Los Aiguamolls de l’Empordà es un extenso espacio natural situado entre las poblaciones de L’Escala y Empuriabrava (ésta pertenece a Castello d’Empuries) que goza de la protección que le ofrece su denominación como Parque Natural y que está considerado como uno de los más importantes humedales de Catalunya (probablemente, el segundo en relevancia tras el Delta de l’Ebre).
Recientemente incluimos el Parc Natural dels Aiguamolls de l’Empordà en nuestro post acerca de 55 de los lugares más bonitos que ver en Catalunya , así como en nuestro artículo sobre los lugares más ebllos de la Costa Brava.
Visitar los Aiguamolls de l’Empordà es bastante fácil. Hay varias rutas aptas para realizar en familia y ofrece la posibilidad de avistar la abundante avifauna existente en el parque. Para ello se han habilitado una serie de cabañas de observación, aunque la verdad es que podréis ver aves sin necesidad de recurrir a ellas, en varios puntos del parque.
El Parc Natural del Aiguamolls de l’Empordà (ésta es su toponimia oficial) ocupa una superficie cercana a las 5000 hectáreas e incluye zonas de marismas y también de playas. Sin embargo, nuestra Ruta con niños por els Aiguamolls de l’Empordà no incluye las playas de Can Comes, sí no un recorrido de unos siete kilómetros que parte desde el Centro de Visitantes El Cortalet, para regresar al mismo lugar tras un itinerario circular.
Eso sí, si disponéis de algo más de tiempo para visitar los Aiguamolls de l’Empordà os aconsejo que completéis este mismo recorrido con el acceso a la playa que queda a no más de 10 minutos a pie de la parte baja de la ruta.
ALGUNOS DATOS SOBRE LOS AIGUAMOLLS DE L’EMPORDÀ.
Como os dije, la superficie de los Aiguamolls de l’Empordà ocupa casi cinco mil hectáreas (concretamente, 4722) y goza de la denominación de Parque Natural desde 1983. Las lagunas y marismas de agua dulce son lo más conocido y lo que dan nombre a los Aiguamolls de l’Empordà (Aiguamolls significa, precisamente, marismas). Sin embargo, los ecosistemas existentes en el Parque Natural incluyen también lagunas salobres, bancales, arenales costosos (en realidad, las únicas playas vírgenes que quedan en la Costa Brava) y zonas de cultivos que incluyen maíz, sorgo, girasol y particularmente, arroz.
Uno de los puntos más importantes de los Aiguamolls de l’Empordà es su significancia como espacio de nidificación preferente para muchas especies de aves. Otras aves, sin nidificar en el parque, ocupan los estanques y marismas de los Aiguamolls de l’Empordà durante largas temporadas.
La Ruta con niños por los Aiguamolls de l’Empordà que proponemos, incluye varios puntos de observación de aves. Ello permite avistar algunas de las al menos 329 aves que se han observado en el parque. De ellas, 82 nidifican en las marismas de forma habitual. No voy a enumerarlas todas, desde luego. Pero entre las más bellas y, por lo que vimos, nada difíciles de observar, destacan los flamencos o las cigüeñas, además de distintos tipos de garzas y garcetas y decenas de especies de patos.
En los puntos de observación de los Aiguamolls de l’Empordà encontraréis plafones que indican las aves que más comunes que se pueden avistar. Sin embargo, merece la pena indicar que resulta muy recomendable traerse los prismáticos si queréis disfrutar plenamente de la experiencia. Aquí podéis encontrar 50 de las aves más significativas del Parque Natural.
RUTA POR LOS AIGUAMOLLS DE L´EMPORDÀ, CON NIÑOS
Nuestra Ruta con niños por los Aiguamolls de l’Empordà empieza en el Centro de Visitantes de El Cortalet. Es este un lugar excelente donde recabar información y obtener un mapa del parque.
Además, los distintos plafones explicativos permiten comprender los distintos ecosistemas existentes en el Parque Natural dels Aïguamolls de l’Empordà, así como la importancia como lugar de nidificación de muchas especies de aves. El acceso es gratuito.
Empezamos la nuestra Ruta por los Aiguamolls de l’Empordà tomando el sendero que corresponde al itinerario 1 que propone el parque. A mano izquierda queda un primer estanque, el Estanc del Corralet. Para poder disfrutar de la avifauna existente en este pequeño lago debemos acceder al Observatorio de Les Gantes que queda a mano izquierda del sendero principal. Está situado en una cabañita de madera que permite interferir lo menos posible con la fauna del lugar. La tranquilidad es máxima. Lo que vemos aquí son cientos de ánades y algunas garcitas que parecen disfrutar, también, de la tranquilidad del momento.
Retomamos el sendero principal para llegar al Observatorio de las Dainas, al que se accede tras pasar un puente sobre un canal de riego (Rec de la Gallinera). Pero la verdad es que aquí no vemos nada interesante.
Seguimos en dirección sur hasta que giramos a mano derecha en dirección al Observatorio Senillosa. Aquí encontramos una de las zonas de marismas más importantes del Parc Natural dels Aiguamolls de l’Empordà. Recibe el nombre de Estanys de Matà. La avifauna existente en este lugar es abundante, aunque dependiente de que zona ocupen mayoritariamente las aves será más fácil de observar desde alguno de los miradores existentes.
En este punto, justo enfrente del Observatorio d’en Biel (Aguait d’en Biel), encontramos un conjunto de caballos que pastan libremente por este espacio. Son equinos procedentes de la Camarga francesa, uno de los humedales más importantes de Europa. De pelaje blanco, la verdad es que son una maravilla.
Era esta una zona de antiguos arrozales. Es decir, un ambiente domesticado por el hombre sobre los viejos humedales. Los caballos de la Camarga son una raza de equinos adaptada a vivir en zonas de humedales. En el parque, utilizan estos caballos para controlar la vegetación y los estanques, en una acción que permite potenciar la diversidad de especies de aves.
Enseguida llegamos al Observatorio Senillosa. Está situado en lo alto de lo que fue un enorme almacenen de arroz. Allá por los años sesenta del siglo pasado, en estos silos se guardaba el arroz hasta que se secaba. En la actualidad, las vistas que se obtienen desde la plataforma de observación situada a 22 metros de altura, permite disfrutar de estos Estanys de Matà en su plenitud.
Seguimos nuestra ruta por detrás del Observatorio Senillosa, para buscar luego el sendero que toma dirección sur hasta alcanzar el punto de observación de los Estanys de Matà. Aquí no estamos solos, pues coincidimos con un grupo de una docena ornitólogos aficionados que no solo se han acercado hasta aquí con prismáticos si no también con telescopios terrestres y cámaras fotográficas provistas de enormes objetivos. Enseguida que les damos conversación nos invitan a usar sus artilugios y nos indican las distintas aves que podemos ir viendo: cigüeñas, flamencos, garzas reales, garcetas comunes y otras especies de las que al cabo de poco tiempo olvidaremos su nombre.
La verdad es que quedamos sorprendidos de la cantidad de aves que se pueden observar desde este punto. Eso sí, como os digo, venid provistos de prismáticos y, si lo tenéis, de un buen objetivo para vuestra cámara.
Cerramos el círculo a estos Estanys de Matà que nos permitirá tomar nuevamente dirección norte para regresar por donde hemos venido. En realidad, si desde este punto tomamos el sendero en dirección este, en 10 minutos llegaríamos a la playa de Can Comes, aunque esto quedará para otra ocasión.
Antes de rodear els Estanys de Màtà por su parte exterior, paramos en el observatorio del Aguait Bruel, que permite visualizar un pequeño estanque donde encontramos más aves, incluyendo una garza real. Luego, tomamos dirección norte para regresar al Centro de Visitantes dels Aiguamolls de l’Empordà.
Esta Ruta por los Aiguamolls de l’Empordà, apta para hacer con niños, nos ocupó un par de horas, aunque la verdad es que hicimos múltiples paradas y nos lo tomamos con muchísima calma. El itinerario es completamente plano y tiene una longitud de unos 7 kilómetros aproximadamente.