Las Barrancas de Burujón conforman uno de los paisajes más curiosos que ver en Castilla la Mancha.
Situadas a los pies del Embalse de Castrejón, las Barrancas de Burujón eran un paraje escasamente conocido por el gran público hasta que un anuncio de Coca Cola, hace apenas unos años, la puso en el mapa turístico de España.
Nosotros pudimos visitar las Barrancas de Burujón durante nuestro último viaje por estas tierras, regresando de Toledo y aprovechado que el acceso a éste lugar se localiza a solo 30 minutos de la iglesia de Santa María de Melque, uno de los ejemplos más notables del arte visigodo español, que teníamos la idea de conocer antes de tomar el vuelo de regreso desde Barajas.
En este post os vamos a contar qué son las Barrancas de Burujón, cómo visitarlas y nuestra experiencia. Aunque ya os avanzo que no escogimos el mejor día ara ello, pues desde buena mañana, la jornada amaneció lluviosa y un pelín inhóspita.
QUÉ SON LAS BARRANCAS DE BURUJÓN.
Las Barrancas de Burujón son una curiosa formación sedimentaria que encontramos a orillas del río Tajo, justo en el lugar en que éste permanece remansado a nivel del Embalse de Castrejón.
A lo largo de los años, el río se ha ido encajando en el fondo de su lecho, lo cual ha ido horadando un conjunto de gargantas que son lo que da origen a estas Barrancas de Burujón. Hay quien llama al lugar el Cañón del Colorado de Castilla la Mancha, pero la verdad es que esto ya nos parece un pelín pretencioso. A los socavones que ha esculpido la erosión del agua a lo largo de los años los llamamos cárcavas. Un paisaje que ha tardado como 25 millones de años en formarse.
El lugar resulta de lo más curioso y escénicamente bellísimo. Además, las Barrancas de Burujón y el embalse están considerado un lugar destacado también por la numerosa avifauna que lo habita. Este hecho le ha valido al paraje, la inclusión dentro de la lista de Monumentos Naturales de España, desde 2010.
CÓMO VISITAR LAS BARRANCAS DE BURUJÓN.
Para visitar las Barrancas de Burujón deberéis disponer de coche propio, pues la posibilidad real de acceder en transporte público es ahora mismo inexistente.
Desde Toledo, hay que tomar la carretera CM400 que une Toledo con Talavera de la Reina. A nivel del kilómetros 26 encontraréis in desvío que conduce a una pista de tierra que lleva directamente a los pies de las Barrancas de Burujón. La verdad es que el acceso está bastante mal indicado.
A los pocos metros de tomar el desvío, encontraréis un primer aparcamiento donde podéis dejar el vehículo. Es aquí donde empieza la Senda Ecológica de las Barrancas de Burujón. No tiene pérdida: desde aquí solo hay que seguir la pista de tierra que os llevará hasta los acantilados que forman las cárcavas de las barrancas, pasando primero por el Mirador del Cambrón y posteriormente, por el Mirador de los Enebros.
La distancia desde este primer aparcamiento hasta este segundo mirador (el de los Enebros) es de unos dos kilómetros aproximadamente. Hay que comentar, sin embargo, que tanto a uno como al otro se puede llegar en coche. Al menos, en temporada baja, que es cuando yo pude visitar las Barrancas de Burujón, pues puede ser que en época de mayor afluencia se cierre el acceso al tráfico rodado.
Desde el último mirador, el sendero continúa por una vía estrecha que conduce hasta las orillas del embalse. Aquí, desde luego, ya no se puede acceder en coche.
NUESTRA EXPERIENCIA EN LAS BARRANCAS DE BURUJÓN.
He de decir que nuestra visita a las Barrancas de Burujón coincidió con un día realmente feúcho. Cielo gris, encapotado a más no poder, con momentos de llovizna y con otros, de lluvia casi torrencial que, además, nos pilló sin paraguas.
Al coincidir en un día desapacible a más no poder y en temporada baja, allí no había turista alguno, de manera que no tuve problemas en acceder en coche. Primero aparqué junto al Mirador del Cambrón y luego, junto al Mirador de los Enebros.
No realicé el sendero que permite bajar hasta la orilla del Embalse de Castrejón porque la climatología no me daba para ello, aunque sí que hice parte de la Senda Ecológica en dirección al Mirador del Cambrón desde el Mirador de los Enebros, hasta que empezó a llover de lo lindo y me tuve que dar la vuelta. La verdad es que el recorrido es precioso y las vistas que se van disfrutando, del embalse y de las cárcavas merecen mucho la pena y resultan verdaderamente conmovedoras.
No os penséis que estuve mucho tiempo por ahí, ya os digo que el clima no lo aconsejaba para nada. Sin embargo, a nivel del Mirador de los Enebros existen una serie de mesas para pic-nic, lo que me sugiere que el lugar puede resultar excelente para pasar una mañana completa y quedarse a comer por ahí.
Si tenéis la oportunidad de visitar las Barrancas de Burujón, la verdad es que creo que merece la pena conocerlas.