Delirium Tremens es la mejor cervecería de Bélgica y una de las más espectaculares que hemos visto en todo el mundo.
Cierto que las mejores cervecerías de Múnich, como Hofbrauhaus o Augustiner-Brau, resultan realmente espléndidas, tanto en lo que hace referencia al ambiente que allí se respira como por la propia cervecería en sí mismo. Sin embargo, en Delirium Tremens de Bruselas hablamos de otro concepto de cervecería. Es decir, aquí no solo sirven el brebaje de una cervecera concreta, sino que disponen de una carta con cientos de cervezas distintas traídas desde las más variadas latitudes.
No es de extrañar que una cervecería de estas característica de localice, precisamente, en la capital de Bélgica. Este país está reconocido como uno de los más cerveceros de todo el mundo, hasta el punto que la Unesco declaró la tradición cervecera de Bélgica, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Delirium Tremens se ubica en un callejón sin salida, muy cercano a la Grand Place de Bruselas, conocido como Impasse de la Fidélité. Por cierto, justo al final de este callejón, a 10 metros de Delirium Tremens, encontramos la estatua de la Jeanneke Pis, que es la versión femenina del micho más famoso Maneken Pis y que a menudo pasa desapercibida.
Delirium Tremens, la mejor cervecería de Bruselas, se dispone en dos plantas. Antes de sentarnos para disfrutar del ambiente, echamos un buen vistazo al local. Tanto la planta superior como el sótano están decorados con todo tipo de gadgets relacionados con el mundo de la cerveza. No podría ser de otra forma para una cervecería que no solo está considerada una de las mejores del mundo sino que está incluida en el libro Guinness de los Records por tener mayor variedad de cervezas que en ningún otro local (parece que son más de 2000).
De esta manera, el conjunto es conocido como Delirium Village, mientras que la planta superior recibe el nombre de Delirium Taphouse y el sótano, Delirium Café.
EL DELIRIUM TAPHOUSE, LA PLANTA SUPERIOR DEL DELIRIUM TREMENS.
Empezamos nuestro recorrido por la cervecería Delirium Tremens de Buselas con una visita al Delirium Taphouse de la primera planta. Algunas de las cervezas las encontramos en los muchos tiradores existentes en la barra del Delirium Taphouse. Según parece, se ofrecen hasta 29 tipos de cerveza de barril distintas, aunque no siempre son las mismas. Cada poco tiempo se cambian las cervezas, de manera que durante un año, un asiduo del Delirium Tremens de Bruselas pueda degustar hasta 250 cervezas de barril distintas. En la pared, una pizarra nos indica las distintas variedades, con su graduación y sus precios.
Toda la decoración de esta planta superior hace referencia al mundo de la cerveza aunque no es tan recargada como luego veremos en el Delirium Café del sótano. Además, el espacio resulta bastante luminoso.
EL DELIRIUM CAFÉ, EL SÓTANO DEL DELIRIUM TREMENS.
Tras echar un vistazo a esta planta superior bajamos al sótano, donde se ubica el Delirium Café.
Aquí tomamos asiento en una de las mesas de la planta baja. El techo está decorado con decenas de bandejas de cerveceras. Además, un buen número de barricas son utilizadas como mesas y por todo el local encontramos gadgets varios: todo tipo de copas de cerveza (cada variedad tiene su propio vaso), abridores, posters, carteles luminoso,…). Además, el ambiente es de lo más agradable, compartiendo espacio los muchos turistas que se acercan hasta Delirium Tremens con los locales que gustan de gozar también de la que es la mejor cervecería de Bruselas.
Es en este Delirium Café donde se puede degustar algunas de las cientos de cervezas de su carta. Según cuentan aquí, en 2004, la cervecería Delirium Tremens de Bruselas fue incluido en el libro Guinness de los Récords por poseer hasta 2004 cervezas distintas en su carta. La verdad es que desconozco si siempre las tienen todas. Probablemente no sea así, pero la verdad es que la carta resulta espectacular.
Además de pediros una cerveza, en Delirium Tremens podéis tomar otras bebidas, desde luego. De manera que Marc se conforma con un zumo de frutas mientras yo pruebo con dos variedades de cerveza, ambas riquísimas. No puede faltar la cerveza local, la Delirium Tremens, una cerveza belga de triple fermentación que recibió el título de Mejor Cerveza del Mundo en el año 1998, en una suerte de Campeonato Mundial de Cervezas celebrado en Chicago. La otra cerveza que degusto es una Floris Framboise, de trigo, con aromas a frambuesa y de color rosado. Riquísima.
He de decir que tanto a Isa como a mí nos gusta mucho la cerveza, a diferencia del vino, al que no somos tan aficionados. Casi todas, ya sean belgas de abadía, alemanas de trigo o las clásicas pilsner checas. Pero me resulta difícil definirla. A mí, personalmente, simplemente unas me gustan más que otras y listos. Más allá de encontrar el sabor a trigo de las blancas, el afrutado de las lambic o similares o el más amargo de algunas variedades, me cuesta definirlas.
La Delirium Tremens (la cerveza local) me gustó también, sin embargo la que me encanta especialmente en la Mort Subite, una lambic afrutada, con sabor a frambuesa, que se vende comercializada en España, pero que también tiene su cervecería histórica en el centro de Bruselas, justo al lado de las galerías Saint Hubert. En realidad, la Floris Framboise que degusto en Delirium Tremens me recuerda bastante a la Mort Subite.
Estamos no más de una hora en Delirium Tremens. Lo justo para disfrutar de un par de cervezas y del enorme ambientazo de la que es la mejor cervecería de Bruselas. Yo os diría que, seáis o no adictos a este brebaje, la Cervecería Delirium Tremens es un lugar de visita imprescindible en Bruselas, de manera que os aconsejo que os acerquéis hasta allí para disfrutar del ambiente. Y si os gusta la cerveza, de alguna de las muchísimas variedades que sirven.