La Alhambra de Granada, el enorme complejo palaciego localizado en lo alto de una suave colina que domina la ciudad de Granada, no es solo uno de los monumentos más bonitos de España sino también una de las más importantes obras de arte islámico universal.
Sin embargo, la Alhambra es mucho más que un precioso palacio nazarí. Mucho antes de la llegada de las huestes de Muhámmad ibn Nasr, fundador de la dinastía nazarí y primer Rey de Granada, ya existía una fortaleza en esta misma colina, probablemente desde la época romana. Aquel primer enclave, habría sido posteriormente ampliado por los distintos reinos taifas de Granada.
Fue con la llegada del nazarí Muhámmad ibn Nasr en 1238, entronizado como Muhámmad I, que se dió inicio a la construcción de la Alhambra de Granada, que se convertiría en la auténtica sede del gobierno nazarí de Granada. Es decir, en residencia real.
El programa constructivo de la Alhambra de Granada no se detuvo con la muerte de Muhámmad I en 1273. Prácticamente todos los monarcas nazaríes quisieron dejar su impronta en el que es el monumento más importante que ver en Granada. En este sentido, Yusuf I y su hijo Muhámmad V fueron dos de los monarcas que más empeño pusieron en la ampliación de la Alhambra de Granada. Suyos son el Palacio de Comares y el Palacio de los Leones dos los lugares más bellos que ver en la Alhambra de Granada.
Tras más de dos siglos y medio de dominio ininterrumpido, Boabdil fue el último de los reyes nazaríes de Granada, cuando la ciudad fue conquistada por las tropas cristianas. Tras la Capitulaciones de Granada del rey Boabdil, los palacios musulmanes fueron convertidos en residencias reales cristianas. Pero, además, en los siglos venideros, los monarcas cristianos siguieron ampliando la Alhambra de Granada con distintos palacios y edificaciones. Una de las más significativas es la que mandó construir el Emperador Carlos V, una construcción empezada en 1527 y no concluida totalmente hasta 1957.
CÓMO VISITAR LA ALHAMBRA DE GRANADA
Si vais a visitar la Alhambra de Granada merece la pena programarlo con algo de antelación. Se trata de uno de los 5 monumentos más visitados de España y admite únicamente un número limitado de visitantes cada día. En este sentido, si no programáis con cierta antelación vuestra visita a la Alhambra de Granada, puede que os quedéis sin posibilidad de visitarla.
Estas dos las 3 posibilidades que tenéis para visitar la Alhambra de Granada.
VISITA GUIADA A LA ALHAMBRA DE 3 HORAS DE DURACIÓN. Incluye el tiquet de entrada, saltándote las colas.
VISITA GUIADA A LA ALHAMBRA + ALBAICÍN Y SACROMONTE. Programa de 5 horas que también incluye la entrada sin colas, pero además la visita al barrio del Sacromonte.
TIQUET DE ENTRADA SIN VISITA GUIADA. Podéis comprar la entrada a la Alhambra de Granada en esta web.
VISITA A LA ALHAMBRA DE GRANADA
Contad que visitar la Alhambra de Granada os va a ocupar un mínimo de dos horas y media o tres. Incluso más, dependiendo del ritmo de visita y de las paradas para tomar fotografías, que ya os digo que van a ser muchas.
Son varios los lugares que hay que visitar en la Alhambra de Granada, pero los principales son estos:
LOS PALACIOS NAZARÍES. Son el conjunto de palacios alzados durante la época en que la Alhambra se convirtió en palacio real de la dinastía nazarí. El Palacio de Comares y el Palacio de los Leones forman parte de esta parte.
EL PARTAL. Incluye el palacio de Yusuf III y el Paseo de las Torres. Se trata de una zona aterrazada que fue modificada en el siglo XX.
PALACIO DE CARLOS V. Es la construcción más notable acontecida después de la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos.
EL GENERALIFE. Incluye el Palacio del Generalife y sus patios, que están considerados entre los jardines más bonitos de España. Esta zona queda por fuera de las murallas de la Alhambra de Granada.
HORARIO DE LA ALHAMBRA DE GRANADA.
HORARIO DE INVIERNO (15 Octubre – 31 Marzo). Lunes – Domingo 08:30 – 18:00.
HORARIO DE VERANO (1 Abril – 14 Octubre). Lunes – Domingo 08:30 – 20:00.
Además, hay visitas nocturnas, aunque limitadas a una hora y medio de recorrido. A no ser que hayáis visitado varias veces la Alhambra, no os lo recomiendo, porque el tiempo resulta demasiado escaso.
LOS PALACIO NAZARÍES
Muhámmad ibn Yúsuf ibn Nasr, el primer Rey nazarí de Granada, subido al trono como Muhámmad I (también conocido como Alhamar), fue quien empezó a edificar los Palacios Nazaríes de Granada tras la toma de la ciudad.
Estas dependencias están considerados como uno de los momentos culminante del arte islámico mundial. Y particularmente, en la Península Ibérica. El Mexuar, el Palacio de Comares (o de Yusuf I) y el Palacio de los Leones (o de Mohammed V) son los tres palacios que en su conjunto forman los Palacios Nazaríes de Granada. Unos palacios edificados, básicamente, con materiales no precisamente lujosos, si no todo lo contrario, abundando las yeserías filigranadas, que son uno de los signos de identidad de la Alhambra de Granada, así como la conjunción entre los elementos arquitectónico y los naturales. Especialmente, el agua, tan habitualmente integrada en la arquitectura islámica, como se puede comprobar también en los jardines persas de Irán.
EL MEXUAR
El Mexuar es una de las partes más antiguas de estos Palacios Nazaríes de Granada, siendo bastante anterior al Palacio de los Leones y al Palacio de Comares. Era aquí donde habitualmente se reunía la Sura o Consejo de Ministros del Reino de Granada, además de ser el lugar donde el Sultán impartía justicia.
Aunque la sala es del primer tercio del siglo XIV, tanto Yusuf I como Mohammed V lo reformaron y adaptaron. En el Mexuar ya encontraremos el estilo decorativo que posteriormente encontraremos en las estancias más desacadas de la Alhambra de Granada. Es decir, el uso de la yesería, ornamentando la parte alta de la estancia. La parte baja de las paredes de la estancia están decoradas con azulejos.
En una zona más elevada, cerrada por celosías, era donde se sentaba el monarca para seguir el devenir del Consejo de Ministros, sin ser visto.
PALACIO DE COMARES
El Palacio de Comares es, junto al Palacio de los Leones, la zona más bonita que hay que ver en la Alhambra de Granada. Se dispone alrededor del Patio de los Arrayanes, dominado en la parte central por un estanque. Los dos lados cortos del patio se cierran mediante galerías porticadas ornamentadas con yeserías sobre columnas. La parte baja de esta galería se decora con azulejos y el techo se cubre por preciosos artesonados de madera.
Una enormes puertas de madera dan acceso a la Sala de la Barca y la Sala de los Embajadores, al norte; al sur, quedaba la zona reservada para las concubinas y el servicio.
El Salón de Embajadores era el antiguo saló del trono y es, quizá, la más esplendorosa de las estancias que visitar en la Alhambra de Granada. Este salón queda justo dentro de la Torre de Comares y se accede desde la sala de la Barca.
En el Salón de los Embajadores llama la atención los camarines que se abren en las paredes, tres por cada muro. Y la preciosa ornamentación a base de yeserías, que domina casi toda la estancia, exceptuando la parte más baja, que está ornamentada con azulejos.
PALACIO DE LOS LEONES
El últimos de los lugares que hay que destacar en los Palacios Nazaríes de la Alhambra de Granada es, quizá, su parte más famosa. Me refiero al Palacio de los Leones con su célebre patio. Es una obra, principalmente, de Mohammed V.
Como es habitual en los palacio musulmanes, el Palacio de los Leones se articula a través de un patio central rodeado de galerías de columnas, desde donde se accede a las distintas salas: la de los Mocárabes, la de los Reyes, la de Dos Hermanas, la de Ajimeces y el Mirador de Daraxa y la de los Abencerrajes y el Harén.
Esta galería es filigrana pura a base de yeserías, una vez más, con arcos sustentados por columnas. Justo en medio queda la famosa Fuente de los Leones, que da nombre al palacio, y que es otro de los momentos culminantes de la visita a la Alhambra. Sin embargo, los leones proceden de la vivienda de un visir judío del siglo XI y representan las 12 tribus de Israel.
La Sala de las dos Hermanas resulta especialmente espectacular y recuerda bastante a la Sala de los Embajadores del Palacio de Comares. Es otra obra maestra de la Alhambra de Granada, con sus azulejos en la parte baja, sus yeserías ornamentando por completo las paredes y su juego de mocárabes cerrando la estancia.
Justo en el lado contrario del Patio de los Leones se ubica la Sala de los Abencerrajes, que es bastante similar, aunque no exacta, aunque en esta ocasión queda cerrada y sin ventanas al exterior. Sendos conjuntos de arcos a derecha e izquierda de la sala, conectan con dos alcobas. La cúpula, como en la Sala de las Hermanas, también fue diseñada en base a un precioso juego de mocárabes.
EL MIRADOR DE SAN NICOLÁS, LAS MEJORES VISTAS DE LA ALHAMBRA.
A media tarde, antes de anochecer, resulta imprescindible acercarse hasta el mirador de San Nicolás, en el Albaicín. Se trata del lugar perfecto para disfrutar de la puesta de sol, con las mejores vistas de la Alhambra, que queda justo enfrente y con Sierra Nevada como telón de fondo.
PALACIO DE CARLOS V.
Tras la llegada de los Reyes Cristianos a Granada, la Alhambra de Granada fue modificada siguiendo los gustos de los nuevos monarcas. Una de las aportaciones más notables fue llevada a cabo en época de Carlos V, con el palacio que lleva el nombre del Emperador.
Pedro Machuca fue quien diseñó este palacio alzado a partir de 1527, aunque las interrupciones fueron varias, de manera que no se terminó hasta el siglo XX.
Se trata de un palacio enorme, de base cuadrada y 63 metros de lado, que se articula alrededor de un gran patio central circular que dispone de una doble galería (en la planta naja y en el primer piso) cerrada por columnas.
Este Palacio de Carlos V está considerado una obra importante del Renacimiento español, pero la verdad que empalidece frente a los Palacios Nazaríes.
EL GENERALIFE
Para llegar hasta el Generalife debéis salir de las murallas de la Alhambra de Granada. El espacio incluye el Palacio del Generalife y sus patios, que están considerados entre los jardines más bonitos de España.
Aunque el Palacio del Generalife se ubica fuera de la Alhambra y, por tanto, no formaba parte del Palacio Real, era en realidad utilizado por los reyes musulmanes como lugar de descanso. Se trataba de algo así como una hacienda rural, con muchos huertos, patios y jardines.
Es, por tanto, el Palacio y los patios del Generalife otro momento en la Alhambra de Granada en que arquitectura y paisajismo se unen en un mismo espacio para dar lugar a un momento memorable.
El espacio fue edificado durante el siglo XIII, anteriormente al Palacio de Comares del que ya hemos hablado. El patio de la Acequia, con su famoso y fotogénico conjunto de surtidores, de casi 50 metros de largo, permite acceder a los dos conjuntos de edificaciones que forman el palacio.
Las estancias están ornamentadas con yeserías y cerradas por artesonados de madera, aunque en comparación a los Palacios Nazaríes, resultan algo más simples.
PARTAL DE LA ALHAMBRA
El último lugar que voy a comentar de la Alhambra de Granada es el conocido como Partal. Según parece, el Palacio del Partal es una obra de Muhammad III, de manera que se trataría del palacio más antiguo de la Alhambra que ya llegado a nuestros días.
Una vez más, arquitectura y paisajismo, con el habitual repertorio de acequias, estanques y arboledas, se conjugan en otra maravilla de la Alhambra de Granada.
El palacio está edificado principalmente en ladrillo y dispone de un pórtico que dispone de cinco arcos ornamentados en yeserías y sustentados en columnas de mármol.
OTROS LUGARES QUE VER EN LA ALHAMBRA DE GRANADA
La Alhambra es mucho más que los jardines y palacios que hemos comentado. Durante un paseo por sus dependencias nadie debe dejar de visitar la antigua Alcazaba, la parte más antigua que se conserva y que nos remite a tiempo de Mohammed I, el fundador de la dinastía nazarí, los preciosos baños árabes o Baños de Comares, o sus 4 puertas exteriores, la más monumental de las cuales es la Puerta de la Justicia, alzada en 1348.
Como os decía, visitar la Alhambra de Granada os va a ocupar una mañana entera. En lugar se lo merece, desde luego.