El Palacio de Schönbrunn supone uno de los más espectaculares de los monumentos que ver en Viena. Y no solo por el palacio en sí mismo, que también, si no por el magnífico emplazamiento donde se localiza, rodeado de preciosos jardines, muy al estilo versallesco.

El Palacio de Schönbrunn era la residencia de verano de los Habsburgo, de manera que habitualmente es conocido (y a menudo, también promocionado como tal) como la residencia de verano de Sisí, la Emperatriz esposa de Francisco I de Austria. Sin embargo y como hemos ido viendo en varias de las visitas relacionadas con Isabel Baviera durante este viaje a Austria, la ahora popular Sisí no era especialmente amante de la vida palaciega.

En cualquier caso, no se entendería un viaje a Viena sin visitar el Palacio de Schönbrunn, de manera que eso fue precisamente a lo que dedicamos la mañana de nuestra segunda jornada en la capital austriaca.

EL PALACIO DE SCHÖNBRUNN, LA RESIDENCIA DE VERANO DE LOS HABSBURGO.

Debemos encontrar el origen del Palacio de Schönbrunn de Viena en unos pabellones de caza alzados en tiempos del emperador Maximiliano II, a mediados del siglo XVI. Por aquel entonces, estos terrenos se ubicaban en plena campiña austríaca, en un lugar apartado de los calores de Viena.

Sin embargo, aquel primer palacete quedó destruido en 1683 durante el conocido como Primer Sitio de Viena. Fue Leopoldo I, Emperador del Sacro Imperio, quien mandó a construir un nuevo palacio para el disfrute de su hijo, el que acabaría siendo emperador José I. Pese a ello, no fue hasta en tiempos de María Teresa I cuando el Palacio de Schönbrunn se convirtió en verdadera residencia palaciega de verano de la Casa de Austria. Durante aquella época, el Palacio de Schönbrunn fue ampliado y ornamentado siguiendo los gustos rococó del momento, de manera que lo que podemos visitar en el Palacio de Schönbrunn corresponde, básicamente, al palacio renovado en tiempos de María Teresa.

El Palacio de Schönbrunn siguió desempeñando las funciones de residencia veraniega de los Habsburgo hasta que la familia debió ceder el trono en 1918. Sin embargo, aunque habitualmente se conoce a este lugar como el Palacio de verano de Sisí en Viena, lo cierto es que no parece que la princesa pasase aquí largas temporadas. Al contrario, Isabel de Baviera estaba bastante más interesada en sus viajes por Europa que en los asuntos de estado.

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CÓMO LLEGAR AL PALACIO DE SCHÖNBRUNN

El Palacio de Schönbrunn se localiza a unos 8 kilómetros del centro de Viena. Para visitar el Palacio de Schönbrunn podéis utilizar el transporte público.

  • Metro: línea U4, parada Schönbrunn.
  • Tranvía: línea 60 desde Westbanhof.

VISITAR EL PALACIO DE SCHÖNBRUNN. OPCIONES.

Para visitar el Palacio de Schönbrunn tenéis 2 opciones.

  • IMPERIAL TOUR: circuito corto de 22 habitaciones y unos 40 minutos. 16€.
  • GRAND TOUR: circuito largo de 40 habitaciones y unos 60 minutos. 20€.
VIENA CON DESCUENTO. Sin embargo, te puede interesar adquirir por anticipado la Viena Pass que comprende las 70 atracciones más visitadas de Viena. Solo para visitar el Schönbrunn (incluye el circuito largo) + Palacio Hofburgo + Museo de Arte + Belvedere + Noria + Autobús Turístico ya tendréis que pagar 97 euros, de manera que la Viena Pass os saldrá muy a cuenta (la podéis adquirir aquí).

Además, tenéis que tener en cuenta que la visita a los jardines del Palacio de Schönbrunn es gratuita, pero que para visitar el zoológico de Schönbrunn y sus osos panda (20€) o para visitar el laberinto de Schönbrunn tendréis que pagar el extra. Eso sí, el zoológico de Schönbrunn está también incluida en la Viena Pass.

OPCIÓN DE UNA VISITA GUIADA EN ESPAÑOL. Si queréis visitar el Palacio de Schönbrunn de la mano de una visita guiada en español y con entrada prioritaria tenéis la posibilidad de contratarlo aquí. En este caso, antes de visitar el Palacio de Schönbrunn haréis un recorrido panorámico de unas 2 horas por Viena, de la mano de un guía en español.

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VISITAR EL PALACIO DE SCHÖNBRUNN.

Como os decía, nosotros realizamos el circuito largo de 40 habitaciones que tiene una duración de unos 50-60 minutos. El Palacio de Schönbrunn es un palacio barroco-rococó muy al estilo de la época y que, como dije, fue redecorado casi por completo en tiempos de María Teresa.

Los dorados, los grandes espejos, las arañas del techo y un buen número de muebles de época en las distintas habitaciones palaciegas es lo que podremos visitar en este palacio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Francisco José II, esposo de Sisí, no era precisamente un gran amante del lujo, de manera que observaremos como el palacio resulta bastante menos recargado que Versalles o los Palacios del Rey Loco en Baviera. No pasan desapercibidos los muchos lienzos que cuelgan de las paredes. Aunque a veces se trata de escenas y paisajes, lo más habitual son los retratos de la familia real. No faltan, desde luego, varios retratos de la Emperatriz Sisí.

También llama la atención la casi ausencia de frescos decorando los techos de las distintas estancias del Palacio de Schönbrunn. Por desgracia, no se pueden tomar fotos en el interior del palacio, de manera que las que ilustran este post están tomadas directamente de la web de Schönbrunn (Copyright Schloß Schönbrunn Kultur- und Betriebsges.m.b.H. Alexander Eugen Koller).

LOS JARDINES DEL PALACIO DE SCHÖNBRUNN

Tan interesante como el propio Palacio de Schönbrunn resultan sus enormes jardines que, en cierta manera, recuerdan bastante a los del Palacio de Versalles en Francia. Por una parte, encontramos una gran superficie donde se ubican los distintos parterres ornamentados con flores. Al final de esta zona se encuentra una preciosa, enorme y refrescante fuente dedicada Neptuno.

Justo por encima de esta fuente se localiza una suave colina que se culmina con una glorieta. Desde aquí se obtienen las mejores vistas del Palacio de Schönbrunn. A partir de ahí, en lugar de regresar por el mismo lugar decidimos dar un rodeo por los jardines más agrestes que quedan a los lados. Se trata de una enorme superficie boscosa, con muchas sombras que se agradecen, y que nos llevó de regreso a la parte baja de los jardines de Schönbrunn.

También nos sorprendió la existencia de un delicado jardín de estilo japonés que nos recordó algunos de los que conocimos al visitar Kyoto, o de una zona donde se ubican algunos invernaderos de hierro, muy al gusto del siglo XIX.

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Visitar el Palacio de Schönbrunn
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La verdad es que estuvimos como una hora y media visitando los jardines, pero uno puede extender la visita tanto como desee. Más si va a visitar el laberinto y el zoo de Schönbrunn cuya entrada de 20€ está comprendida dentro de la Viena Pass.

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