Palma de Mallorca y en las Islas Baleares. Me refiero a la Catedral de Mallorca.

Cuando los conquistadores cristianos se hicieron con Palma de Mallorca, sustituyeron los antiguas alcáceres, mezquitas y edificaciones civiles islámicas por sus equivalentes cristianos. En este sentido, Jaime I decidió derribar la mezquita de Medina Mayurca para alzar una basílica dedicada a Santa María. Sin embargo, los trabajos se prolongaron en el tiempo de manera que la Catedral de Palma no se dio por finalizada hasta principios del siglo XVII.

Se trata de un edificio de estilo gótico levantino. Es decir, gótico, pero bastante alejado del gótico francés, por ejemplo. Se trata del estilo que imperó en el Principado de Cataluña, el Reino de Valencia y el Reino de Mallorca durante el siglo XIII y XIV (la Catedral de Valencia o la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona, son dos ejemplos de este estilo).

Desde el exterior, con la fachada sur dando al frente marítimo, resulta ciertamente imponente y semeja una enorme fortaleza de gruesos contrafuertes y con un doble conjunto de arbotantes.

Debemos entrar a la Catedral por el museo catedralicio cuya puerta se encuentra junto a la fachada norte del templo. La entrada incluye el museo y la Catedral.

El interior de la Catedral de Palma resulta ciertamente esplendoroso y con unas medidas francamente importantes: 121 metros de largo y 55 de ancho, que permiten la existencia de tres naves gracias a la presencia de altísimos y esbeltísimos pilares, con capillas entre los contrafuertes. Las naves se cierran mediante bóveda de crucería.

Merece la pena echar un vistazo detallado a la nave. Entre otros tesoros, encontramos un buen número de detalles que son obra del mismísimo Antoni Gaudí, que trabajó en el templo entre 1904 y 1914.

Gaudí no terminó el baldaquino que proyectaba, de manera que lo que podemos ver en la actualidad es la maqueta de cartón que ciertamente parece la obra definitiva. También hay que echar un vistazo al cierre de altar diseñado en metal y que recorre toda la parte anterior del altar o la decoración del presbiterio, cuyo diseño fue compartido con su colaborador habitual, Josep María Jujol.

En la Capilla de la Trinidad, situada en la parte delta del presbiterio, se ubicaron, ya en el siglo XX, los sepulcros de los reyes soberanos de Mallorca, Jaime II y Jaime III. Son obra de Frederic Marés.

También hay que destacar los preciosos púlpitos de Juan de Sales, del siglo XVI (particularmente, el que hay frente al altar, a la izquierda).

No menos espectacular resulta la Capilla del Sacramento, cuya remodelación fue llevada a término por el artista balear Miquel Barceló a partir de 2001. Se tarda de una enorme pared de cerámica policromática de difícil catalogación, con todos tipo de relieves y cuyo diseño no fue ajeno a la polémica. La verdad es que rompe totalmente con la ornamentación de la Catedral, como en su momento lo hicieron también las apuestas modernistas de Gaudí, pero a nosotros nos encantó y en la actualidad es una de las estrellas de la Catedral.

BAÑOS ÁRABES

Entre los lugares que ver en Palma de Mallorca encontramos también algún vestigio de la época musulmana. Por ejemplo, los preciosos baños árabes de la Calle Serra. Se conservan algunas salas del que fue uno de los varios baños existentes durante la época de dominación musulmana. Son, probablemente, del siglo XI.

El caldarium, una sala de base circular cuya cúpula semiesférica con lucernarios es sostenida por doce columnas reaprovechadas de templos anteriores, es una maravilla. Aunque hay que pagar una pequeña entrada para visitar este espacio, os aseguro que merece la pena.

CAN VIVOT Y LOS PATIOS DE PALMA DE MALLORCA

Los patios mallorquines también forman parte de los lugares imprescindibles de Palma de Mallorca. Los encontraréis repartidos por todo el barrio viejo de la ciudad y los hay a decenas, aunque casi todos ellos son privados.

En la Calle Can Savellà encontramos dos de ellos, uno enfrente del otro. El primero es Can Juny, decorado en tonos rojizos y con un arco rebajado dando paso al espacio central del patio. Es del siglo XVI. El segundo es Can Vivot, de mayor tamaño. Esta situado en la que fue la residencia de Juan Sureda Villalonga, primer marqués de Vivot. El patio está empedrado y rodeado de una galería sostenida por arcos rebajados sobre columnas con capiteles.

Más adelante, en la parte final del recorrido, hay que echar un vistazo a Can Solleric, una vivienda del siglo XVIII cuyo propietario fue el Marqués de Solleric. La verdad es que el patio tiene una estructura similar al anterior, con arcos rebajados sobre columnas con capitel y con el suelo empedrado. Can Solleric es una maravilla de libre acceso, pues se trata, en la actualidad, de un espacio expositivo.

PLAZA MAYOR DE PALMA DE MALLORCA

Quizá haya llegado el momento de hacer un descanso o, incluso, de almorzar. Lo podéis hacer en la Plaza Mayor, una de las más bellas que ver en Palma de Mallorca. Se trata de un espacio de área rectangular, soportalado en sus cuatro costados y con entre tres y cuatro pisos de viviendas, cuyas fachadas están pintadas en color amarillo pastel.

Encontramos arcos de acceso a la plaza por sus cuatro lados y varias terrazas en el centro. La verdad es que el espacio nos recuerda bastante a la Plaza Real de Barcelona.

GRAN HOTEL. EL MODERNISMO EN PALMA DE MALLORCA

También el modernismo tiene su espacio durante la visita al centro de Palma de Mallorca. Encontramos varias fachadas de formas ondulados durante nuestro paseo por el ensanche de la ciudad. Sin embargo, la más destacada es la esquinera del que fue Gran Hotel de Palma. Fue diseñada por uno de los más importantes arquitectos del modernismo catalán: Lluís Domènech i Montaner, artífice del Hospital de Sant Pau y del Palau de la Música de Barcelona.

En la actualidad, el espacio es la sede del Caixaforum, un espacio expositivo de la Fundación La Caixa que suele programar excelentes propuestas. Justo enfrente del Gran Hotel encontramos uno de los mejores hornos donde comprar la famosa ensaimada de mallorca. Es el Fornet de la Soca.

ES BALUARD.

Cerramos el círculo por los lugares que ver en Palma de Mallorca acercándonos hasta Es Baluard (antes, bajando por el Paseo del Borne, hemos entrado en el ya citado Can Solleric, para ver su patio).

Es Baluard es, en la actualidad, del Museo de Arte Contemporáneo de Palma de Mallorca, que no visitamos. Sin embargo, más allá de ello, pasear por este espacio abierto es ciertamente agradable.

Como su nombre indica, Es Baluard (El Baluarte) formaba parte del sistema de murallas de la medieval Palma, aunque las remodelaciones llevadas a término a partir de 2004 convirtieron el lugar en el espacio expositivo que es en la actualidad.

CASTILLO DE BELLVER

Más allá del paseo por el centro histórico que hemos cerrado con Es Baluard, hay al menos un par de lugares que hay que ver en Palma de Mallorca de forma obligada. Especialmente, el Castillo de Bellver, situado en una colina desde la que se disfruta de unas maravillosas vistas de toda la ciudad, con el puerto en primer término y con la Catedral, al fondo.

Para acceder al castillo subimos por el Parque del Bosque del Castillo de Bellver, aunque si os queréis ahorrar la escalinata, podéis tomar el autobús turístico que tiene una parada justo enfrente.

El Castillo de Bellver es una de las más bonitas fortificaciones góticas de España. Y también de las más originales, pues su planta circular es bien poco habitual. Esta planta, tiene adosados cuatro torreones, de los que uno se comporta como auténtica Torre del Homenaje, siendo más alta que los demás. El interior se distribuye alrededor de un patio porticado que dispone de planta baja y de primer piso, aunque también es posible (e imprescindible) subir a la azotea.

Este castillo fue edificado en tiempos de Jaime II, aunque ha sufrido varias remodelaciones, y a verdad es que no os lo debéis perder durante vuestra visita a Palma de Mallorca.

FUERTE DE SAN CARLOS

También alejado del centro histórico encontramos otra fortificación. En este caso, la estructura militar del Fuerte de San Carlos, que la verdad es que es bastante poco visitada por los turistas, aunque os aseguro que merece la pena y, además, es de acceso gratuito.

Se trata de una enorme estructura que data de tiempos de Felipe III, a principios del siglo XVII. Con sus baluartes y torres recuerda bastante las distintas fortificaciones diseñadas por Vauban en Francia (aunque éstas son un poco posteriores). En la actualidad es la sede del Museo Militar, que es bastante más atractivo de lo que pensábamos y, como decía, es de acceso gratuito.

Y hasta aquí es lista de lugares que ver en Palma de Mallorca en un día. Más allá de sus playas, la ciudad merece mucho la pena, de manera que os aconsejo que le dediquéis un mínimo de una jornada entera para visitarla.