La Fageda de la Grevolosa (es decir, el Hayedo de la Grevolosa) es un precioso bosque localizado en la comarca catalana de Osona, cuya visita resulta de lo más agradable.
La Fageda de la Grevolosa es también comúnmente conocida como Bosque de la Grevolosa, porque en realidad el hayedo se localiza únicamente en una pequeña parte del bosque. De hecho, el espacio recibe el nombre de La Grevolosa porque una de los arbustos que iremos encontrando de forma repetida durante nuestra Ruta por el Bosque de la Grevolosa es el que en catalán es conocido como Boix Grèvol (acebo en castellano), una planta habitualmente utilizada como ornamentación durante las fiestas navideñas. De esta manera, se puede hablar indistintamente de Fageda de la Grevolosa o de Bosque de la Grevolosa.
La mejor época para visitar la Fageda de la Grevolosa es el otoño, cuando las hojas caducifolias de las hayas y otros árboles que pueblan el Bosque de la Grevolosa cambian de color, tomando tonos rojizos y amarillentos, antes de desprenderse y cubrir los senderos.
Aunque la Ruta por la Fageda de la Grevolosa es bastante conocida en Catalunya, la afluencia de visitantes siempre resulta mucho menor que la mucho más popular Fageda d’en Jordà, localizada en la vecina comarca de La Garrotxa y que incluimos en nuestra lista de lugares más bonitos que ver en Catalunya.
En este post te vamos a contar cómo hacer la Ruta por la Fageda de la Grevolosa o el Bosque de la Grevolosa.
CÓMO Y DÓNDE INICIAR EL RECORRIDO POR EL BOSQUE DE LA GREVOLOSA.
Para empezar la Ruta por el Bosque de la Grevolosa debemos dejar el coche en un punto entre el kilómetro 23 y el 24 de la carretera GIV-5273 en dirección a La Vall d’en Bas por el Coll de Bracons. Este es el punto exacto al que me refiero. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que allí no hay espacio para más de una docena de coches, entre ambos lados de la carretera.
LA RUTA A LA FAGEDA DE LA GREVOLOSA
En este punto empieza la Ruta a la Fageda de la Grevolosa. Hay que tener en cuenta que solo está indicado en parte, de manera que hay que ir con cierto cuidado en no desviarse del camino correcto, pues los senderos y bifurcaciones se repiten durante el recorrido y no resulta difícil perderse.
Si realizáis la Ruta a la Fageda de la Grevolosa en temporada alta, es decir durante el otoño, probablemente os encontraréis con otros senderistas que os ayudarán.
También hay que comentar que existen, al menos, 2 rutas por el Bosque de la Grevolosa. Son estos:
- Ruta corta a la Fageda de la Grevolosa: unos 5 km en total. Se regresa por el mismo sitio por donde has llegado al hayedo, que está en la parte central del bosque. Muy fácil. Es el recorrido que completamos nosotros.
- Ruta larga a la Fageda de la Grevolosa: unos 8 km. La primera parte de la ruta, hasta el hayedo, es la misma. Luego se sigue por el mismo sendero en dirección sur para completar un recorrido circular que pasa por el Collet de la Cometa, la finca el Güell y la ermita de Sant Nazarí. Es solo un poco más complicado.
LA RUTA CORTA A LA FAGEDA DE LA GREVOLOSA.
Desde el punto donde hemos dejado el coche hay que tomar una primera pista, bastante amplia y en descenso. A los pocos metros cruzaremos un riachuelo para seguir el mismo sendero, en dirección sur. Esta primera parte transcurre paralelo a la Riera de Bracons y a la carretera GIV-5273, que es donde hemos dejado el coche. La pista es fácil y amplia y está jalonada de arbustos y árboles. Ya distinguimos los acebo (grévol en catalán) a los que alude el bosque de la Grevolosa, además de robles, avellanos y otros árboles. El ambiente es bastante húmedo, algo que se comprueba con el abundante musgo que cubre parte de las rocas que limitan el camino. Hay que tener en cuenta que el Bosque de la Grevolosa se ubica a casi 1000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Durante el recorrido pasaremos por dos cerrojos de alambre que podemos abrir sin dificultad. El importante es este segundo cerrojo, al que se llega después de aproximadamente 1 km por esta pista principal. Digo que es el importante, porque en este punto hay un triple cruce de caminos. No debéis traspasar este segundo cerrojo, si no que debéis tomar el pequeño sendero en ascenso que queda a vuestra izquierda (en el inicio del sendero, hay un grupo de piedras amontonadas que nos indican que éste en el sendero a seguir). En el mapa lo he señalado como punto 1.
Al cabo de unos 10 minutos encontramos un segundo cruce de caminos (punto 2). Si tomamos el de la derecha, que es de bajada y hacia el sur, iremos a la ermita de Sant Nazarí. Este sendero es por donde regresaremos si queremos hacer la ruta circular de la que os he hablado. Nosotros, sin embargo, tomamos el sendero de la izquierda, que se dirige hacia el norte y que es el que nos acerca, en unos 400 metros, al Bosque de la Grevolosa (punto 3). Estos senderos son más estrechos que la pista principal del principio. Sin embargo, trascurrir por ellos no reviste dificultad alguna.
LA FAGEDA DE LA GREVOLOSA
En este punto es donde hemos llegado a la Fageda de la Grevolosa que, como dije, ocupa solo una pequeña parte del Bosque de la Grevolosa. Como estamos en pleno otoño, buena parte de las hojas de las altísimas hayas se han desprendido y ocupan la totalidad del suelo.
Se considera que las hayas que encontramos en esta Fageda de la Grevolosa tienen unos 300 años de edad. Algunas de ellas tienen una altura que supera los 40 metros y la mayoría, más de uno de diámetro. Tres de las hayas que aquí se localizan gozan de una protección especial, superior a la ya existente para todo el hayedo. La de mayor altura, alcanza los 42 metros.
La Fageda de la Grevolosa ocupa un espacio en forma de herradura y se sigue a través del mismo sendero por donde hemos llegado. En medio queda un área ocupada por un riachuelo, que hoy está casi seco. En lo que es la parte central de esta herradura encontramos un sendero de salida que nos llevaría al Coll de Bracons (puerto de Bracons).
Aprovechamos la tranquilidad del momento para almorzar nuestros bocadillos y encantarnos con tan majestuoso espacio. La verdad es que es una maravilla. Después regresamos por donde hemos venido.
Entre la ida y el regreso, el rato pasado en el hayedo y el tiempo invertido para las fotografías y para almorzar, la Ruta a la Fageda de la Grevolosa nos ocupa aproximadamente un par de horas. La verdad es que se trata de un recorrido precioso.